Capítulo 14

7.4K 477 20
                                    


Es viernes. Matt me había propuesto que saliéramos hoy... Pero las ganas no me salían. Esta vez me fui sola a casa. No quería estar con él más rato. Me estresa en parte su presencia, no soporto que alguien me controle de tal forma.

-¡ROTH! –Gritó mamá.

Fui corriendo a ver. Mis ojos se abrieron mucho. ¿Qué hace Matt aquí?

-Hola, Roth –dice sonriendo –. Te dije que quería salir.
-Eh –carraspeo –. Hola, Matt.
-¿Quién es él? –Dijo Papá enojado.
-Eh, lo lamento por no presentarme –arregla su traje negro y puso la mano adelante –. Soy Matt y...
-Vale –interrumpe –. ¿Se te perdió algo aquí?
-Hey... -Dijo mamá.
-No –baja su mano disgustado –, solo vine a ver a Roth –dijo Matt con una sonrisa forzada.
-Y ya lo hiciste... Sabes, Roth no está como para salir con personas como tú.
-¿Perdón? –Dijo Matt. Uh, creo que no le agradó ese comentario.

Mamá decidió ir a tomar las pastillas para el estrés. Yo decidí quedarme por si a papá se le ocurría salirse de lugar.

-Es que Roth está delicada.
-Oh. Sí, ya lo veo... Y usted como su padre la está cuidando bien –responde con tono irónico.
-Sí.
-Me encanta ver su protección hacia su hija. Pero... No lo vi cuando le estaban golpeando. ¿Dónde estaba?
-Yo –suspiró papá de mal humor –. Estaba en un lugar llamado trabajo.
-¿El trabajo es más importante?
-Eh. Claro que no...
-Supongo que le ha dado el tiempo de hablar con Roth como todo un buen padre. ¿No?
-N-no... No me da tiempo.
-Siempre hay tiempo.
-No creo que sepas el tiempo de trabajo. Claro –lo apunta creyéndose superior –, eres un niño mocoso...
-Sí sé qué es tiempo de trabajo –interrumpe –. Y tengo más vocabulario que usted... Además, aunque tenga 16 años, ya tengo un trabajo. Ayudo a ordenar papeles de clientes, mantengo el orden en un sitio privado y sé traducir textos y expedientes.

Papá se quedó callado y decidió retirarse sin antes mirarme feo. Hoy me va a llegar uno bueno.

-Hasta que lo callaste. Gracias, Matt –dijo mamá.
-De nada. Ahora –se arregla el cabello esbozando una sonrisa –, ¿estás lista, Roth?
-¿Ah? –Dijimos mamá y yo a coro.
-Te dije que íbamos a salir. ¿O no?
-Eh –bajo la mirada –, no.
-Bueno... Ahora te invito a mi casa –un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
-Ah... Eh... Tengo que ordenar las cosas para el lunes...
-Te ayudo, para así terminar más rápido.
-No tengo ningún problema en que vayas a casa de Matt, hija –demonios.
-Eh... B-bueno. Ayúdame.
-¿Puedo pasar?
-Claro, eres bienvenido, Matt.

Matt pasó. Le hice un gesto de que me siguiera a mi habitación y entendió. Cerró la puerta. Estoy nerviosa, cada vez que estoy sola con él tengo la sensación de estar apresada.

-¿Qué hay que hacer? –Vuelvo a este planeta.
-Colocar nombres.

Él tenía razón, no nos demoramos nada en colocar los nombres de las asignaturas y míos en la portada de cada cuaderno. A pesar de que todos mis compañeros hombres tienen una caligrafía horrible, Matt es la excepción absoluta. Imitó mi letra cursiva a la perfección. ¿Será parte de lo que hace en el trabajo?

-¿Algo más?
-Tengo que ordenar la mochila.

Tomó la mochila y comenzó a ver donde podía ir cada decoración. Me ayudó bastante, es adorable. Ahora me da pena rechazar la invitación.

-Listo. ¿Algo más, Roth?
-No. Eso es todo.
-Vale.

Me tomó de la mano tal y como lo hizo en en auto. Nuevamente nos besamos y otra vez, me dejé llevar. Él es el único hombre que he besado en mi vida...

-¿Matt? ¿Roth?

Era Mamá que nos estaba llamando. Nos separamos y nos levantamos para ver que ocurría.

-¿Qué pasa, mamá?
-Nada. No los encontraba.
-Vale.

Matt me tomó de la mano dirigiéndome nuevamente a la habitación.

-Hay que detenernos –dije.
-¿Qué?
-Con los... Ya sabes..
-¿Besos?
-Eh, s-sí...

Matt me miró con un brillo en sus ojos. Me volteo. Papá está afuera.

-¿Qué ocurre aquí?
-Nada de tu incumbencia –le respondí.
-¿Quieres otra cachetada?
-¿Qué? –Dijo Matt.
-No me molesta hacerlo frente a él –continuó.
-¡Sal de mi habitación! –Le grité.

Me miró otra vez de manera fea, quizás estoy en problemas, pero no me importa.

-¿Ese era el problema por el que no tenías ganas de hablarme? –. ¿Tiene poderes mentales o qué?
-S-sí –suspiré.
-Entonces ven conmigo –dijo tomando mis manos –. Vamos a mi casa y te quedas a dormir.
-Ya te dije que no me van a dejar –además ni quiero.

-Ordena el bolso. Voy a hablar con tu mamá.
-Va-vale.

¡Ya perdí! Ordené el bolso con ropa y a los minutos Matt estaba en la habitación.

-Dijo que sí. Costó pero aceptó.

¿Qué le habrá dicho? ¿Costó? No entiendo esa referencia.

-Vale.
-¿Lista?
-S-sí, supongo...
-Deja tener yo el bolso.

Matt lo tomó como si fuera lo más liviano del mundo. Y yo al tomarlo con las dos manos casi me caigo. Conociéndolo, no será solo un día.

-Están esperando afuera.
-Vale.
-Te espero en el auto.
-Está bien.

Matt se despidió de mamá con un beso y un abrazo... Al parecer le susurró algo en el oído. No alcancé a escuchar.

-Hijita, que te vaya bien.
-¿Qué te dijo Matt?
-Algún día lo sabrás. Adiós, hija.

Me fui nerviosa. ¿Qué ocurre? ¿Por qué mamá solloza? ¿Qué dijo Matt?
Salí y él estaba afirmando la puerta del auto.

-Sube, Roth.

Subastada? INITIUM [Visión Roth Montalva] I **CORRIGIENDO**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora