28. ¿El fin?

1.8K 166 34
                                    

Corro sin mirar atrás durante varios segundos, pero como era de esperar Ethan me alcanza con un rápido movimiento y acabo aprisionada entre sus brazos incapaz de hacer ningún movimiento.

—Pye, de verdad que no quería tener que hacer esto...—Su sonrisa me dice todo lo contrario. —Pero no has querido colaborar, así que no me queda opción.

Chasquea los dedos y de repente aparece Rose atada a uno de los árboles más grandes, con todo su cuerpo colgando en el aire. La cuerda se enrolla en su cuello y sé que solo sobrevivirá si la rama que tiene bajo sus pies no se rompe. O no desaparece.

—¡No! ¡Déjala ir! ¡Ella no tiene ni idea de esto! —No puedo apartar la mirada de ella, y sé que está llorando lo que hace que mi corazón se rompa una vez más. —¡Rose aguanta porfavor! ¡Te sacaré de aquí!

—No. Tú no harás nada. —Ethan envuelve su mano en mi cuello y el aire comienza a fallarme. Estoy tan agotada que ni siquiera lucho para impedirlo. —La rama que tiene bajo sus pies se romperá en el caso de que no cruces el pozo por voluntad propia. ¿Me has entendido?

—¿Cómo sé que cuando entre en el portal... —Intento coger aire. —...la dejaras con vida?

—Créeme, —Ethan pone los ojos en blanco como si hubiese dicho una estupidez y afloja un poco el agarre sobre mi cuello. — no quiero una mancha tan grande como la muerte de Rose en mi fabuloso expediente.

—Ya lo has manchado con otra sangre, maldito asesino.

Los ojos de Ethan me miran con interes y lo veo confundido por un momento.

—¿De qué hablas? Seré todo lo odioso que quieras, pero desde que estoy en tierra no he matado a ningún ser humano por mucho que haya querido.

—¿Y qué me dices de Tina?

—Pye querida, los ángeles no podemos matar a otros ángeles porque nos plazca. Hay leyes. Yo no he matado a tu amiga mortal.

—¿Q-Qué? ¿Entonces quién...? —Mi mente recuerda los últimos hechos y entonces un solo nombre se ilumina dentro de mi cabeza, haciendo que un enorme odio crezca dentro de mi: Belcebú. ¿Y si Tina se hubiese enterado de algo que no debía?

—No me interesan tus divagaciones.

Escucho un sonido que proviene del árbol y alzo la cabeza. La rama bajo los pies de Rose se ha roto un poco y cada vez le cuesta más aguantar.

—El tiempo corre. —Se aleja de mí y caigo al suelo mientras intento recuperar el aire que me ha quitado. Pero no tengo tiempo para descansar ya que me levanta de un golpe y me obliga a caminar hasta el pozo. —Ahora, entra.

—Dame tu palabra de que nada malo le ocurrirá a Rose. Tu palabra de Ángel.

Ethan suspira y alza las manos, para luego pasar la izquierda sobre dónde debería de estar su corazón. Este se ilumina por un segundo y siento que está diciendo la verdad. Va a cumplir su palabra. Miro por última vez a Rose y le lanzo un beso, sabiendo que nunca más volveré a verla. Espero que después de esto no recuerde nada.
Aspiro aire y me dispongo a saltar. Tres. Dos. Uno.

—¡Pye espera! —Alzo la mirada y Belcebú aparece al otro lado del pozo. Parece desorientado y tiene el pelo oscuro alborotado. Sus ojos, ahora marrones hacen que me estremezca de miedo. Siempre que está asustado se le ponen de ese color. Jamás le había visto así. —No saltes. No puedes saltar. Ethan no es lo que crees, tu...

—Me casaré con él, lo sé. —Asiento y miro a Ethan, ahora a mi lado preparado para atacar en cualquier momento. —Debo salvar a Rose.

Belcebú gruñe y mira a Ethan durante unos segundos. Reina la ira y la tensión. Y entonces se lanza contra él.

Belcebú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora