Capitulo 37: Luz en la oscuridad

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-¡No! ¡no! ¡NO! ¡NO VOY A PERDERTE A AHORA DANI!

Debrah le dio otro bocado al cervatillo agonizante, en ese instante entró Yarchik con una botella de whisky en la mano:

-No jodas, las brujas han conseguido controlar tu maldición.

-¡No son las brujas! ¡la cría está poniendo resistencia!

Debrah sacudió la cabeza, se la veía agotada, apenas había sido una hora desde que la maldición había comenzado a hacer efecto, pero desde entonces había sentido dolores y mareos. Al principio a Debrah le había costado hacer raíz en Dani y cuando lo acababa de conseguir siente a las brujas intentando echarla, Yarchik había podido ver como su hermana se retorcía por la habitación arañando las paredes , gritando de rabia y dolor al sentir los pinchazos que le mandaban las brujas. Cuando las brujas se retiraban después de haberla frenado llega ese estímulo, algo escuchaba Dani, algo o alguien la había echo luchar contra el control que Debrah tenía sobre ella. Y eso le molestaba a Debrah, no el echo que Dani luchara contra su control, ni el dolor de cabeza que eso le suponía, le molestaba que no sabía que era ese estímulo.

Agarró la botella y bebió con ansias, sintió como el whisky le bajaba por la garganta y le encendía la sangre, se acercó al cervatillo que se desangraba y mordió en la yugular, masticó la carne, varios goterones de sangre le rodaron por la barbilla y cuando lo tragó se dio cuenta de que era lo que le faltaba, la carne de un animal no servía contra Dani, necesitaba carne, de un jinete...aunque fuese un alma podrida...se rio con ganas, iba a ser fácil:

-Yarchik, tienes que traerme a Jake dile que es un trabajo, tiene que estar emborrachándose por aquí cerca.

Yarchik asintió:

-Mandaré a alguien a buscarlo.

-¡Pero ya! ¡estoy perdiéndola!

Yarchik salió de la habitación, dejándola sola, Debrah la escuchaba, escuchaba a Daniela gritándole que la dejara:

-¡No voy a soltarte! ¡eres mía!

No entendía muy bien a Dani, era como si la voz se distorsionara, Debrah se dejó caer sobre la pared, prestó atención "¡Me esta esperando!...¡esta muriéndose!..." ¿Quién se moría? eso la diablesa no lo supo, se arrastró hasta la botella de whisky que había soltado en el suelo, se había vertido un poco, la agarró, se la acabó rápidamente y la estampó contra la pared. Se encogió en el suelo, acercó las rodillas a su pecho y se agarró la cabeza con las manos:

-¡CALLATE! ¡aunque te suelte no recordarás nada!

¿Qué le había contestado la chica en ese instante? no llegó a oírlo, Jake entró a la habitación borracho, seguido de Yarchik que cerró la puerta según entró. Debrah sonrió y se levantó del suelo, Jake la miraba confuso, ella enredó sus brazos en el cuello de aquel asesino y mirándole a los ojos le susurró:

-Tú me quieres ¿verdad Jake?-el nombrado asintió- tienes un último para mi y como pago te reuniré con tu amada Rubí.

Al oír esas palabras Jake abrió mucho los ojos, tenía miedo, sabía como iba a acabar todo eso,  Debrah le sonrió antes de, como había echo antes con el cervatillo, morderle en la yugular y matarlo con este gesto. La diablesa tragó gustosa la carne. Yarchik fue a decirle algo pero Debrah lo mandó a callar con un gesto de manos, cerró los ojos, no oía a la chica, por un momento pensó que había ganado pero sintió una punzada en el brazo y lo supo, escuchó a Yarchik preguntarle:

-¿Qué ha pasado al final?

Rabia en estado puro, eso era Debrah, le dio patadas al cadáver de Jake mientras gritaba:

La era de los dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora