Capitulo 11: Salvame de mi misma

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Después de escuchar a Nixi Dani había bajado rápidamente para encerrarse en su cuarto y ahogar sus lágrimas en la almohada. A la mañana siguiente se había despertado con los ojos rojos y sintiendose pesada, era como si le doliese respirar, no había hablado con Diablo, no le apetecía hablar con nadie, pero ese día era el que había estado estado esperando durante meses y tenía que parecer alegre o al menos solo cansada. Ese día abrian de nuevo la piscina y había quedado con Alba para ir las dos, además también volvían Isabel y Rocío, dos hermanas que vivían en una ciudad no muy lejos de allí y que pasaban en el pueblo de Dani el verano en una casa que tenían en el pueblo. Definitivamente, tenía que moverse, la mañana se le pasó muy lentamente como si el día quisiera hacerse más largo para hacerla sufrir, se había mirado detenidamente en el espejo pensando que esa cara, esos brazos que tenía, su color de pelo, estaban mal que no deberían ser así. Se alegro un poco cuando Alba llegó para irse ambas a la piscina, estuvieron un rato ellas solas hablando y dandose un buen baño hasta que llegaron Isabel y Rocío y se unieron al baño. Hacía mucho tiempo que no se veían y Dani se alegró de verlas, Isabel le sacaba un año, aunque tenían la misma altura, Isabel era morena con los ojos y el pelo muy oscuros y un físico de atleta, por la mañana ambas hacían competiciones ganando siempre Isabel, Rocío era bajita con la piel blanca y con unas pocas pecas, tenía el pelo de un castaño rojizo y apenas le llegaba a los hombros, Raquel era tres años más pequeña que Dani. Dani se fue animando poco a poco, se salieron al césped a echar una partida de cartas, había llegado hasta Sandra (la hermana pequeña de Dani)cuando en medio de la partida algo les llamó la atención a las cinco, acavaba de entrar en la piscina un chico de la edad de Isabel, era alto y atlético, llamaba la atención en el su pelo rojo sangre y sus ojos ambarinos (uno verde y otro azul). El chico se paró y buscó a alguien con la mirada, para la sorpresa de Dani se dirigió hacia ellas, Isabel le saludaba con el brazo "A ver, este es Marc, era un compañero de mi clase pero se muda aqui. Estas son mi hermana Rocío, Alba, Dani y Sandra la hermana de Dani. Ellas son de aqui" Marc les sonrió "Espero que nos llevemos bien" Marc resulto ser muy simpático y gracioso aunque algo egocéntrico, Marc captaba la atención en Dani había algo en él que le hacía muy especial era algo que claramente no era humano. "¡Perdiste Dani al agua!" esa era la condición del juego, quien perdía al agua, Dani se zabulló sin dudar ya que le encantaba el agua. Debajo del agua Dani escuchó el rugido de un dragón y la voz de una mujer que la llamaba , subió rápidamente pero todo seguía normal, las demás estaban rebuscando en sus mochilas cuando llegó donde estaban "¿Ya hemos acabado de jugar?" Alba le contestó "Si, nos vamos a comprar algo al bar ¿vienes?" Dani le contestó mientras se enroscaba en la toalla "Que va, no he traido dinero" "Bueno pues te quedas con Marc" Dani miro a Marc que estaba lívido y le dijo bromeando "¿Sabes? a veces pienso que se les quita las ganas de jugar en cuanto me ven peder" Marc solo la miró y le preguntó "¿Tú lo has oído?" eso puso alerta a Dani que le preguntó "¿El qué?" "Un rugido de..." "De un dragón" Dani acabo la frase por él ¿Era posible que tuviese a un jinete delante de ella? Dani quería asegurarse de que era así "¿Solo has escuchado eso?" "No también una voz, como la de un niño, llamandome" Otra vez un rugido y por la cara que puso el también lo había oido, entonces la vio, una mujer de apenas treinta años con el pelo verde y rizado que le llegaba por debajo de los omoplatos, llebava una túnica griega lila, su piel era blanca como la nieve y sus ojos de un delicado verde agua, era como se había imaginado a su madre, aquella mujer era Rubí y solamente le dijo a Dani sonriente "Solo tu puedes verme hija mía" extendió un brazo apuntando una esquina de el recinto de la piscina "Esta allí, está llamando a su jinete" y tal como vino desapareció. Dani se levantó de un salto, agarró a Marc de la muñeca y le dijo "¡Ven" corrió hacia esa dirección, sin cambiar el rumbo ni para esquivar las mesas, en de esquivarlas pasaba por encima de ellas como un rayo (aunque hubiese gente jugando a las cartas) cuando llegó a la esquina paró de golpe y observó lo que había a su alrededor, enfrente de ella había un enorme árbol, Marc miró entre las ramas y le dijo a Dani "Mira ahí" Dani se acercó y entre las ramas vio un huevo de dragón de un azul oscuro y aunque iba descalza y con bikini comenzó a escalar el árbol según subía el huevo comenzaba a brillar con más fuerza. Dani se agarraba a las ramas con una seguridad, fuerza y equilibrio que no había tenido antes, cuando llegó a la altura del huevo saltó de rama en rama hasta llegar a la que estaba. Cogió el huevo entre sus manos, dejó que la ola de calor se esparciera por el y le dijo a Marc que la miraba sorprendido "¡Marc! ¡Cójelo!" Y dejó caer el huevo que Marc cogió sin saber que era. Dani bajo al suelo como si fuera una gimnasta en las barras paralelas, saltaba haciendo cabriolas y giros en el aire, cuando estuvo al lado de Marc este la miraba demasiado sorprendido como para hablar, Dani le dijo mientras se sacudia el polvo "Eso es tuyo pero tienes que procurar que nadie lo vea ¿De acuerdo?" Marc solo asintió rápido Dani añadió "Volvamos, las otras deben estar a punto de llegar" ambos se fueron hacia donde tenían las toallas, a lo poco llegaron las chicas con un montón de gominolas de todo tipo. Si Dani no se hubiese acerelado tanto se abría dado cuenta de que los grises ojos de Diablo no habían perdido detalle de aquel extraño suceso. A las nueve de la tarde cuando el sol se estaba poniendo empezaron a recoger para irse a sus casas "¿Mañana a la misma hora?" preguntó Sandra, fue un si general, todas se fueron excepto Dani que se quedó esperando a Marc, cuando la acompañó a su casa Marc no dijo nada a si que estuvieron en un silencio incómodo para los dos, ya se acercaban a la casa de Dani cuando Marc se paró y le dijo "Es increible" Dani lo miró confundida "¿El qué?" Marc se puso a milímetros de ella y la rodeó con sus brazos "Que me gustes tanto y solo conocerte de una tarde" eso pilló a Dani por sorpresa pero fue peor cuando Marc la besó, su corazón latió a mil y se le encogió el pecho pero a pesar de todo le devolvió ese beso. Marc se separó de ella, le sonrió y se dirigió a su casa mientras que Dani no entendió bien aquello, su vida empezaba a ponerse complicada y otra vez no había notado la mirada de Diablo mirandola dolido. Los sentimientos de Dani eran confusos ahora que creía que empezaba a corresponder el amor de Diablo aparece Marc que la hace estremecer con una mirada y todo esto quitando que era ella la que debía recuperar Trémula.

La era de los dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora