Parte 18

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Jung Kook era un chico muy agradable, me gustaba pasar tiempo a su lado. Me ayudaba a relajarme y olvidarme de mis preocupaciones. De verdad que no quería que regresará a su casa.

-No lo olvides. No debes llamarle -dije abriendo la puerta principal del edificio. - Y si va a tu casa, no vayas a abrirle la puerta.

-¿No es demasiado?

-Sólo haremos que se desespere un poco. Es divertido ver cómo se enojan- me reí.

-¿Ya has pasado por algo similar? -preguntó curioso.

-Podría decirte que sí, pero le querido a escondidas por un largo tiempo que no tuve la oportunidad de decir que eso me pasó. Que se ponga celoso... - hice una sonrisa de lado. -Sólo es algo que le pasan a las personas normales.

-Ese alguien... ¿es Jimin? -en ese momento Jimin salió acompañado de Taehyung.

-Mmm -afirmé bajando la mirada. -no vayas a mencionar ese nombre de nuevo. Ya que él vive cerca, podría escucharte y no quisiera que se enterara.

-Está bien... prometo no hacerlo- levantó su mano derecha en señal de juramento. Eso hizo que soltara una risita.

-¡Hola! -Taehyung saludó con la mano llamando nuestra atención. Sólo sonreí en respuesta, pero el idiota se acercó dejando a Jimin atrás . -¿Cómo estás?- en ese momento comenzó a acercarse.

-Ya me voy, Haneul- dijo Jung Kook dando vuelta la bicicleta para irse. -Gracias por el té. Me divertí - sonrió.

Taehyung paró frente a nosotros.

-Hola Haneul -Sonrió. Hice una leve reverencia. -Iremos a cenar, quería saber si nos acompañas.
-No puedo, ni siquiera llevo la ropa adecuada...

-¿De qué hablas? Te ves bien - después Taehyung miró a Jung Kook - Si queres puedes venir.

-Muchas gracias, pero no puedo.

-¿Te molesta si me la llevo? -Le preguntó a mi nuevo amigo. Jung Kook negó, después me saludó con un beso en la mejilla y se fue. -Es hora de irnos- me llevó hasta la otra vereda. - Cambio de planes ya que Haneul aceptó venir a cenar. Me encargaré de buscar la comida y cenaremos en casa ¿Te parece? - Le preguntó a Jimin. Su amigo asintió serio. Fue como si no le gustara la idea.

Subimos juntos en silencio. Al llegar hizo que pasara primero.
-¿Quieres tomar algo?

- Lo siento si molesto- hice una reverencia. -Taehyung no debió insistir si no estabas de acuerdo... - no respondió porque su celular nos interrumpió así que se fue a atender la llamada al cuarto.

Caminé hacia la ventana que daba hacia mi edificio. Me preguntaba si alguna vez se le habrá cruzado mirar hacia mi balcón... sonreí de lado. Eso jamás pasará.
Lo que más quería era que Taehyung se apresurara en regresar. Porque esto se volvería incómodo.
Gracias a Dios escuché que se abrió la puerta principal.

- Traje pizza y helado- sonrió. -¿Jimin?

-Creo que está hablando por teléfono.

-¿Puedo saber porqué esa cara?

- Parece que a Jimin no le gusta ésta idea... Quizá deba volver.

- Tú qué sabes...

-Su rostro lo dice todo...
-Él tiene otra cosa. Mejor ayúdame a poner la mesa- fue a la cocina. Trajo unas latas de cerveza.-¿Ese chico es tu novio? - se paró frente a mí.

-¿Porqué? Como si eso fuera importante..

-Lo es. Contesta.

- ¿Qué me dices de Yoko?

-Me gusta. -le quedé mirando- ¿Qué? ¿No querías saber? Ahora respondeme.

-Jung Kook es alguien que me agrada- sonreí.

- Ya regresaste.-Jimin se apareció. - Cenemos. Tengo hambre -dijo sonriendo de lado.

La cena fue agradable porque Taehyung hablaba y preguntaba algunas cosas. Sin embargo Jimin estaba serio, como si no le agradara que yo estuviera aquí.
Después de unos tragos, Tae cayó rendido en el sofá. Jimin trajo un edredón para arropar a su ebrio amigo. Yo mientras tanto ayude a limpiar.
Cuando terminé me dirigí hacia la sala. Hice una reverencia en forma de saludo.

-Gracias por la comida. Dile a Taehyung que le debo unas pizzas.- me reí. Como no me respondió borré mis sonrisa y me di vuelta para ir hacia la puerta. Sentí su mano sobre mi brazo para que me detuviera.

-Todavía no te vayas.

-¿Sucede algo?

-Quiero tomar un café contigo. - sus profundos ojos negros hace que me derrita como un cubo de hielo bajo el sol. Asentí sin poder darle alguna excusa. No importaba si mi madre llamaba a la policía. Sólo quería quedarme con Jimin.

Me llevó hasta el balcón y me dijo que espere.

-¿Hace cuanto vives aquí?- me entregó la taza de café mientras con su mirada señalaba mi piso del edificio contrario.

-Toda mi vida. -Me encogí de hombros. Le di un sorbo a mi café. -¿Porqué?

- Estoy aquí hace tres años y medio... jamás noté que estabas frente a mí. -de pronto recordé el momento en el que lo vi por primera vez.

-¿Porqué mencionas eso de repente?

-Es sólo porque me hubiera gustado haberte conocido antes. - dejó su taza sobre el borde del balcón. Se paró frente a mí- ¿Porqué nunca te vi cruzar la calle? ¿Porqué jamás te paraste frente a mí? ¿Porqué fuiste ignorada todo éste tiempo? -mientras hacía estas preguntas se acercaba a mí lentamente. -¿Tampoco me habías visto antes?- No le contesté porque mi corazón latía tan rápidamente que sentía que se saldría de mi pecho. -También ¿Me ignoraste?

-Yo... -bajé la mirada- jamás te he ignorado. Ni un sólo día... -dos segundos después sentí su mano sobre mi nuca haciendo que nuestros labios se unieran. Me había quedado atónita porque besar los labios de Jimin era algo que, únicamente en mis fantasías había probado. Sus suaves labios hacían que me derritiera de una manera que ni yo imaginaba. Traté de responderle, pero los estúpidos nervios me ganaban. Mi corazón se encendió y un calor subía por mi cuerpo hasta llegar a mi cara. Llevé ambas manos hacia su cabello acariciándole con cariño.

Mi VecinoWhere stories live. Discover now