Parte 9

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En verdad no veía la hora en el que el amigo de Jimin apareciera para cortar este momento incómodo.

—¿Podrías decirme dónde vives?— dijo de repente. De nuevo esa picazón incómoda.

<<¡Carajo!>>

—¿Por qué quieres saber?— me reí nerviosa. Intentaba pensar cómo mentirle...

—¿Tienes miedo?— dijo curioso. Negué riendo.

—Ya volví— dijo Taehyung. Se oía algo agitado—Traje muchas cosas para que puedas alimentarte y estar fuerte. Queremos que te recuperes pronto, ¿verdad?— me dirigió una mirada.

—¡Idiota! Si me vuelves a hacer algo así, te cortaré las piernas.—esa voz chillona podría reconocerla a 100 metros de distancia. —¡Jimin! —la barbie se dirigió a abrazarle muy melosamente. Acariciaba su espalda de una manera que en verdad no era grata. Taehyung puso los ojos en blanco.

—Creí que regresarías a casa— dijo Jimin un poco incómodo.

Yo no sabía si alejarme lentamente hacia afuera de la habitación y en cuento pudiera correr a casa , o ir hacia la cocina, tomar un tenedor y clavárselo en la nuca. Solo me di media vuelta seguir mi camino a casa.

—¿ A dónde vas? —dijo Taehyung sacando lo que había en las bolsas.

—Regresaré a casa. Jimin tiene muchas personas aquí. Tal vez vuelva después.

—Si es por que Umji está aquí, no te preocupes. Se irá pronto. —Sonrió. —Mejor ven a ayudarme a cocinar, porque soy malo en la cocina y ella no sabe cocinar ni un huevo frito— dijo con cierta malicia.

—¿Cómo sabes si sé cocinar?

—Porque te ves como una buena cocinera— sonrió. Mi respuesta fue una simple carcajada.

Me acerqué hacia la encimera tomando una bolsa que tenía verduras.

—¿Puedo preguntar algo sin que te ofendas? — Asentí. Se acercó a mí y dijo en voz baja:—¿Te gusta Jimin?

—¿Qué? — me reí nerviosa.

—Oye, tú no puedes negarme nada. Incluso a con solo una pregunta te has puesto roja. —sonrió. —Vamos, dímelo.

No iba a responderle, era un completo desconocido, aparte de que era el mejor amigo de Jimin.

—Puedes imaginar la respuesta— dije intentando demostrar desinterés.

—Imagino que te gusta mucho. —Chisté por miedo a que escucharan sus palabras.— ¿Lo ves?

—Te diré que si no dejas de hablar, haré que te tragues todo esto— dije señalando con la mirada las verduras.

—Te veías amable.

—Cállate y corta esto.

—Claro, pero debo arreglar un asunto antes— sonrió dándose vuelta para salir de la cocina.

Segundos después escuché que Taehyung traía a la fuerza a la barbie quien hacía unos minutos que estaba en esa habitación junto a Jimin.

—¡Ah! Déjame en paz. ¿Por qué siempre jodes cuando estoy con Jimin?

—Tienes que irte, pasas toda la semana aquí. Ya deja que descanse un poco.

—Vengo a cuidarlo.

—Ahora estoy yo. Ven otro día. Yo te avisaré cuando salga de aquí.

—¡No me voy a ir! Le prometí que hoy me quedaría todo el día con él.

—¿Porqué no le prometes que vas a venir una vez a la semana?— no pude evitar reírme por lo bajo. Taehyung era malo si se lo proponía. —Ya vete. No es necesario que estés aquí. Hoy me quedo en tu lugar.

—¡Suéltame!....—Escuché que cerró la puerta con llave.

—¿Qué hiciste?— salí de la cocina.

—Despachando personas. Somos muchos. Alguien tenía que irse.

—No debiste echarla de esa manera.

—Da igual lo que pienses, yo sé que hice bien— se acercó para ayudarme.

Tenía razón. Estaba agradecida de que la hubiera sacado de la casa. Los celos me carcomían porque no sabía lo que sucedía adentro. Imaginar que se sentaba a su lado o tomaba su mano, lo abrazaba de una manera tan melosa... Quizás hasta le haya robado algún beso.... Sinceramente quería arrancarle las entrañas.

Mi VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora