-Te perdonó Brian, tenías miedo y ahora comprendo todo. Te perdono — Brianna sonrió y le acaricio con la mano la mejilla de Brian May, él la tomó y beso su mano, en muestra de agradecimiento

-Rogerina, perdón hija. Di que me perdonas, perdón por no dejar que crecieras con un padre, perdón por no protegerte, perdón por

-Ya no digas nada — interrumpió la joven — Te perdono, papá

Brian volvió a abrazar tan fuerte a las dos únicas mujeres que amaba. Beso a cada una en la mejilla y les prometió tantas cosas, una de ellas es que jamás las iba a volver abandonar.

Freddie y Fredderina no pudieron soportar más el amor que ambos se tenían, se habían entregado el uno al otro de nuevo y ahora con tanto amor. Cuando hubo terminada dicha escena de amor, los dos yacían sentados en la cama, Fredderina con una bata cubriendo su cuerpo y Freddie tan sólo con sus calzoncillos. Ambos estaban tan emocionados con su boda, que no pudieron soportar más hacer la lista de invitados, los preparativos, llamadas a distintas cadenas de banquetes, sacerdotes, al registro civil y tantas llamadas más.

-Yo opino que invites a Bowie — sugirió Freddie — Es un buen amigo mío y de John, y ya que John será nuestro padrino, sería genial tener a nuestro compañero también

-Ya, ya, ya — dijo Fredderina — Acabó de anotar su nombre, ahora cállate

-Te amo — molesto Freddie

-Quiero que mi hermana sea también mi dama de honor, ella, mi sobrina y mi madre — suplicó

-Lo que tú desees, mi amor — le complació Freddie y anotó el nombre de las tres mujeres en el papel

-¿Y Brian y Roger? — preguntó Fredderina

-Ellos no van a faltar a nuestra boda, no lo harán — Freddie se mostró serio — Ellos son mis amigos, los estimó

-Está bien — dijo

-¿Para cuándo entonces? — preguntó Freddie

-Dentro de tres meses — Fredderina anotó la fecha en la parte superior de la lista de invitados

Mientras tanto en el hospital con John. El hombre de cabellos esponjados estaba en la habitación en donde el pequeño Sammy se encontraba jugando, el doctor le había dado la buena noticia de que su pequeño hijo sería dado de alta ese mismo día, por lo tanto John Deacon se sintió más feliz que nunca, le daba mucha alegría enterarse que no pisaría de nuevo ese lugar, de que no vería más a su hijo en esa camilla, atado a cables y luchando por su vida, era tan feliz por eso.
Pero también estaba molesto, mucho a decir verdad, Joahnna, la mujer que amaba, la mujer que pensó que estaría a su lado en ese momento de felicidad, no estaba, no volvió al hospital y eso lo tenía decepcionado. John se preguntaba en dónde podría estar, por qué no había vuelto como lo prometió, por qué a pesar de que iban a iniciar una relación por fin, ella lo abandonaba en su mejor momento.

John tomó por fin a Sammy en brazos, lo lleno de besos, muchos besos, firmo muchos papeles en la recepción del hospital, una fuerte cantidad de dinero y finalmente se marchó. Su rostro tomó aire fresco al estar por fin fuera de ese tormento, comenzó a caminar a su auto y metió todas las cosas de Sammy en la cajuela, ni la mujer que amaba, ni su mejor amigo, estaban con él.

Joahnna subió las escaleras de su casa tan sigilosa, al darse cuenta de que ninguna de sus hijas o su nieta estaban ahí, decidió actuar rápidamente, sin dejar alguna evidencia, quería actuar antes de arrepentirse. La anciana abrió la puerta de su closet rápidamente, comenzó a sacar sus vestidos, todos de color negro, sacó una maleta y comenzó a meter todas sus prendas en ella, desde abrigos, bragas y cosméticos.

I Want To Break Free •TERMINADA•Where stories live. Discover now