Capítulo 16.

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A la mañana siguiente al estirar su cuerpo para romper con la pereza fue cuando volvió a la realidad, como si un gran balde de agua fría cayera sobre ella, Lauren no estaba a su lado, de hecho, su lado estaba tan frío que seguramente hacía horas que ya no estaba ahí.

Cerró los ojos recordando lo placentero que se sentía el cuerpo de la cirujana sobre el de ella, como había tocado el cielo, y luego lo segura que había dormido en los brazos de Lauren.

Reprimió un llanto, qué podía hacer, ella sabía que sería así al despertar, lo sabía, así que no podía hacer nada al respecto, o al menos por el momento.

Con el cuerpo envuelto en las sabanas se dirigió para darse una ducha, pero cuando estaba por entrar al baño encontró lo que parecía una carta sobre una de las mesitas de noche de la habitación, estaba segura, que aquello no estaba antes.

Tomó la carta en sus manos y se sentó en el borde de la cama aun con las sabanas cubriendo su desnudo cuerpo. Ya no llovía, sólo el ruido de la ciudad estaba ahí, antes de desdoblar el papel con una mano intentó ordenar el cabello que le caía por el rostro, respiró profundo e hizo visible aquella carta.

"Camila, seguramente te preguntarás por qué estoy escribiendo esto en uno de los papeles que encontré en uno de tus folios de información.

Llevo casi una hora mirándote dormir, aun cuando ha sido casi imposible salir de tu agarre para lograr salir de la cama.

La lluvia cae, y tienes los labios entre abiertos mientras duermes con el cabello desordenado, y yo sólo puedo pensar en todo lo que ha pasado éstos días, y la verdad, las casi imposibles coincidencias que han ocurrido hoy.

Podría decir mil cosas, pero intentaré ser concreta, y hablarte con una sinceridad que quizás yo no me atreva hacer si es que me miras con ésos hermosos ojos que tienes, y escuchar tu sonora voz en mis días.

He llegado a la conclusión de que soy idiota y además tengo miedo, sí, una idiota totalmente, porque por años me he encerrado en mi misma luchando con fantasmas que me han persigo prácticamente toda mi vida, y yo que me consideraba una persona que vivía el presente y veía al futuro me vi simplemente incapaz de vivir lo que realmente he anhelado vivir por tantos años... El amor, del aquel que habita en tus ojos, en tu voz, y en tus manos.

Llámame a la hora del almuerzo, seguramente ya habré salido de quirófano.

Mis besos, para ti.

Lauren."

Camila volvió a releer la carta unas cuatro veces, abrumada por la emoción de las palabras que estaban ahí, a pesar de todo, se sentía confusa, qué significaba aquello, que Lauren les daría una oportunidad a ambas para tener algo, o que las cosas seguían igual, pero por qué Lauren además estaba en Nueva York operando, realmente sería que ella estuviera considerando mudarse de ciudad, y entonces, qué pasaría con ambas.

...

La cirujana se retiraba el gorro y la mascarilla quirúrgica cuando iba saliendo de la zona de pabellón mientras los ojos de su mentor la examinaban.

- Veo cuánto has mejorado allí adentro. – Refiriéndose al quirófano.

- Gracias Dr. Green. – Dijo humildemente.

- Me alegra no haberme equivocado al escogerte, aunque, siento que tú también me escogiste.

Lauren se detuvo en el cabello blanco del hombre y los ojos azules oscuros que tenía, se sentía tranquila, su mentor siempre lograba eso, no habían sido sólo técnicas quirúrgicas, medicina y tratamientos lo que le había enseñado, casi al contrario, él siempre decía que eso iba más por ella, y él aportaba la sabiduría, la paciencia, la determinación, y el empujón que siempre necesitaba la joven cirujana en sus primeros pasos.

Latidos. (CAMREN)Where stories live. Discover now