XIV. ¿Un pergamino cualquiera?

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*Un mes atrás*

Will vio partir a Robin rumbo a la mansión y justo cuando intentaba seguirlo, recibió una llamada del pequeño John.

–¿Qué ocurre, John?

–¿Sigues con Robin? –Él negó. –Lo que pasa es que creo que lo estamos perdiendo Will, ya no es el mismo ladrón de siempre.

–Lo sé, John, no tienes que decírmelo, creo que lo mejor es que hable con Emma.

–Hace un momento se puso furioso cuando me atreví a juzgar a la Reina.

–Lo entiendo pero no te preocupes, buscaremos una forma de salvar la vida de Robin de las garras de esa mujer que, sabrá la vida, qué le ha dado para tenerlo así.

*Granny's*

Emma estaba con el resto conversando sobre la visita de Robin esa mañana cuando Will entró con mal semblante.

–¿Will?, ¿qué pasa?, ¿todo bien? –Preguntó Mary al verlo entrar de esa manera.

–No, nada está bien, Robin ha perdido la cabeza y a mí me preocupa lo que pueda hacer.

–¿De qué hablas? –Emma replicó desconcertada. –Hace un par de horas estuvo aquí y todo estaba normal, ¿qué pasó?

–Me fue a buscar hace un par de horas, me dijo que necesitaba a un amigo para aconsejarlo y dentro de la plática salió la Reina al tema.

–Eso es normal, ¿no crees? –Interrumpió Killian con cierto sarcasmo.

–Lo que no me pareció normal es el hecho de que se está enamorando de la Reina y está tratando de olvidar a Regina. –Soltó de golpe.

–¡Eso no puede ser cierto, tenemos un trato! –Recalcó David con molestia. –La Reina NO se puede quedar en este pueblo.

–Dudo mucho que eso suceda, Robin podrá decir eso pero la inercia de la vida hará que se dé el cambio porque va a apelar a la esencia de la Reina y todos sabemos que eso nos lleva a Regina. –Aseguró Emma.

–Estoy de acuerdo contigo en eso Emma pero puede que no suceda así. –Expresó Gold. –A pesar de la diferencia que noto en la Reina, si el ladrón no intenta cambiarla, ella no lo hará por sí misma.

–Entonces, ¿qué es lo que tenemos que hacer? –Preguntó Zelena.

–Confiar en que las cosas se resolverán en manos del ladrón. –Contestó Gold. –Tenemos que creer que hará lo correcto porque de lo contrario, quedaremos en un callejón sin salida.

Lo miraron entre nerviosos y desconcertados, ¿cómo debían tomar esa respuesta?

*Paralelamente en el lago*

Roland y Henry estaban bajo el cuidado de la Madre Superiora, ambos chicos estaban en su mundo –ambos en uno completamente diferente y ajeno al del otro–, Roland jugaba con los patos mientras Henry lo contemplaba sentado, unos metros lejos de él.

Azul los observaba con detenimiento desde el pórtico de la casa y le tuvo la sensación de que Henry necesitaba hablar con alguien, así que se acercó hasta él y se sentó a su lado.

–¿Todo bien?

–¿De verdad me lo está preguntando, Madre? –Cabizbajo. –¡Nada está bien!, mi madre no me recuerda y mi otra madre tiene la vida hecha un desastre. A veces pienso que todo iría mejor si yo no hubiera buscado a Emma nunca.

–A ver, Henry, sé que estás molesto y que te sientes decepcionado de todo pero no puedes bajar la guardia, en este momento, tu familia te necesita más que nunca; recuerda que tú tienes el corazón del verdadero creyente...

Entre las Sombras de la ReinaWhere stories live. Discover now