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Beth estaba sentada con un libro en las manos, hacia tanto tiempo que las cosas no eran tan tranquilas, desde que habían llegado a Kansas preocuparse por los caminantes no era problema porque mientras que en la cárcel había rejas que en cualquier momento podían caer, en Kansas con los tornados tenían un almacén subterráneo y cuando los caminantes parecían se demasiados simplemente se ocultaban en el suelo.

Y las personas, el pueblo de Brandon había sido demasiado salvaje al principio de las cosas y las otras pequeñas comunidades estaban muy asustadas de ellos, además se habían encargado de hacer parecer el lugar abandonado. No había bosques tan amplios como en Georgia y por esa razón su grupo se había vuelto tan indispensable en la cacería.

Rápidamente se adaptaron a su nueva casa, a su nueva vida y a que pudo sobrevivir lo que fuera. Beth sonrió muy satisfecha de lo que había conseguido. En ese momento entró Brandon y Maggie con una bolsa negra, ella los conocía bien para saber que dentro de esa bolsa había algo que les hacía reír.

—Te traje un obsequio y unas hermosas lecciones— bromeó Brandon.

Beth les estudió con curiosidad — ¿De qué están hablando? —.

Maggie sonrió —Brandon me dijo lo que comentaste sobre seducción y nosotros vamos ayudar con eso—.

La boca de Beth se abrió por completo —Era una broma, no lo dije en serio ¿Y cómo te atreves a hablar de eso con Maggie?—.

Brandon se sonrojó un poco —Sí, no lo hice con intención solo se me salió de pronto—.

Maggie se sentó en la cama —Eres muy joven y tienes mucho que aprender, solo queremos ayudar — luego abrió la bolsa y le mostró una hermosa lencería de encaje color azul —Además ¿tienes una idea de lo difícil que fue hacer una carrera para esto? —.

Beth se puso roja —No voy a hablar de Daryl con ustedes dos—.

— ¿Y quién dijo que ibas a hablar? Tienes mucho que escuchar—Brandon sonrió de modo burlón y chocó cinco con Maggie.

Por su parte Daryl estaban fuera en la muralla haciendo vigilancia con Merle, Rick y Carla. Todo era muy callado, aburrido así que Daryl comenzó a dejar su mente viajar. Era estúpido porque estaba de guardia, pero había vuelto al día en que Beth y él habían dicho sus votos matrimoniales, ambos habían acordado no vestidos ni anillos pero ese día que cada uno se había levantado en su cuarto; todos en el pueblo habían organizado algo para hacer una fiesta.

Glenn y Rick habían traído un pantalón de vestir negro y una camisa blanca, Maggie había conseguido un vestido de verano blanco. La madre de Brandon hecho una comida especial mientras su hijo era quien casi había peleado con Daryl y Beth para arreglarlos adecuadamente. El colmo había sido Merle que había entregado pulseras de plata para cada uno, cuando Beth y Daryl le habían mirado desconcertados él se encogió de hombros, Merle solo había dicho—Me obligaron—.

Todo se había convertido en una pequeña ceremonia. Daryl había visto a Beth con una pequeña trenza y flores blancas en el cabello, el lápiz labial rosa y el vestido que caía sobre la bella figura de la mujer así que se había olvidado de lo incomodo que se sentía vestido de esa manera. Se tomaron de las manos y dijeron lo que querían decirse solo ellos, lejos de los demás a pesar de sus protestas.

—Divertida la vida de casado ¿no? — se burló Merle de pronto, su hermano nunca iba a cambiar.

—Cállate— le cortó de pronto Daryl, no tenía ganas de compartirlo con nadie.

Pero Merle era Merle y actuar de otra manera era imposible, sonrió y volvió a decir —Apuesto a que cada noche retozas, a menos que seas marica—.

Nacida así (bethyl)Where stories live. Discover now