— Sí, creo.

— Pues igual.

Jimin soltó una sonora carcajada, no por el hecho de aquella tonta broma, sino las expresiones de Jini, si no fuera algo tan loco, seguramente le creería. Lo hacía ver tan normal y casual. Subieron al Camaro y pronto Jimin dio marcha a la casa de su novia. El camino había sido incómodo; Jimin conducía y apenas hablaba, antes, Jini lo regañaba, diciéndole que cerrara la boca o chocarían y Jini estaba usando su celular y muy pocas veces levantó la vista de la pantalla, ella solía estar inquieta o viendo por la ventana, pero más que todo, cambiando las estaciones de radio una y otra vez sin poder dejar una.

Esta vez la radio estaba apagada.

La fiesta ya había empezado, autos aparcados a las orillas de las calles, Jimin avanzaba lento. Para suerte de él, tenía permitido entrar por la cochera y estacionarse en el garaje, justo así lo hizo. Puso el auto en neutral y apretó el volante, seguido de un suspiro. Jini lo miraba curiosa. Luego de unos largos segundos, Jimin apagó el motor. Jinyoung desabrochó su cinturón y agarró la manija, pero Jimin la tomó de la muñeca y tiró de ella, abrazándola.

— Te quiero, Jini.

Jinyoung tragó duro, cerró los ojos y asintió contra su pecho, le devolvió el abrazó y se separó de él, viéndolo directo a los ojos.

— No hagas nada estúpido hoy, ¿de acuerdo?— Le pidió con algo así como tristeza en su voz. Jimin asintió en silencio.— ¿Me lo prometes?

— Te lo prometo.

Jinyoung lo volvió a abrazar y le dio un beso en la mejilla, apresurándose a salir del auto. Jimin pronto llegó a su lado y juntos fueron al jardín trasero donde estaban todos. Aunque a ella no le caía bien Hyemin, no le gustaría saber que a la mitad de la fiesta, Jimin desapareciera dejándola sola en su día especial. Eso no estaría bien.

— ¡Amor!— Hyemin se acercó.

Desde lejos había notado que Jinyoung lo acompañaba, por eso mismo, gritó y casi llegó corriendo, capturándolo en sus brazos mientras lo besaba.

— Pero qué hermosa te ves, Hyemin.— Jimin le dio una vuelta, ella rió tontamente.— Hoy es tu noche, recuérdalo.

— Uhm...— Jini carraspeó su garganta, llamando la atención de ambos.— Sólo quería decir que, feliz cumpleaños pe...— Sus labios se sellaron de repente.— ¡Hyemin! ¡Sí! Hyemin.... Bueno, permiso.

Jimin no pudo verla irse, el ocultó su cara antes de empezar a reír como loco. Jinyoung estuvo a punto de llamarla "perra mala". Eso habría sido de lo mejor de toda su vida, sin duda. Hyemin le dijo que Jinyoung cada vez era más rara, a lo que Jimin le llamó la atención. Jinyoung podía llamarle como quisiera a ella, pero Hyemin ni por su nombre. Era demasiado para ella.

Jinyoung caminaba entre las personas. Aunque apenas empezaba, ya había bastante gente, aunque, el espacio sobraba. Había unas cuantas mesas, con manteles y cubiertos. Algunos estaban sentados en ellas. Otros simplemente bailaban o estaban parados por cualquier parte del jardín, charlando. Todos con sus ropas elegantes pero a la vez casuales, los únicos que se distinguían eran los meseros. El ambiente no le gustaba a Jini, era como ver a Hyemin multiplicada en ambos sexos. De pronto, extrañaba como nunca las fiestas de Hoseok y Jiwoo, donde todos vestían jeans y tenis, donde el lugar era oscuro y con demasiada gente alocada.

— ¡Jinyoung!

Levantó la vista del césped y a pocos metros se encontró con aquel chico. Su sonrisa de sorpresa creció de la nada y como si no lo hubiera visto en años, ella corrió a su lado.

That's Enough ➳ Jimin {Save ME Book #1}Where stories live. Discover now