Capítulo 9.

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Viernes, 12:44 a.m.
Margaret y los cinco chicos se reunieron como de costumbre a la hora del almuerzo. Satisfechos, por el momento, se detuvieron un momento a discutir las ideas que los meseros traian consigo para atraer más clientas. ChanShik estaba ansioso por contar su "brillante plan" - según él-.Ya quería ver la reacciones de los demás pues seguramente a nadie se le hubiera cruzado por la cabeza tal ocurrencia.

—Yo no tengo nada —habló SunWoo, apoyando ambas manos por detrás de su cabeza. No sentía preocupación alguna por ello.

—¿Sabes que eso automáticamente te hace perder? —anunció el mesero mayor, que, al igual que JungHwan y ChanShik, se sentía aliviado por ese hecho —. Tendrás que lavar los trastes con JinYoung durante una semana.

SunWoo y JinYoung se miraron entre si, sonriendo, como si ambos conformasen parte de un plan confidencial.

—Será un placer compartir horas de esclavitud contigo —dijo el moreno. JinYoung no podía estar más de acuerdo con eso.

El primer lugar se debatía entre los meseros restantes; DongWoo, JungHwan y el joven ChanShik. La motivaciones del pelirosa eran nada menos que disfrutar de la comida preparada por su enjuto compañero. Con sólo imaginar tal sazón se le hacía agua a la boca, claro, como a cualquiera.

—¡Sigo yo! ¡Sigo yo! —levantó las manos el pelirosa con bastante entusiasmo a lo cual el castaño terminó por cederle la palabra —. Mi plan consiste en que tengamos una temática a la semana —dijo con una sonrisa tan amplia como sus esperanzas de ganar.

La idea del chico de mejillas prominentes causó diferentes reacciones. Margaret, apoyando a JungHwan, pensaba que sería algo divertido. A ChanShik y DongWoo les pareció algo un poco ridículo. JinYoung y SunWoo solamente tenían curiosidad por saber cómo se llevaría a cabo, agregando el hecho de que aprovecharían cada oportunidad para burlarse de los otros.

—¿No crees qué será un poco caro conseguir vestimentas y decoración? —preguntó el moreno.

—¡Esa es la mejor parte! — respondió JungHwan—. Tengo un primo que trabaja en un almacén donde rentan lo necesario para eventos, convenciones, fiestas infantiles, etc. Nos prestará material a bajo costo.

La miradas refutantes no faltaron en aquélla mesa. La competencia no aceptaba la idea, o más bien era el miedo de perder ante ella. Ya sea que haya una opinión negativa por parte de sus compañeros, la única que importaba era la de Margaret, quien para suerte de JungHwan estaba a favor de ello.

—Bueno —intercepto el castaño, dando por terminada la propuesta del pelirosa —. Mi idea es un poco más sencilla y menos infantil —mencionó de una manera prepotente llamando la atención de todos los presentes —. Ir a la calle, dar pequeñas muestras de nuestros alimentos y/o bebidas e invitarles a venir.

JinYoung y SunWoo movieron la cabeza en señal de que les parecía una idea aceptable pues era más fácil que la del fantaseoso chico pelirosa. Margaret de igual forma apoyó tal propuesta, así como apoyaría todo lo que llegasen a decir.

—Ustedes trabajan todo el día, ¿Cómo harían eso? —preguntó Margaret.

—Los días de descanso —respondió el mesero mayor con una amplia y quisquillosa sonrisa.

El moreno y el pelirosa negaron a ello. No querían desperdiciar un día de descanso en algo que implicara alguna actividad del trabajo.

—Por favor, no creo que tengan planes.

—Pues no, pero...  —vaciló JungHwan, chocando ambos dedos índices entre sí—. Yo quería descansar.

Su repentina actitud infantil causó que un agudo chillido surgiera de entre los labios de la mujer con gafas. Le encantaba cuando los chicos tenían ese tipo de reacciones. Ellos lo sabían. Seguido fingian ese tipo de actitud para obtener ciertos benéficos o favores por parte de la mayor.

—¡No! Ni creas que te vas a salvar haciendo eso  —exclamó DongWoo —. Todos van a ir, también JinYoung.

—¿Qué? —preguntó anonadado —. ¿No deberían sólo ir ustedes?

—¡Todos, he dicho!

JinYoung refunfuñó cruzandose de brazos. No entendía por qué tenía que asistir a tal ocasión si ni siquiera estaba participando en la repentina competencia que el castaño había organizado. Primero le obligaron a cocinar para el supuesto ganador, aceptó ser usado como objeto para atraer más clientes, ahora también debería acompañarlos. Lo que más le sorprendía es que él mismo permitía que lo usarán como uno de esos trapos que en ocasiones usa para limpiar la loza; fácil de manejar. ¿Desde cuando se ha dejado manipular por DongWoo? ¿Desde cuando sucumbía tan rápido a las peticiones de un novato? Es cierto que últimamente se ha sentido más alborozado de lo normal, y aunque tratara de ocultarlo frente a sus prójimos, su pulso ha logrado aumentar cada que piensa en regresar al trabajo. Para él la única razón lógica sería que su estado de ánimo sea la causa de que se haya vuelto más transigente.
Sigues, ChanShik. La voz aguda de su prima logró hacerle bajar de la nube de pensamientos por la que tranquilamente vagaba en busca de alguna respuesta a su inusual comportamiento.
El alto joven explicaba con elocuencia la idea que, sin tanto esfuerzo, logró planear el día anterior. Todos parecían dudar de su eficacia, incluso el mismo ChanShik, pero nada podían perder con intentarlo.

—¿A partir de qué hora crees poder dejar la cocina? —cuestionó Margaret a su joven primo—. Tienes que estar totalmente disponible para cuando se lleve a cabo el plan de ChanShik.

—Normalmente a partir de las siete es cuando mi trabajo disminuye.

—Podríamos cerrar la cocina y sólo servir los postres de exhibición —agregó el moreno, rompiendo el silencio que había estado manteniendo durante los últimos minutos —. Por lo general a partir de esa hora comienzan a ser solicitados.

—¿Seguro que quieres hacer esto, JinYoung? Hace mucho que no mesereas —dijo Margaret miran al susodicho.

JinYoung seguía inconforme con tal ocurrencia, y aun así, incluso con la opción de arrepentirse, se lo había prometido a ChanShik. No podía negarse a ello cuando ya había accedido. Sería una muy mala actitud de su parte.

—Seguro —respondió con firmeza.

Una sutil sonrisa de satisfacción y alivio se alcanzó a divisar sobre las comisuras del joven mesero. Tenía miedo de que JinYoung cambiara de parecer, ahora no tiene duda alguna de que es una persona en la que se puede confiar.

Dio la una con un cuarto. Los itinerarios para poner en práctica las ideas de los meseros ya estaba listo.
Domingo y miércoles. Los chicos junto con Margaret, saldrían a la calles concurridas del centro con una variedad de charolas con pequeñas muestras de los postres y cafés que la pequeña cafetería ofrece, al igual que tratarían de dar una buena imagen de lo que el personal podría ofecerle a la posibles clientas que tendrán en un futuro.
Lunes y Jueves. Fueron lo días asignados para ejecutar la propuesta de ChanShik. La cocina dejaría de estar en servicio a partir de las siete de la noche para que el chico de cabellos morados haga acto de presencia en el comedor. Y, según había contado ChanShik, el resto era solamente cuestión de ponerse en contacto con sus aliadas.
Martes y viernes, días ansiados para el pelirosa. Su creativa táctica para atraer clientas será puesta a prueba durante ese par de días. Conseguirá los materiales necesarios con su primo; adornos, disfraces y artefactos que ayuden a dar más realismo a sus actuaciones en tales días pues hacer vivir su personaje será parte vital para los meseros.
Sería un semana diferente y entretenida. Quizás el trabajo aumente con ello. Quizás y al fin logran dar en el blanco y conseguir que el número de clientas que suelen recibir aumente después de haber pasado la competencia. Quizás mil y un cosas pasen durante esa semana que cambie la convivencia entre los atractivos empleados de tal cafetería...

C a f f e i n e ; JinChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora