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Luna

Cuando llegamos a su camerino me bajó de su hombro y se cruzó de brazos sonriendo. 

-¿Y bien? ¿Por qué me has traído aquí?-pregunté impaciente. 



-Ni un gracias me das por haberte salvado-hizo comillas con sus manos al decir 'salvado'.



-Bien, gracias. Ahora puedes responderme. 



-¿No te apetecía hablar conmigo?-me preguntó extrañado. 



-Ah, no sé, responde tu mismo a esa pregunta. No has querido hablarme en todo el día desde que estuviste en mi habitación, me has estado ignorando todo el rato. Claro, me apetecía mucho hablar contigo-respondí sarcástica. 



-Esta bien lo siento.



-Un lo siento no lo arregla todo-bajé la cabeza intentando ocultarme de su mirada. 

Sus brazos me rodearon y su olor me impregnó. ¿Por qué tenía que ser así de bueno? Tan guapo como siempre, con su típica camiseta a rayas y sus tirantes. Cogió mis brazos que descansaban a mis costados y los puso alrededor de su cintura. Besó mi pelo y se acercó a mi oído. 



-Sabes que soy un idiota cuando me enfado-me susurró-Por favor, perdóname-se separó de mi inmediatamente y cogió mis manos. Las dio un leve apretón y me guió hacia su baño. Me indicó que me sentara en una silla que tenía ahí y sacó el botiquín. Oh no, ya se lo que pretende hacer. Al parecer vio mi intención de levantarme así que se posicionó delante mía impidiendo que me levantara. 

-Louis por favor, no hagas esto-susurré 



-Quiero curarte las heridas, cerrarlas y dejarlas en una cicatriz que esperemos que con el tiempo se quite. Quiero ayudarte. Todos queremos ayudarte. Déjate ayudar, no nos debes nada. Con verte sonreír es más que suficiente-la primera lágrima salió a la luz y se deslizó por mi mejilla. Louis pasó sus pulgares por mis mejillas para quitar las lágrimas. Con sus dedos amplió mis labios creando una sonrisa que me hizo reír-Eso es un estoy perdonado ¿verdad?



-Eso es un me lo pienso-asintió y cogió otra silla para sentarse a mi lado. 



Levantó mis mangas lentamente hasta un poco más arriba de los codos. Abrió el botiquín y cogió gasas y todo lo necesario para curarme las heridas. Miro atentamente mis brazos. Acarició mis heridas con sus pulgares y besó las más profundas. Miré con atención cada movimiento que hacía. Levantó la cabeza al ver que le miraba tanto y sonreí al ver aquellos ojos azules mirándome como siempre. Cogió la primera gasa y limpió suavemente las heridas. Apreté los ojos al sentir el escozor. Sentí sus labios posarse sobre mi mejilla. 

-Tranquila Lu, se pasará en seguida-sopló un poco para aliviar el dolor. 

Al terminar de limpiarlas cogió unas vendas y las puso en mis brazos. Al acabar todo recogió el botiquín y tiró las gasas usadas a la basura. Después me tendió la mano y me llevo al sofá que tenía en la habitación. Los dos nos sentamos y nos miramos a los ojos. 



-Gracias Louis-le dije con una gran sonrisa. 



-Gracias a ti por hacer mis días mejores-entrelazó nuestras manos mientras las miraba-Your hand fits in mine like it's made just for me-cantó y le miré alucinada. 

Se fue acercando cada vez más a mi. Nuestras respiraciones se mezclaron y yo junté nuestros labios en un hermoso beso. Tiré de su cuello para juntarle más a mi, si eso era posible. Sus brazos me rodearon mientras yo sonreía en medio del beso. Al separarnos los dos sonreímos. 

Ready to run|•Louis Tomlinson•Where stories live. Discover now