Ready to run|•Louis Tomlinson•

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Luna

Estaba nerviosa por ver a Louis, él y todos habían venido a salvarme y él recibió el impacto de la bala. Jugué con mis dedos mientras Lottie y yo caminábamos por los pasillos del hospital.

-Hey Luna tranquila-dijo acariciando mi espalda y la sonreí.

-¿Louis está bien verdad?

-Sí, solo está un poco débil. Todo está en orden-ella llamó a la puerta de la habitación y la misma mujer, de cuando llamé a la puerta antes de salir corriendo, nos abrió.

Antes de poder decir algo la mujer, que reconocí como su madre, me abrazó. Se sentía tan bien ser aceptada por ella, la madre de Louis, el no volver a ser rechazada, en verdad sentí como mi corazón latía más rápido. La mayoría de gente me rechazaría, pero Jade, los chicos, Sky, la familia de Harry y ahora la hermana y la madre de Louis no lo habían hecho, no me habían rechazado. Empezaba a sentirme relativamente bien, estaba procesando, pero... ¿sería capaz de salir de esto? Esa preguntaba volaba por mi mente. Zayn había prometido ayudarme, que me ayudarían todos los chicos, juntos, así seríamos invencibles. Al cabo de unos minutos nos separamos y ella me sonrió así la sonreí.

-Soy Johannah, la madre de Louis, estaba deseando conocerte Luna-volvió a sonreírme-Eres muy hermosa, Gemma habló de ti al igual que Louis-asentí aun no sabia exactamente como preguntarle.

-¿Puedo pasar a ver a Louis?-por fin me decidí por preguntar aquello, con cierta timidez, tenía muchas ganas de volver a Louis.

-¡Por supuesto que sí!-exclamó y se salió de la habitación-Estaremos en la cafetería, cualquier cosa puedes contar con nosotras. Hasta pronto linda-vi como Lottie y ella caminaron juntas hacia la cafetería.

Respiré hondo. Mis manos temblaban, no sé porque lo hacían, no sabía por qué me sentía tan nerviosa. Abrí la puerta y vi a Louis dormido. Cerré la puerta lentamente para no despertarlo y caminé hasta la silla situada al lado de la camilla. Tomé asiento y le observé detenidamente. Su cabello estaba ligeramente despeinado y su piel se encontraba más pálida que de costumbre. Acaricié lentamente su mano y pasé mis dedos por su cabello. Bajé mi mano hasta su mejilla y la acaricié, me incliné y dejé un beso en su mejilla. Me levanté pero alguien tiró de mi mano logrando que volviera a sentarme. Louis me sonreía y se sentó en su camilla, ya que se encontraba tumbado. Se movió un poco dejando un sitio, el cual palmeó para que me sentara.

-No quiero hacerte daño, en esta silla estoy bien-añadí, no quería hacerle más daño del que habría sentido.

-No me harás daño-sonrió para tranquilizarme y acepté. Me senté en la camilla y él rodeó sus brazos alrededor de mi cintura. Nos recostamos un poco para estar más cómodos. Le miré, me perdí en su mirada, sus ojos azules como el mar, los más bonitos del mundo.