That's Enough ➳ Jimin {Save ME Book #1}

028.

— No es como que me iba a perder, Hobi.— Dijo divertida.

— Tan sólo quería asegurarme.

Ella negó con la cabeza divertida y abrió la puerta, pero en ese momento se encontró con algo no muy agradable.

— ¡Jung Hoseok!— Gritó eufórica. Hoseok se sobresaltó y la miró asustado.— ¡Explícame que mierda es eso!

Con una expresión confundida, Hoseok se inclinó y asomó la cabeza por la puerta. Sus ojos se abrieron de golpe y sintió su cara ponerse roja al instante.

— Eh... ¡No es lo que parece! No, yo, uhm, nunca, no...

— ¡Tíralos!— Se refirió a aquellos paquetes de preservativos abiertos.— ¡Y verifica que no haya algo más!

Hoseok rodeó el carro y abrió la otra puerta, tomó aquellos dos paquetitos y siguió buscando bajo los asientos.

— ¡¿Qué pasó?!— Jimin gritó desde el otro extremo.

Hoseok sacó su cabeza y Jini se giró a ver a aquellas cuatro personas.

— ¡Nada!

— ¡Es hora!

— Listo, tan sólo eran esos dos.— Hoseok soltó aire, aliviado.— Eso fue...

— No digas nada.

Jinyoung subió al asiento del copiloto y decidió olvidar todo aquello. Pero a cambio, soltó una fuerte risotada al recordar la reacción de Hoseok.

— ¿De qué te ríes?— La miró con una sonrisa mientras encendía el auto.— ¿De mí?

— Sí.— Ella lo miró también.— Pareció como si tu mamá te hubiera pillado algo inapropiado.

— Pues casi.

— Es tu auto, Hoseok. Puedes hacer lo que te plazca.

— Lo sé. Pero si hubiera sido alguna otra persona, no me hubiera importado. La cosa aquí es que te tengo respeto.

Jinyoung dejó de cambiarle a las estaciones de radio para voltear a verlo y regalarle una sonrisa sincera y de aprecio. Hoseok le correspondió la sonrisa antes de hacer una maniobra y ponerse tras el auto de Jimin, el Challenger hizo lo mismo y en cuestión de segundos los dos iban tras el Camaro, siguiéndolo.

— Si tan sólo supiera el lugar, ya lo habría rebasado.— Bufó Hoseok.

— Es la segunda vez que nos encontramos en esta situación.— Dijo ella, Hoseok frenó debido a la luz roja y la miró, esperando una explicación.— O sea, tú y yo en este auto.

Él sonrió al recordar la carrera.

— Nada como la primera, ¿cierto?

— Ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi vida.

— Es un gusto haber sido parte de él.

Pisó el acelerador, aún sin poder dejar de sonreír. Ya habían entrado al distrito de Hongdae, por lo que les faltaba poco para llegar. En cuestión de minutos, Jimin dobló en una calle y en esa se encontraba un estacionamiento público, que fue donde se aparcaron, uno enseguida del otro.

— No le digas a Jimin, pero prefiero tu auto por mucho.— Le dijo Jinyoung en voz baja.

— Yo te guardo el secreto, bebé.— Le guiñó un ojo y ella rió por lo bajo, confiando en él. Pero entonces:— ¡Uh Jimin! Si tan sólo supieras lo que me acaban de decir aquí...