veintiseis

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Después de un rato caminando todavía no se me va el miedo y la tensión.

-Louis, ¿qué ibas a decir cuando dijiste que ese lugar te recordaba a algo?

-Harry, eso no importa, solo sigamos caminando.

-Per...

Me vuelve a besar y me quedo callado.

Sentimos un ruido venir de atrás y le aprieto la mano a Louis.

-¡Corre! –Me susurra con fuerza.

Comenzamos a correr y mi corazón comienza a acelerarse, no por el ejercicio físico, si no por el miedo que tengo.

Llegamos al final del pasillo y hay una puerta.

Que está cerrada.

Louis me abraza y me escondo en su pecho, nervioso, con miedo, pero más que todo eso...asustado, asustado de que le pase algo a Louis.

No, no dejaré que a Louis le pase algo, si tiene que pasar algo que me pase a mí.

Me suelto de su agarre y busco en mis bolsillos, encuentro mi encendedor y mi celular.

Prendo la linterna de mi celular y me pido a Louis que lo sujete.

Desarmo la linterna desesperadamente y de ella saco el alambre, quemo un poco la punta con el encendedor y Louis comienza a verme confundido.

-Siempre llevaba un alambre pequeño cuando no tenía las llaves de mi casa y salía con los chicos de fiesta para poder entrar a mi casa y que mi papá no sospechara nada.

Meto el alambre en la cerradura y lo muevo lentamente, si esto no funciona, estaremos muertos.

Siento ese ya tan conocido sonido y sonrío, abro la puerta y con Louis pasamos rápidamente.

Cerramos la puerta justo cuando sentimos los pasos aún más cerca y llegamos a una especie de subterráneo.

-No puede ser, ¿por qué nos pasa esto? Meternos en esa cabaña fue la decisión más estúpida que hemos tomado.

Me recargo contra la pared y me abrazo las piernas con los brazos.

Puedo sentir que Louis se coloca delante de mí, con sus piernas a cada lado de mi cuerpo y me abraza mientras me acaricia el cabello.

Inmediatamente me relajo y me quedo dormido.

Despierto y me doy cuenta de que estoy encima de Louis, esta vez él esta recostado contra la pared y me tiene cómo un bebé tomado en sus brazos, nuestras manos están juntas y puedo sentir la calidez que me otorga su piel.

Lágrimas de frustración salen de mis ojos.

Si logramos salir de aquí prometo que le diré a Louis todo lo que siento, aunque todavía no tenga claro mis sentimientos hacia él.

Con mi mano suelta comienzo a acariciar su cabello, su frente, sus mejillas, sus labios...

Me acerco hacia él y planto un beso en ellos.

Un gemido inconscientemente sale de mi garganta y me alejo.

Me paro y me sacudo la ropa, que está toda llena de tierra, y ya arrugada.

El aire aquí es frío, lo que significa que debe haber una salida abierta.

Ahora que todo está más claro puedo ver el lugar.

Hay varios pasillos, pero solo por uno debe estar la salida. Y obviamente me voy a guiar por el aire.

Me agacho delante de Louis e intento despertarlo.

-Louis, despierta.

Suelta un sonido de negación y lo comienzo a mover.

-¡Louis!

-¿Qué? –Pregunta con voz dormida.

-Debemos salir de acá, y sé por dónde.

Al parecer con eso despierta. Abre los ojos y mira el lugar, para después mirarme a mí.

-Buenos días.

-¿Estamos perdidos en medio de un subterráneo y enserio crees que el día es bueno?

Suelta una risa, se para y se estira.

-¿Por dónde?

-¿Ah?

-¿Por dónde crees que podemos salir? –Me estira la mano y la acepto.

-Bueno, aquí hay mucho aire frío, lo más lógico es que debe entrar desde algún lugar abierto, por lo que debemos seguir el aire, o sea, por el pasillo de delante.

Probablemente es la cosa más inteligente que he dicho en toda mi vida.

Louis me mira sorprendido.

-Entonces caminemos, vamos.

Comenzamos a caminar siguiendo la brisa.

Y de pronto siento que Louis comienza a acariciar mi mano con su dedo pulgar.

Mi corazón comienza a latir rápido, me sonrojo y me muerdo el labio para no sonreír.

Louis me mira pero yo solo sigo mirando el suelo.

Con su mano me toma de la barbilla, muevo mi cara hacia él y me besa.

Y, lo único que siento, es un fuerte cosquilleo en la panza...que después baja hacia mi hombría.

Gimo en su boca, me toma de la cintura y me acerca hacia él.

Comienza a tomar mi trasero y nuestras erecciones chocan, pero aun así sé que no podemos hacerlo acá.

-Louis, no podemos...

Se aleja de mí y me mira a los ojos. Me acerco hacia él y lo abrazo, escondiendo mi cara en su cuello, aunque tengamos la misma edad me siento como un niño pequeño que debe ser protegido por un adulto.

-Sigamos caminando, no puedo soportar seguir aquí. –Me susurra.

Me separo de él y lo tomo de la mano, seguimos caminando pero llegamos a un punto donde el aire no se siente más.

-Pero qu...

Le tapo la boca con la mano y apunto hacia allí.

Se ven unas sombras viniendo hacia acá y sus pasos son muy ruidosos.

Santa mierda, ahora sí que vamos a morir.

-Te quiero. –Le digo a Louis y él me mira asombrado.

Lo único que veo después son sombras negras.

Hermanastro ; Larry Stylinson Where stories live. Discover now