Capítulo 16.

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Después de unos minutos de caminar nos encontrábamos de pie frente la casa de Jos. Él abrió la puerta y me invitó a pasar indicándome que dejara mis cosas detrás de la puerta justo como él había hecho.

Me adentré a su sala, no era muy grande ni muy pequeña, los muebles estaban a un lado y en el fondo se encontraba un gran piano. Jos se acercó junto a mí y encendió un interruptor que hacía al ventilador funcionar.

¿Está tu mamá? ― Pregunté.

No lo sé, iré a ver si está en la cocina. ― Murmuró caminando hasta la cocina.

Me acerqué a una de las mesitas que estaban al lado de los sillones, y tomé entre mis manos una de las fotografías que ahí estaban. Era una fotografía familiar, al parecer estaban en un parque, me causaba gran ternura ver a Jos de pequeño con su familia. Se veía muy tierno.

Al parecer no hay nadie. ― Dijo Jos a mis espaldas.

Inconscientemente di un pequeño brinco al escuchar su voz lo que le hizo soltar una risa, estaba tan concentrada en la fotografía que no me había percatado de que Jos estaba a mis espaldas. Me gire a verlo y le di un golpe en el hombro para que dejará de reír. Jos se tambaleó hasta caer en el suelo. ¡Ni si quiera le di tan fuerte!

Ouch. ― Se quejó. Solté una risa y él me miro serio. ― Oh, ¿Ahora tú te burlas de mí? ― No contesté y seguí riendo.

Jos se levantó del suelo y se acercó a mí.

Paré de reír cuando me di cuenta que me estaba observando.

¿Qué? ― Sonreí.

No, nada. ― Dijo sin a apartar la vista de mí.

Lo miré a los ojos sin saber qué hacer, me incomodaba un poco que me mirará así y más cuando estaba muy cerca. Bajé la vista a sus labios, diablos, quería besarlo. Él se acercó más a mí, podía sentir su fresco aliento chocar contra mis labios.

Iba a besarlo, mis manos estaban sudando de lo nerviosa que estaba, y si no fuera porque una de ellas apretó sin querer una de las teclas del piano donde estaba recargada, quizá lo hubiera besado. Vaya sí que estuvo cerca.

¿Quieres iniciar las clases ya? ― Habló Jos rompiendo el incómodo silenció que se había formado. Asentí, él agarró la guitarra que estaba al lado del piano, después hizo un movimiento con la cabeza indicándome que lo siguiera y tomó asiento en uno de los sillones así que lo imité.

Comenzó a tocar una melodía lenta y se giró a verme con una sonrisa. 

Te mostraré como y después lo harás tú. ― Indicó.

Repitió la misma melodía, solo que ahora un poco más lento para no confundirme. Observé cada movimiento de sus dedos al tocar cada cuerda y traté de memorizarlos, era como en esos juegos de hasbro donde las luces cambian y tienes que memorizarte el orden de como fue apareciendo y si te confundías volvías a empezar.

Jos se detuvo y me tendió la guitarra indicándome que repitiera lo que él había hecho.

Tomé la guitarra y con un poco de nervios traté de igualar la melodía que Jos había tocado, pero sin querer toque diferentes cuerdas un par de veces arruinando por completo lo que estaba tocando. Era mi quinto intento y aún seguía sin salirme bien, comenzaba a desesperarme.

No, no puedo. ― Dejé de tocar por un momento y me levanté del sillón.

Si puedes Melissa, te estaba saliendo bien, vamos inténtalo de nuevo. ― Me alentó.

(EN EDICIÓN) Un Deseo » J.C.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora