Capítulo 13.

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Bien ya tuve lo que quería así que lo escucho.

De acuerdo, como te dije soy un "guardián" y necesito asegurarme de que tu deseo salga como tú esperas que suceda, pero por lo visto esto se está demorando demasiado y necesito que todo ocurra antes de que el tiempo determinado acabe y puedas disfrutar de tu deseo como en un principio querías, ¿Me entiendes? 

Espere... ¿Qué? Si lo explicara mejor y un poco más despacio quizá lo entendería, ¿Sabe? Aún estoy tratando de entender todo este asunto de los guardianes y usted solo me confunde más, ¿Podría repetirlo más despacio?

El hombre dió un bufido rodando levemente los ojos. No mintió cuando dijo que no era una persona "buena", es una persona muy amargada y poco tolerante.

Bien te lo explicaré despacio. Tu deseo fue que tengas algo más que una amistad con José, ¿No es así? ― Asentí. ― Bueno y ahora son amigos, ¿Cierto? ― Asentí nuevamente. ― Pues lo que sucede es que ya llevan un mes como amigos ¡Un mes! El deseo no tiene reglas sí, es cierto, pero el tiempo es limitado, no puede durar un año o demasiados meses, no estoy muy seguro pero si no recuerdo mal lo máximo que puede durar es de dos meses y si alguno de los dos no se confiesa su amor al otro en menos de un mes, no se podrá cumplir tu deseo como tu querías, ¿Entiendes?

Eh... supongo, pero aún no veo el por qué la preocupación, ¿Qué es lo que pasa si no se cumple el deseo como yo quiero?

Mi misión será incompleta y no tendré el descanso que llevo esperando durante todo este tiempo.

Eso sonó demasiado egoísta, ¿Sabe? ¿Qué hay de mí?

Me hice a la ofendida aunque en realidad no lo estaba, quería alegrar un poco el ambiente, pero al parecer él no tiene un buen sentido del humor, me miró serio como si hubiera dicho algo muy malo, pero no lo es, ¿Cierto? Digo no lo dije de mala intensión.

¿Crees que es egoísta de mi parte pasar más de diecisiete años cumpliendo los deseos de una niña y no tener tiempo ni para mí mismo? También tengo derechos, y uno de ellos es descansar en paz.

Como decía, este hombre no es tolerante para nada, además de ser un viejo amargado de setenta y tantos... o la edad que tenga. Aunque tal vez tenga razón, necesita descansar tal vez por eso es así de amargado como lo es ahora.

Bien lo siento, ¿Y cómo espera que suceda eso? No es fácil para mi, ¿Cómo sabré si le gusto? ¿Y qué tal si no? No puedo decirle que me gusta si él no siente lo mismo, no querrá volver a hablarme y ahí si no se cumplirá nada del deseo.

¡Vamos Melissa! Estoy segurísimo de que le gustas, siempre que están juntos sonríen tan... así... enamorados y es obvio de que él se muere por ti, ¿Por qué no lo haría? A parte fue tu deseo, ¿No? Es obvio que siente algo por ti, tú lo pediste.

Sí, lo sé, pero eso es lo que no quiero, que se enamoré de mi a causa del deseo y no porque en verdad le guste.

¿Eso importa? Tendrás lo que tanto deseas, ser novia de José Canela, ¿No es así? No veo problema en eso.

No lo entiende, si quiero que sea mi novio pero quiero que me ame por lo que soy y no por un estúpido deseo. A demás, si eso no ocurre así, el deseo no será como quiero y así la misión no estará completa, ¿O estoy mal?

Bien, te demostraré que te ama por lo que eres y bla bla bla, pero después de eso le dirás que lo amas y no puedes vivir sin él, serán novios y cumpliré con la parte de la misión y por fin ambos tendremos lo que queremos ¿Te parece?

Bien me agrada la idea, es un trato. ― Estreché mi mano con la de él sellando el pacto... o eso es lo que parecía.

Eh... ¿Señorita? Perdón si la interrumpo, ¿Va a ordenar algo? ― Me giré para ver al mesero que estaba parado a un costado mío, parecía... ¿Asustado?

Su expresión era confusa, miré a mi alrededor y varias personas me miraban confundidas, ¿Tenía algo raro o qué?

No muchas gracias. ― Sonreí al chico y éste se marchó. ― ¿Por qué nos miran así? ¿Hay algo raro? ― Pregunté en un susurro.

Eh... no "nos miran" de hecho te miran a ti y creo comprender por qué lo hacen, ¿Recuerdas que te mencioné que solo tú me podías ver? ― Demonios. Diablos. Maldición. Mierda.

Oh no...

Oh si... creo que no fue buena idea hablar en un lugar tan concurrido como este.

¿Por qué no me lo dijo antes de haber decidido venir aquí? Pude evitar tanta humillación, ahora creen que estoy loca por hablar "sola".

¡Lo siento! Me olvidé por completo de advertirte antes sobre esto, ¡Entiéndeme! Soy viejo las cosas se me olvidan fácilmente, ¿Sabes? ― Bueno esto explica porque me veían de esa forma, ¡Diablos! Esto no puede ser peor, ¿Cierto?

Las mejillas me ardían, estoy segura de que mi cara está más roja que un tomate; cubrí mi rostro con el menú que descansaba en la mesa, odio que me vean sonrojar, eso es aún más vergonzoso.

¿Melissa? ― Mi corazón dio un vuelco, esa voz la conocía perfectamente.

Me giré para encontrarme con el perfecto ojimiel quien me miraba un poco dudoso de saber si era yo, pero después me sonrió dejándome ver sus perfectos dientes blancos, parecía uno de esos modelos del comercial de Colgate.

Jos... Hola. 

«Si claro y a él no le gustas. Si se vieran ahora te darías cuenta de lo que te digo Melissa»

Bien esto es extraño ¿El hombre acaba de hablar conmigo por la mente? Era su voz, o eso me pareció a mí. No mencionó eso en los poderes que tenía ¿No? Dijo que podía leer mi mente, no que pudiera comunicarse conmigo a través de ella.

Vine a ver unas cosas y quise pasar a saludar a un amigo, no pensé encontrarte por aquí, ¿Estás sola? ― Sonrió.

No... ― Murmuré lo suficientemente alto para que lo escuchará.

Jos me miro confundido y algo... ¿Decepcionado? No entendía su expresión, su sonrisa había desaparecido de su rostro. Miré hacia donde se encontraba el hombre – él cual aún no sé su nombre – pero no se encontraba en su lugar, ¿A dónde se había metido?

«Recuerda que él no sabe de mí, no arruines el momento que por algo los deje solos. »

Oh. ― Susurró. ― Eh... Creo que debo irme... ― Diablos no, no puede irse.

¡No! Me refiero a que no estoy sola porque... porque ahora estas aquí. ― Torpe, torpe, torpe, torpe, torpe, torpe, torpe.

Lo miré a los ojos y sonreí, él sonrió de vuelta.

Espero que después de esto no me piense que estoy loca.

¿Necesitas compañía? ― Me miró con una sonrisa y asentí.

(EN EDICIÓN) Un Deseo » J.C.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora