MY SUGAR DADDY ➵YOONMIN

001.- TE CONOCÍ, ERES RARO

Park Jimin está asustado, o más bien, emocionado; conocer a Min YoonGi es el sueño de su vida, no es de todos los días conocer a tu artista favorito. Claro, cuando hablaron por el sitio de sugar daddy's él se mostró indiferente, como si no supiera que el viejo que quiere tener su compañía fuera el mismísimo Suga; uno de los mejores productores de Corea del Sur.

Jimin se miró en el espejo por décima vez; se ve bien, se siente bien, está bien. Pero el chico peli-naranja aún no está del todo listo, no quiere parecer un maldito fanboy frente al mayor pero siente que es casi imposible. Por e-mail es completamente diferente. Jimin intentó calmarse, en serio lo intentó, pero al ver un mechón de naranjos cabellos en sus manos lo abrumó. ¡Por Dios! ¿Cuándo se empezó a tirar el cabello? No tiene idea.

—¡Vamos! —se alienta a sí mismo—. Sólo es un hombre... un hombre que es súper famoso y guapo, y también yo soy su fan...

Jimin se desanimó, mira la hora en y falta una hora y media para ir al lugar. Aunque él no sabe, exactamente, dónde está esa calle. Podría llamar a Jungkook, él es bueno recordando nombres de calles; Jimin toma su celular y marca el número de Kookie.

Un tono. Dos tonos. Contesta.

—¿Jiminnie? —escucha la voz de Kook.

—El mismo —sonríe, a pesar que él no lo vea—. Te quiero preguntar algo...

*******

YoonGi mira consternado a NamJoon, se supone que él debe estar solo ¡Solo! Y no con un chaperón, ahora el mocoso lo tachara como un idiota que necesita compañía extra para una cita. Qué desastre.

Nam camina tras Suga, él quiere saber quién será su "cuñado", a parte de que al lugar que van estará Kim SeokJin; un chico con una hermosa voz y que es dueño de una cafetería. Justo la que YoonGi eligió.

—Allí está —habla Yoon en un susurro, al ver al atractivo chico de cabellos naranjas—. Ahora vete, NamJoon.

—Me voy... —juguetea el menor—, si me compras un frappé.

—Okay —dice cabreado, sacando el dinero de su billetera—. Ahí tienes. No me molestes, ahora vete.

YoonGi ve a Nam irse con su típica sonrisa y sus típicos hoyuelos, suelta un suspiro nervioso; Jimin está dentro de la cafetería sentado esperándolo. El peli-rubio, con su imponente postura, se adentra al local y escucha el «ring», de unas campanillas; llamando la atención del peli-naranja.

Jimin se levanta, esperando a que YoonGi llegue a su mesa. El rubio llega a la mesa con una sonrisa arrogante, no es por presumir pero él va a comer con un chico guapo, aunque él nunca se lo dirá. Jimin sonríe y hace una reverencia.

—Buenos días, daddy —el peli-naranja se levanta y ve un pequeño rubor en las blancas mejillas del mayor.

—Hola... —dice en un susurro, sentándose en la silla.

YoonGi está muy nervioso, no sabe qué decirle, y la sonrisa de Jimin no le ayuda en nada. Suga se queda en silencio viendo el jovial rostro de Park; sus ojos pequeños, su pequeña nariz, y esos gruesos y carnosos labios. YoonGi observa a la mesera que está pidiendo su orden.

—Quiero un cappuccino y un...

—Sólo dos caffé macchiato —Le corta YoonGi, Jimin lo mira confundido—. Tú elige lo demás, yo pago todo.

—Pues... Quiero bolitas de arroz dulce... —Suga lo mira con una ceja enarcada y suelta un suspiro fastidiado. Jimin parece entender y con un brillo especial en sus ojos sigue hablando—. ¡Y un pionono de té verde con mango! ¡Y dasik!