___ López, una semidiosa "diferente", detesta luchar, odia las armas, tiene una obsesión con el control, solitaria por naturaleza, mantiene las apariencias y se niega a ceder ante nadie.
Ella no tenía idea que tras sus múltiples negativas a dejar...
Muchas gracias a todas las lectoras (¡11,1k! ¡Aún no me lo creo!) Que votan y comentan cada capítulo Una mención especial a @BiancaC3009 que me recordó que debía subir este capítulo (A veces necesito un recordatorio, la mente es débil y hay mucho que hacer😆)
Intercambios navideños, Roma, conocemos un poco más a nuestra protagonista y sorpresiva revelación
-Feliz navidad- dice con un tono monocorde y aburrido Bueno, ¿Que esperabas?, ¿un beso en la mejilla y un abrazo?, Este es Nico Di Angelo, por más que ahora tenga una relación con Solace sigue siendo él Le entrego con torpeza un paquete envuelto y Di Angelo igual a mí, me entrega otro ¿Qué que le regalé? Una taza de café amarilla Noto la ironía, pero podría jurar que no fue intencional Bufido de mi sentido común, que me recuerda que en mi palabra no se podía confiar muy a menudo Pongo los ojos en blanco, la siguiente Piper A principios de mes me vi obligada a comprarle regalos a Di Angelo, Piper y Solace, porque si algo aprendí en ese colegio para señoritas es que si le regalas algo a alguien en una circunstancia como navidad, debes darle un regalo a todos SIN EXCEPCIONES, por más que odies, no te lleves y no le hables a esa persona Además si algo aprendes en un colegio para chicas es a hacer insinuaciones veladas a modo de insultos Mi regalo para Piper era un monedero bastante bonito Para los hijos de la diosa de la suerte, que conocíamos todas las supersticiones, era como decirle, te deseo lo peor en la vida No tan sutil era el estampado del monedero, lleno de gatos negros Le entregué la cajita con mi sonrisa más hipócrita -Feliz navidad Mclean Ella prácticamente me tiró por la cabeza un paquete Sonreí nuevamente -Te estoy inmensamente agradecida por pensar en mí, ciertamente tienes una grandeza de espíritu increíble- no podría haber sido un comentario más sarcástico, lo único que faltaba era que agitara un letrero con luces Led que proclamara Sarcasmo A Reyna le dí un álbum de fotos, confieso que le robé fotos a Jason, estaba aún lleno de páginas por llenar A Valdez le regalé una cesta de dulces Jason terminó con una bufanda, (dios sabía que necesitaba una) y un esmalte anti mordeduras de uñas Sí, Jason era sumamente ansioso y se mordía las uñas Vivía con él y de todas las cosas era ese mal hábito que tenía que me resultaba desquiciante -Yo no me pinto las uñas- era tentador golpear mi cabeza contra la pared, ¿podía leer el envase y no mirarlo solamente? -No, idiota, es para que dejes de morderte las uñas, ese es un hábito muy poco romano y sumamente desquiciante- Piper me miró como si me quisiera matar por decirle idiota -¿Te muerdes las uñas?- preguntó Percy- ¿Eres ansioso? Jason, quien se había sonrojado, asintió Percy se comenzó a reír como si no hubiera mañana Jason me miró mal Le saqué la lengua Annabeth hizo callar a Percy A Hazel le regalé un set de lápices de distintos tamaños para dibujo A Frank una camiseta Percy recibió un montón de dulces azules Annabeth, una linda falda bordada Solace unos lentes de sol y mis hermanos dibujos
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Yo recibí materiales de dibujo, ropa, unos cuantos libros en griego antiguo, chocolates y dulces El regalo de Piper, sin siquiera abrirlo, lo tiré directo a la pared de escalada Jason me miró atónito -¿Qué? -Tu acabas de tirar el regalo que te dio Piper a la lava Rodé los ojos Jason me había regalado un papel con dos palabras "Nueva Roma" Me seguía rondando la cabeza -Hey gatita, ¿estás bien? - preguntó mientras me abrazaba por la cintura -Sí, solo pensaba- cada vez que yo decía eso Jason se preocupaba aún más, creo que temía un episodio de culpabilidad nuevamente Sentí que apretaba su agarre en mi cintura Me giré delicadamente -¿Nos vamos en el Argo? -Si, hoy a las ocho Y yo aun no empaco -Tengo que ir a empacar- lo besé en la mejilla y salí corriendo
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En teoría, al Argo le tomaría una noche llegar al campamento Jupiter Leo nos estaba llevando, a mí, a Reyna, Hazel, Frank y Jason y el dia 30 traería al resto de los griegos Me senté en el puesto de vigía, nadie me había dado una habitación, no me importaba, no pensaba dormir Estaba en la orilla, balanceando los pies, ¿Algún día me sentiría completamente libre de culpas? ¿o estaba condenada a sufrir por ese incidente toda mi vida? Las lágrimas, nuevamente rodaron por mis mejillas y me consumió un sentimiento de furia tan intenso, que sentí deseos de volver a mis viejos hábitos No, me dije, si alguna vez piensas en eso nuevamente, si lo haces nuevamente tu debilidad se hará más grande Y yo no soy débil Pero era tan tentador, tan sencillo Tan sencillo como desenfundar a Boudicca Y por eso le temía a las armas porque temía lo que yo podría hacer con una de ellas Y no sólo dañando a otros Porque temía dañarme a mi misma Me levanté la camiseta, una cicatriz, desvaída por el paso del tiempo, blanca y larga recorría mi abdomen de forma vertical, un recuerdo de lo que un ser humano podía hacer con un arma, grabado para siempre en mi piel por mi misma, el dolor a modo de castigo y luego como recordatorio permanente de mi culpa para cada vez que me veía al espejo -¿___?- me baje con brusquedad la camiseta -Leo -¿Qué tienes ahí?- Valdez pregunta y yo no se que decir -Una cicatriz -¿Cómo la obtuviste?- Ante mi silencio prolongado parece adivinar la respuesta- ¿Te la hiciste tú? Asiento, ya no podía negarlo -En una retorcida manera te encuentro valiente, hubo un tiempo en el que me sentí tentado a hacerlo, pero no fui capaz- niega con la cabeza y parece perdido en sus recuerdos- ¿Por qué lo haces? -Culpa, dejé de hacerlo hace unos dos años pero este es para mí mi castigo, un recordatorio permanente- respiro hondo intentando mantener mis emociones a raya- Nunca lo pensé de ti Valdez, pero supongo que nadie lo esperaba de mi tampoco- me levanto y comienzo a descender -___, ¿No quieres hablar con Jason?- suena cauteloso -No, preferiría que se mantenga en secreto- zanjo el tema y me voy a la cubierta. Pero puedo sentir los ojos de Valdez seguirme Paso la noche en vela, observando atentamente todas y cada una de las ciudades que pasamos Si de mi dependía, nadie más conocería mi secreto Ni el de Valdez, No puedo evitar preguntarme si estos chicos ganaron una guerra o si la guerra les ganó a ellos
