___ López, una semidiosa "diferente", detesta luchar, odia las armas, tiene una obsesión con el control, solitaria por naturaleza, mantiene las apariencias y se niega a ceder ante nadie.
Ella no tenía idea que tras sus múltiples negativas a dejar...
Discusión, aprendiendo de Reyna, durmiendo juntos, devolviendo un favor y evitando un tema
3 meses después..... -No soy una puta niñita indefensa- estábamos discutiendo por lo de siempre.
-¿Ah si? No me has dado motivos para pensar otra cosa eres indisciplinada, rebelde e incapaz de obedecer órdenes por sencillas que sean -Si tan sólo fueses más razonable
-¡¿Razonable?!, seriamente ____ eres la persona más irrazonable que conozco, así que por favor no seas hipócrita
-¿Irrazonable? ¿Yo? ¿Seguro que no estas confundiendo tus problemas con los míos?- podía ver sus dientes rechinar y sentir la estática que llenaba el aire Yo estaba emitiendo un aura de mala suerte tan fuerte que los romanos habían tenido que retroceder cinco metros para poder ver el show
-Cuidado ___ ¡Estás pisando hielo muy fino!
-¿Fino? Para cualquiera que no esté de acuerdo o no ceda al hijo perfecto de Jupiter el hielo se vuelve muy fino. -¿Me acusas de lo que yo creo que me estás acusando?
- Depende, si crees que te acuso de ser un idiota irrazonable,con complejo de héroe, que se cree San Jason Grace, el perfecto y que tiene que salvarnos a todos Estás en lo correcto- podía oler el ozono en el aire
-Por supuesto, todo tenía que ver con tu obsesión con el control, necesitas controlar los pedazos de tu vida que se cae a trocitos,-Me miró colérico- Rebelde, Problemas con la figura paterna, mala respuesta ante figuras de autoridad, temor irracional a las armas y a la lucha ¿Trauma infantil? Que cliché López Miré a otro lado, no era capaz de seguirlo mirando sin llorar, así que me di media vuelta y huí al apartamento. Me encerré en mi habitación, no se cuanto tiempo pasó, pero sentí unos golpes en la puerta. - Jason, no quiero hablar ahora - Lloré con más fuerza. - No soy Jason- abrí la puerta y vi en el pasillo la graciosa figura de Reyna -¿Podrías castigarme luego? No me siento muy feliz ahora- me limpié las lágrimas. -No vengo a eso ¿me dejarías entrar?- me hice a un lado y ambas nos sentamos en mi cama. - ¿Quieres saber cual es tu problema con Jason?- Asentí- En primer lugar ambos tienen una habilidad increíble para meterse bajo la piel del otro, de todos los años que conozco a Jason, y créeme que lo conozco, incluso me enamoré de él- se echó a reír como si no lo creyera- Jamás lo había visto perder el control de esa manera, además ambos son increíblemente agudos y hoy los dos dieron en el clavo.- puso su mano en mi hombro- La experiencia de Jason con las chicas es limitada, Annabeth, Piper, Hazel y yo y como eres griega te asoció con ellas, Tú no te pareces a Annabeth- la miré como si fuera obvio- así que te asoció con Piper y el problema está en que tú y ella son como el agua y el aceite- me miró evaluativamente- Piper, si bien no estaba indefensa, disfrutaba de la protección de Jason y él se acostumbró a eso y luego llegaste tú, Padre ausente, hija única, acostumbrada a valerte por ti misma y cuando alguien intenta defenderte te asfixia- me sonrió con comprensión- yo también me siento así, lo que sucede es que tu luces indefensa, no quieres luchar, creo que te entiendo, no dudarias en matar para defenderte, pero no lucharás por diversión, y Jason no entiende que tu no necesitas ser protegida porque te aprecia. -¿Y que puedo hacer? -Lo que creas que es correcto, pero si quieres un consejo cuando te sobreproteja ignoralo y disfruta -¿Donde está? -En su habitación- Acompañe a Reyna a la puerta -Reyna -¿Si? -Gracias, me has demostrado que eres una persona estupenda y se que un día encontrarás a alguien Reyna se despidió y toqué la puerta de Jason -Reyna, ella no quiere hablar conmigo- su voz estaba quebrada -¿Estás seguro?- No alcanzé a terminar la frase cuando la puerta estaba abierta y Jason me estaba tirando en un abrazo. -___ lo siento mucho, lo siento, lo siento - murmuró contra mi pelo una y otra vez. Podía sentir que él lloraba y yo también lo estaba haciendo. Y lo entendía, había sido la pelea más grande que habíamos tenido y habíamos dicho cosas muy hirientes Para ambos había sido estresante y una catarsis en cierto modo. -Lo siento, lo siento, lo siento- de lo nerviosa que estaba hablaba intercalando español e inglés. Me apretó con más fuerza y yo me aferré a él. - Te quiero- sonrió en mi pelo -Yo también gatita, yo también
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Nos saltamos la cena por estar abrazados, yo estaba leyendo y él solo me tenía sujeta contra su cuerpo. Cuando empezó a oscurecer, me levanté -¿Dónde vas?- Me miró y podía ver la ternura en sus ojos. -A acostarme- Se quedó en silencio por un instante -¿Quieres quedarte aquí? Asentí y me encaminé a la puerta -¿Qué haces? -Voy a buscar mi pijama. -Aunque suene raro, no quiero separarme de tí, me pone nervioso que te vayas a ir- ¿estamos siendo honestos?, bien yo podía hacer eso también. -Bueno, no tengo problema en que me des una de tus camisetas Me sonrió brillantemente Sacó del armario una camiseta roja y me la pasó Pude ver como sacaba su pijama -Si te dieras la vuelta me harías un inmenso favor- Jason se sonrojó y se dio la vuelta. Me quité toda mi ropa excepto las bragas No voy a dormir con sujetador Me puse su camiseta y oculté el sujetador entre mi ropa. Cuando me di vuelta Jason estaba con un pantalón de franela y nada más Mierda, ¿Tenía que dormir sin camiseta? - ¿Te gusta lo que vez gatita?- dijo mientras se echaba a reír Me sonrojé -No me puedo quejar, Grace Él se sonrojó Ambos nos acostamos bajo las sábanas Jason sacó el moño de mi pelo y comenzó a deshacer mi trenza. -Nunca te había visto con el pelo suelto, luces muy linda Sonreí y ambos nos acostamos bajo las sábanas. Jason me acariciaba el pelo, frotando suavemente mi cuero cabelludo. Se sentía genial -Quiero probar algo- puse mi sonrisa más dulce y mis ojos de cachorro- ¿Me dejarías? -Depende, si me dices que es podría pensarlo -Quiero hacerte un masaje en la espalda, nunca devolví el favor. Su única respuesta fue ponerse boca abajo. Me senté a horcajadas sobre sus caderas muy delicadamente. Él no emitió ningún sonido, cargaba con mi peso de forma regular y estaba acostumbrado a tomarme en brazos, jamás su respiración se había alterado en lo más mínimo con mi peso y no empezaría ahora. -Mm, Nunca he hecho esto antes y tu eres muy bueno en esto ¿que se supone que debo hacer? Se río Comencé a deslizar mis manos por su espalda, no se podía decir que la estaba masajeando pero sí que se relajaba ante mi toque. Vi una cicatriz que debio haber sido grave en su espalda Acaricié con delicadeza esa zona. -¿Qué te pasó?- pregunté -Un fantasma me clavó un gladius de punta a punta. Siseé Luego de un rato se giró con brusquedad, tumbandome en la cama. -¿Por qué?- Me preguntó -¿Por qué que? -¿Porque tienes problemas con tu padre? -No es algo que quiera compartir contigo Di vuelta la cara, ya había sido débil frente a él, hoy y Muchas veces antes y sabía que no debía serlo. Volteó su cuerpo hacia mí y me abrazó con fuerza Soy jodidamente patética
