Cuarentaiseisava parte.

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Están todos armados, déjenme entrar y mandarlos a comer - Naiko sentado en la parte de atrás del auto miraba la casa - confíen en mi, ahora estoy de su lado.

Te acompañaré - desamarré sus manos con el miedo a flor de piel de que hiciera algo, bajamos del auto y caminamos al primer centro, parecía una caja de fósforo de lo pequeño que era. En la entrada nos recibió un hombre mal vestido, hediondo y de pelo largo, tenía una pistola en cada mano, mi corazón estaba a mil por minuto y me costaba respirar, realmente estaba asustado.

Edgar me a mandado a revisar todo, dijo que no los quería presentes en el mismo lugar que yo, así que les doy una hora - tres susurré - perdón tres horas libres para irse a comer - el hombre sin poner queja alguna llamó a dos tipos más y se retiraron del lugar, en ese momento llegó Alex en una micro escolar y se acercaron con Jere - cuando vean que no quedan niños llamaran a Edgar, como no contestará intentarán con Oscar.

Con tres horas nos alcanza - dijo Alex entrando al lugar, el cual parecía una cárcel, habían 4 pasillos y en cada pasillo habían múltiples puertas de reja pero el lugar estaba en silencio, caminamos los cuatro juntos por el primer pasillo que estaba completamente vacío - ¿qué significa esto? - Alex se estaba enfadando.

No lo sé - susurró Naiko, mientras entrábamos al segundo pasillo vacío también

Espero que tú no supieras nada de esto - solté fulminando a Naiko con la mirada, entramos al tercer pasillo y cuando pasé por la primera reja un pequeño niño tiró de mi pantalón.

Tengo hambre - susurró.

No te haré daño ¿quieres ver a tus papás? - dijo que si con su carita sucia y dio unos pasos atrás, los 10 niños se encontraban en la misma reja, escondidos en el fondo intentando pasar desapercibidos - los sacaremos de este lugar - repetí la misma frase en 4 idiomas, inglés, francés, español y portugués, Alex agregó la frase en árabe, alemán y tailandés. Salimos con los pequeños de distintas edades al auto, todos estaban en silencio, amarramos a Naiko y lo subimos al auto con Jere, subimos los niños a la micro escolar y partimos a nuestro segundo centro mientras en el camino les daba cereales y jugos, los 5 centros que seguían fueron igual, 10 niños en una reja, todos en silencio y siendo cuidado por uno o dos hombres. Había pasado una hora y 45 minutos, teníamos niños y niñas en todos los asientos a parte de algunos en el suelo, los más grandes nos ayudaban y los pequeños sólo acataban órdenes.

El sexto centro estaba bajo tierra y eran puros bebés hasta los 3 años, obviamente no podíamos llevarlos todos solo 3 personas, Jere estaba fuera viendo que no volviera nadie y cuidando a los pequeños, volví corriendo al auto por los niños más grandes para que nos ayudaran a sacar los infantes que se encontraban sucios, enfermos y desnutridos, no tenían fuerza para llorar así que el llanto no fue un problema, al llegar a la micro abrimos las cajas de ropa que llevábamos y comenzamos a cambiarlos, terminamos de recorrer todos los centros, recuperamos 56 niños desde los 3 a los 12 años y 24 menores de 3 años, habían pasado 2 horas y 35 minutos, quedaban 25 minutos para que Oscar se enterara de todo y partiera en busca de Nicolás. Llegamos al aeropuerto donde nos esperaban 15 mujeres las cuales sin saber nada, enviaban los niños en grupos a sus respectivos aviones, Jere había hecho todos los preparativos para comprar los pasajes como si fueran chicos de intercambio que volvían con sus familias y los bebés como viajes a ver a sus tíos. Todo estaba bien, los niños ya estaban a salvo, habían pasado 3 horas y 10 minutos cuando Alex recibió la llamada.

¿Aló?, ¿qué pasa Oscar?, hombre cálmate no entiendo nada, ¿qué les robaron el ganado? Estoy en la playa, si iré enseguida pero llama a la policía ¿por qué no puedes si es un robo? Está bien no me grites que me quedare en la playa y te las arreglas solo, está bien nos vemos - cuando corto salió corriendo en busca de la micro, tenía que devolverla para que le entregaran su auto, con Jere caminamos al auto de Nicolás donde aún se encontraba Naiko.

Elige un país Naiko - dije mientras Jere hacia una llamada - rápido elige un país

Perú, quiero ver a mi madre - lo ayudé a bajar del auto y Jere corto la llamada. Desate sus manos y entramos al aeropuerto.

Volverás a Perú, te estoy perdonando la vida - llegó un hombre grande a mi lado el cual Jere presentó como rajak, él quedó a cargo de dejar a Naiko en Perú, volvimos al auto y quedaban 35 minutos para que Nicolás despertara, llegamos a casa y baje corriendo, entre al dormitorio solté la cadena y la lance por la ventana, apenas escuche el golpe de estas contra el piso Nicolás despertó, la suerte aún estaba de mi lado, ahora tenía que encontrar mi pasaporte para poder salir del país antes de que se enteraran que fuimos nosotros.


El precio de mi libertad. [Historia Gay] (GOTH) [Corrigiendo La Ortografía]Where stories live. Discover now