Catorceava parte.

1.3K 136 3
                                    

Enamorarlo - susurré sin querer pensando en lo que había dicho Jere antes de salir del cuarto, ¿cómo se supone que enamoraría a un hombre si nunca había vivido ese proceso? Tenía que pensar las cosas bien, no tenía idea quien era Nicolás, no sabía que le gustaba o que le molestaba, bueno, algo de eso sí, sé que le molesta que me guste alguien más, eso me quedó bastante claro.

Hola - dijo Nicolás mientras entraba a la habitación y se sentaba en el piso frente a mi - ¿cómo te sientes? - ¡díganme que es broma por favor! ¿Qué pretende que le conteste?

Hola, arrepentido - respondí

Muy bien eso quería escuchar Jaime, tú tienes que entender que yo no quería que llegáramos a esto, mira como dejé tu hermoso cuerpo - soltó mientras acariciaba mi antebrazo derecho - pero tú te portas mal, me traicionaste y estabas jugando algo que no estaba bien y yo tenía que enseñarte.

Gracias, Nicolás me duele mucho, ¿no puedes darme por favor algo para el dolor? Te lo suplico, no volveré a faltarte el respeto ni menos a traicionarte lo juró - le dije mirando al suelo.

A veces siento que eres un mal niño pero, eres tan tierno. No te daré nada tienes que aguantar tu castigo - sonrió - y venía a contarte que hoy no comerás ya que Ruby fue despedida y no tengo gente en la cocina - volvió a sonreír, ¿esto lo hacía feliz?, este tipo estaba jodidamente loco - ya eh puesto un anunció del empleo.

Bueno, el dolor me a quitado el apetito, Nicolás de verdad me duele mucho, ayúdame con esto - no podía mirarlo a los ojos, sabía cuál sería la respuesta pero no perdía nada rogando.

No, no debo, se un buen chico Jaime te lo suplico - acercó su cuerpo al mío y depositó un pequeño beso en mis labios, un beso con ternura, pero yo no necesitaba eso, quería una maldita pastilla.

-------
Papás, no saben cuantas cartas llevó escribiéndoles en 8 años, todas guardadas para cuando me sea posible entregarlas, no saben cuanto los extraño ojalá aún no me olviden, yo no puedo recordar sus rostros, risas o caricias.
Me siento tan solo últimamente, no sé que hacer, o sea, sé que hacer pero no sé como hacerlo.
En este momento me tienen las manos encadenadas como un maldito delincuente, prometo encontrar al culpable de esto y saber la razón por la cual contó mi secreto, yo creía que era mi amigo y me a decepcionado, prometo también no vengarme como me han enseñado.

No me olviden, los ama.

Jaime.
---------

Toma, bebe - Nicolás sostenía un vaso frente a mi boca y yo simplemente bebí, estaba despertando de una siesta - ¿Qué tienes que hacer? - preguntó

¿Qué? - no entendía - ¿De qué?

En tu carta, a tus padres dijiste que sabias que tenías que hacer - dijo mostrando la carta que olvidé esconder, si tendré mala suerte.

Encontrar a naikho - le respondí sin dudar

¿Estás seguro Jaime? - preguntó sin creer mi respuesta

Sí, necesitó saber la razón de su acto - lo miré

¿Te doy la razón? Dijo que yo era un buen hombre y no merecía que me hicieras daño - su voz estaba calmada pero podía cambiar en cualquier momento.

No te haría daño Nicolás, tú no me amas nosotros a penas nos conocemos pero, agradezco de corazón que salvaras dos veces mi vida - respondí

¿Dos veces? - preguntó confuso.

Sí, una a los diez y la segunda ayer, me estaba congelando y fuiste por mi - miraba sus ojos, los cuales me gritaban la palabra miedo

No lo sabía, sólo pensé que no era humano dejarte fuera después de tal lluvia - miró avergonzado al piso, no fue capaz de sostener mi mirada - deberías ser bueno Jaime y obediente.

Lo seré lo juró, haré todo lo posible para ser lo que tú quieras que yo sea - notaba la inseguridad que transmitía su persona por primera vez desde que estábamos juntos.

Eres lindo Jaime, salgamos de este cuarto fue suficiente castigo para ti - tendió su mano y con el esfuerzo más grande que había puesto en mi vida me levanté.

El precio de mi libertad. [Historia Gay] (GOTH) [Corrigiendo La Ortografía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora