Treceava parte.

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Desperté congelado, literalmente congelado, mis manos tenían un color blanco tirando a morado y no sentía muy bien mis piernas. Comencé a moverlas, intentar calentarlas de la forma que fuera y no, no funcionaba.

¡Nicolás!, ¡Nicolás por favor, me estoy congelando! - grité en vano, nadie salía de la casa - tengo mucho frío, Nicolás por favor ayúdame - continúe gritando mientras movía todo mi cuerpo para intentar aunque no funcionaba calentarlo - dios por favor, si de verdad existes ayúdame con esto - supliqué al cielo - que mierda, tú no existes, ¡Nicolás! - volví a gritar su nombre intentando que su "buen corazón" salvara mi vida por segunda vez, ya me había dado por vencido cuando se abrió la puerta de la casa y salió el moreno.

Que frío hace acá afuera - dijo mientras soltaba la cadena que me amarraba al árbol - camina - y seguí la orden, caminé en silencio hasta la casa donde me llevó al cuarto donde comenzó todo esto, al de 2×2 y me encerró - no termina aún tu castigo, tu traición fue muy grande, dormirás acá.

Sí, gracias -tartamudeaba del frío mientras me sentaba en el piso ya en un lugar donde el frío no calaba mis huesos, Nicolás cerró la puerta y yo los ojos, no me fue difícil volver a dormir a pesar de que el dolor de mi cuerpo ya se estaba presentando nuevamente y el frío aún estaba pero en menor cantidad.

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Entraba el sol por la única pequeña ventana de la habitación en la parte superior de la pared izquierda, el dolor no permitía movimiento alguno de mi cuerpo, ya con luz comencé a mirar las heridas, heridas largas en ambos costados, parecidas a las que se hacen con un cuchillo o algo así, algunas eran profundas otras muy superficiales, mi cara se sentía hinchada no se si de llorar o había recibido algún golpe, mi estómago reclamaba y tenía un color morado en el lado de las costillas derechas, el apetito no aparecía y eso era bueno, por el momento. Las cadenas pesaban bastante y tenían una separación entre manos de 30 ó 40 cm quizás, podía usarlas aún, intente llevármelas a la cara y sólo pude dar un grito de dolor. Esto no se veía nada bien, mi futuro no se veía nada bien, maldito naikho me gustaría encontrármelo y que me diera una maldita explicación.
Se abrió la puerta y entró Jere, un hombre ya mayor, muy callado pero siempre sabe que decir, como yo no hablo bien árabe él me habla en inglés (cuando habla) pero esta vez solamente pegó un grito que silencio con su mano derecha, entró y cerró la puerta.

Su primer castigo - me dijo.

El segundo, el primero fue muy sutil - hablé en un susurro que era lo que me permitía la voz.

Estas heridas tienen que ser tratadas, se le podría infectar - miraba preocupado una de las heridas profundas que tenía.

Tranquilo, será un buen motivo morir - reí - ¿qué haces acá Jere?

Vengo por unas cosas que están en ese lugar - dijo apuntando un mueble en la punta izquierda - ¿señor vio a Ruby? No la encontré preparando el desayuno ni en su dormitorio.

Ruby - ¡dios Ruby! ¿Qué habrá sido de la mujer hermosa? - sí, se llevó un castigo un poco menos severo que el mío.

¿Los pilló juntos Don Jaime? - su cara era de sorpresa.

¡No! que va, sólo se entero que sentía atracción por ella - dije.

Pero, con razón sus heridas - miraba cada una, como grabándolas.

La atracción no es un motivo Jere - respondí

No, pero daño el ego de su nakshe y ese es un motivo por el cual tendría que haberlo matado - aseguró mientras se levantaba.

¿Puedo hacer algo Jere? Necesito ayuda - supliqué y el se quedó callado un rato, como temiendo decir lo que venía - Jere por favor soy nuevo en esto, lleva menos de una semana aquí y me gane dos castigos.

Usted solo es un niño, es inocente y puro - volvió a hincarse - Enamórelo Don Jaime, deje sus sentimientos de lado y enamore a Don Nicolás, ésa es la única forma en que puede ayudarse, sólo le pido que el odio no llene su vida, la venganza es mala y ciega a las personas, Don Nicolás no es malo sólo está cegado por el odio, la envidia y la ambición, usted no sea igual no opaque lo lindo de su persona Don Jaime y podrá convertirse en el dueño de su Nakshe.

El precio de mi libertad. [Historia Gay] (GOTH) [Corrigiendo La Ortografía]Where stories live. Discover now