Cuarentaicuatroava parte.

862 127 3
                                    

llamé a un amigo que ira por él y quemará el cuerpo - dijo tranquilo mientras manejaba no sé a donde - comenzará a conseguir los papeles para poder salir del país.

perfecto - dije ya más tranquilo - ¿estás bien?

estoy perfecto señor, me asuste un poco cuando saco el arma pero salió todo bien - sonrío

sí, sentí lo que sientes tu Jere, literalmente me oriné en los pantalones - suspiré y el solto una risa - ¿ya queda poco para terminar con todo no?

Sí Elmito, ya estaremos bien - miró por el retrovisor con una sonrisa muy amplia en su rostro.

Llegamos a una casa en la parte pobre de Dubai que realmente de pobre no tenía nada, nos esperaba en la puerta un hombre vestido con túnica, tenía una metralleta en el hombro y un puro en la boca.

Jere - dije un poco asustado - ¿dónde mierda estamos?

Es un viejo amigo, cuidará de Nicolás - soltó mientras detenía el auto.

¿Lo cuidará o lo torturará a base de quemaduras de cigarros y azotes? - me sentía un poco en desconfiado pero Jere se puso a reír.

Elmito acá manda el que tiene más dinero en la cuenta y ese es usted, él no hará nada que usted no ordene - su cálida mirada me tranquilizo.

Bajamos del auto y el hombre nos saludo en árabe; ya habíamos partido mal; Jere traducía todo lo que el y yo decíamos para que lográramos entendernos; sabía que tenía que haber estudiado este maldito idioma; entramos a su casa y nos mostró un dormitorio el cual tenia las ventanas con protección, la puerta con el pestillo por fuera y una rendija para dejar la comida, era perfecto. Entramos a Naiko al hombro y lo acostamos en la cama, pedí que se le cuidara, que nadie le hiciera daño y se le diera de comer bien, aseguraron seguir mis órdenes así que pedimos un auto y nos fuimos al centro comercial, el auto de Edgar quedó en esa casa con el GPS desactivado.

En el centro nos encontramos con Alex que ya había hecho sus compras, un par de túnicas. Su rostro demostraba felicidad y eso me alegraba. Partimos a casa planeando que haríamos para encontrar los niños y yo salir de casa sin que Nicolás se enterara o pusiera peros, la cosa se venia complicando a pasos agigantados.

¿Cómo les fue? - preguntó Nicolás para luego besar mis labios

Estupendo señor - sonrió Alex - estaba justo la túnica que había visto en Internet

Que bueno, se demoraron bastante - dijo mirando a Jere

Los señores pasaron a comer Don Nicolás - Jere hablaba tranquiloye yo transpiraba helado pensando si nos había seguido o le habían contado algo

¿Lo pasaste bien? - susurró en mi oído, lo que hizo que me estremeciera.

Sí, muchas gracias Nicolás - besé su mejilla.

Señor yo me retiro, Oscar debe estar algo preocupado y no quiero enfadarlo - sí claro Alex, todos creemos que Oscar podría estar enfadado contigo.

Está bien Alex, mándale saludos - Nicolás le tendió la mano, Alex se despidió de todos y se retiró con la compañía de Jere.

Llevó casi dos horas tratando de contactarme con Edgar ¿tú no sabes nada de él? - mi corazón se detuvo y no podía respirar

No que va, yo no habló con él - caminé hasta la cocina para servir un vaso de agua fría

¿Estás seguro? - Nicolás me frunció el ceño

¿Crees que hice algo? - dije en un tono ofendido

No, no serias capaz - dijo tomándome por la cintura - ¿no lo serias cierto?

Claro que no - besé sus labios mientras por dentro estaba en proceso mi cuarto ataque cardíaco - ¿cómo te fue hoy?

bien pero no hablemos de eso, te eché mucho de menos - soltó  mientras besaba mis labios.

me calientas - susurré y creo que las palabras le gustaron, me sentó en la mesa de la cocina para besar mi cuello mientras con sus manos recorría mi cuerpo sin vergüenza - Nicolás acá no - tartamudee intentando tomar sus manos y detenerlo - vamos al cuarto

esta bien - su sonrisa inclinada hacía la derecha demostraba travesura, bajé de la mesa y nos dirigimos al dormitorio esperando que Jere entrara en ese momento a esconder las armas y preparar todo para poder salir al otro día.

El precio de mi libertad. [Historia Gay] (GOTH) [Corrigiendo La Ortografía]Where stories live. Discover now