Parte 1

89 7 0
                                    

La alarma de mi celular me despertó a las seis en punto, como lo hacía religiosamente todas las mañanas. Me acerqué a la ventana para observar.

- ¿Por qué demonios pones tan temprano la alarma? -al parecer mi amiga me lanzó una almohada.

-Si quieres saber, tienes que levantarte a ver -le respondí con una sonrisa en mi rostro que no la podía quitar. Ella se levantó a regañadientes.

Mi vecino, que vivía en el edificio de enfrente, salía camino a su trabajo y yo solía levantarme a ésta hora solo para verle irse.

-¿Hasta cuándo vas a seguir acechándolo desde tu oscura habitación? Cualquiera en tu lugar ya le habría invitado a salir -las dos lo seguíamos con la mirada hasta que desaparecía.

-Ya lo sé. Es por eso que no me atrevo a acercarme. ¿Sabes cuántas mujeres hermosas he visto salir de su casa?- suspiré resignada mientras me volvía a acostar en la cama.

-¿Acaso ahora vas a decir que eres fea? -sonó más a un regaño que una pregunta.

-No, pero no has visto lo que yo sí.

-Te ha gustado por más de tres, TRES años y todo lo que has hecho en ese tiempo es mirarlo como una acosadora en serie.

-No tengo oportunidad y menos si se entera de que lo he estado viendo de ésta manera. Además ni siquiera sabe de mi existencia-. Me frustraba pensar en esas chicas que tenían un cuerpo de las conejitas de playboy, mi cara bonita no podía competir contra eso. Además de eso no tengo ni una sola curva atrayente. Hasta mi propia familia se reía de mi falta de tetas y culo.

-Tarada. No sabe de ti porque no te has presentado ni una sola vez frente a él.

-Bueno, ya. Mejor vamos a seguir durmiendo -dije soñolienta.

________

Después de que Yoko, mi amiga, se fuera. Procedí salir a buscar trabajo. Hacía pocos días me habían despedido de mi anterior trabajo y el dinero que tenía, se acabaría pronto. Fui directo a las a agencias de trabajo, quizá ellos puedan encontrar algo rápido.

Miré el reloj del celular pues ya estaba haciéndose de noche. Marcaban las 19:30 asique decidí regresar a casa. Estaba bastante agotada porque había caminado mucho.

-Buenas noches, Haneul -dijo mi madre dándome un beso en la mejilla -¿Cómo te fue?

-Dejé currículos en muchos lugares, espero que no tarden tantos meses para llamarme.-dije arrastrando los pies -Me daré una daré una ducha -le informé.

En cuanto se hizo la hora, apagué las luces de mi cuarto, esperando a oscuras a que llegara Él.
Cuando me había rendido a esperarle, un Honda rojo se apareció frente a su puerta. Como siempre, una chica esbelta, salida de la fábrica de barbie lo acompañó hasta adentro. Él parecía estar bastante borracho. Era todo, no quería esperar a que ese automóvil se fuera porque no lo iba a hacer, solo me fui a la cama esperando a que sea la mañana siguiente para despertar temprano y verlo irse a trabajar, como lo hacía desde hace mucho tiempo.

Mi VecinoWhere stories live. Discover now