Torture (Larry Stylinson)

Capítulo 45

Como celebración del gran logro de su hijo, Des Styles decidió organizar una fiesta sorpresa para Harry por su excelente mención honorífica universitaria, después de todo no estaba del todo desilusionado de su hijo, pues de lo que supone mal pronto se encargaría.

La semana en la universidad pasaba como de costumbre, trabajos, exámenes, rutina, etc. Louis y Harry continuaban igual de distanciados y si se acercaban era en compañía o si no que no hubiese nadie. Amores clandestinos finalmente. Cada vez todo se tornaba más complicado.

Viernes en la noche, el rizado se dirigía a su hogar. Cuando llegó notó todas las luces apagadas, era costumbre pero había un silencio sepulcral. Aparcó su auto en la marquesina y abrió la puerta lentamente, por poco desvanecía del susto cuando prendieron las luces, entonces se percató de la presencia de las personas. Le gritaron y aplaudieron murmurando felicitaciones, sólo era capaz de agradecerles sonriente.

Su padre se acercó, movimiento que lo asombró bastante y lo abrazó por el hombro. Llevaba un cigarro en la boca y una vestimenta casual.

— Hijo, entre tu madre y to preparamos esta sorpresa por tus excelentes notas. Adivina a quien invité.

Harry lo miró extrañado y giró la vista a su alrededor. Ilusamente pensó en Louis. 

— Te espera en el patio, ve allá.

Des lo soltó. Harry se encaminó cohibido entre la multitud hasta llegar al patio. Veía de espaldas una mujer con una oscura cabellera brillante cayendo en cascada por su dorso, un traje negro de escote, una pieza ajustada que moldeaba su escultural figura y unos tacones bastante altos. El chico tragó en seco, era deslumbrante pero irreconocible. Carraspeó su garganta y permaneció de pie tras ella. La chica se giró y entonces supo quien era.

— ¡Hola! —voceó contenta.

— Hola, ¿cómo estas?

— Bien. Tu padre me invitó a la fiesta.

— ¿Eh, cómo? ¿Se conocían de antes?

— No, pero la noche del hospital cuando salí de la habitación, él se acercó a mi, me dijo que no tenías muchas amistades, pero por lo que veo se equivocó, —dijo entre risas y girando su mano al interior del hogar— y pues que como agradecimiento nos mantuviéramos en comunicación.

— Wow —murmuró sorprendido, quizá. 

— Lo llamé en estos días, me contó de la fiesta y de tus logros. Felicidades, lindo. 

El rizado se sonrojó levemente. — Gracias.

De sorpresa ella lo abrazó y recostó la cabeza en su pecho, él accedió al cariño y la rodeó con respeto por la cintura. Kendall alzó la mirada y notó la marcada mandíbula del chico y decidió plantar un beso allí. Al rato se separó y le sonrió tenue. 

— Debo, uh, irme a cambiar, todos están muy presentables y yo, pues, mira... —dijo señalando su vestimenta.

— ¿Te acompaño?

— Umm, no creo que no haga falta, no sé.

— No conozco a nadie aquí, Harry. No quisiera quedarme sola. Si quieres te espero afuera.

— Está bien.

La pelinegra nudó su brazo con el suyo, mientras se encaminaban al cuarto. Des sonrió al verlos. Gemma estaba con Maryleen, ambas notaron la escena y su hermana miró asqueada.

— ¿Y esa quién diablos es? —preguntó.

— Ni idea —murmuró la otra.

Al rato el timbre sonó y Anne abrió la puerta, eran Liam y Louis. La mujer les sonrió cálidamente. Al ojiazul le había sorprendido bastante la invitación a la fiesta sorpresa de su novio. Sabía que su mamá cuadraba con él, y Gemma quizá un poco, pero a Des no le agradaba, igual su mejor amigo lo convenció y asistió.