Capítulo 42

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 Louis subió a su habitación y notó la puerta atorada.

— ¿Alguien sabe que sucede con la puerta de mi habit...? —la abrió de un fuerte cantazo y prendió la luz. El asombro no era de esperar en su rostro.

— ¿Qué es esto? ¡MADREEEE! —la nombrada se asomó.

— Dime, cielo.

— ¿Qué banco asaltaste para comprar todo esto? —burló nervioso tocando los bolsos. 

— Te traigo el nombre del banco ahora —dijo la mujer entre risas y "cerró" la puerta. 

Louis fue directo a las bolsas de regalo y las miraba asombrado, sacó unos pares de tenis Nikes, en otro bolso un abrigo de su equipo favorito de fútbol. De repente sintió la puerta abrirse. — Te haz botado con esto, estoy muy emocionado —musitó sin mirar a la puerta.

— Me alegra que te estén gustando.. 

El ojiazul alzó su mirada en shock al notar que quien le hablaba era Harry. 

— ¿Har- Harry? —balbuceo. El otro chico sólo le brindó una sonrisa. — ¡HAZZA! —exclamó lanzándose a sus brazos. 

— ¿Todo esto para mi? —dijo girando su mano sobre la cama.

— Si, amor...

— Oh Dios, mi madre te ha asaltado.

Ambos estallaron en risas.

— No, nada de eso, aunque fue mi cómplice en todo esto, bueno todos los presentes en casa. 

Louis puso las manos en la cintura del más alto y lo besó apasionadamente.

— El regalo que más me gusta, adivina cual es —murmuró el mayor contra su oído. 

— Umm, umm, solamente haz abierto dos. 

—Tonto tú —besó su quijada. — Eres lo mejor que me ha pasado Harry Styles, compartir estos meses contigo, este día, y todos los que nos faltan juntos son una bendición. Te amo, ricitos. 

Harry posó una mano por el cabello del ojiazul. Se sentía grande en presencia pero pequeño en espíritu. — Tú, tú eres lo mejor que me ha pasado, te amo Louis Tomlinson.

Celebraron esa noche juntos, Louis abriendo los regalos emocionado como si fuera la primera vez que alguien le obsequiara algo. Esa noche entre vino blanco y besos apasionados, decidieron hacer el amor; besos, caricias y gemidos por lo bajo. Louis haciendo a Harry suyo una vez más.

El día de navidad la pareja se encontraban en aquel parque donde fue su primera "cita". Louis le entregó el regalo a Harry, la cámara Polaroid, el ojiverde estaba emocionado como hace mucho. 

— Gracias, gracias, Lou. Yo no tenía una.  

— Me di cuenta que eres un amante de la naturaleza y con ella podrás tener mejores fotos de tan bellos paisajes.

Harry sonrió y entregó a Louis una tarjeta envuelta en papel violeta y un lazo rojo. Louis lo miró y se percató de que era una carta.

"Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas. Cree en ti." Eres una persona maravillosa, tienes todas las cualidades perfectas. Sí perfectas, porque todos tenemos un propósito de ser y existir. Los errores son experiencias aprendidas. No dejes que nada ni nadie derrumbe tu luminosa corona abstracta, porque eres un ángel. Tu vida vale. Quiero que te superes siempre, tal y como lo haces. Eres mi motivación. Ten presente que alguien siempre te ama, como yo. Yo te amo como nunca he amado a nadie y quiero que seas feliz, que rompas el viento con esa sonrisa tan maravillosa que tienes. Perdóname si alguna vez lastimé tu hermoso corazón. Juntos siempre. Te amo y conocerte, ser tu novio, es un honor. Todo el amor, H. xx"

Las lágrimas bañaban el rostro del mayor, no podía decir ni una sola palabra, sus manos temblaban. Harry lo abrazó fuertemente y le susurró muchos "te amo" al oído mientras que Louis lloraba en su hombro. Eran muchas las emociones envueltas, pero la felicidad sobresaltaba. Las palabras de Harry fueron en base a todo lo que Louis había vivido, el acoso cuando adolescente e incluso en la universidad aveces le molestaban. Su meta ras darle todo el aliento necesario para que Louis siguiera adelante siempre, que ignorara a Modest, porque él anhelaba luchar por ese amor, porque él lo amaba y cuando amas, entregas todo. 

Al próximo día llegaron al hogar de Liam, ya que éste los había invitado a un compartir navideño , junto a Niall. Estaban tranquilos por esas breves vacaciones sin universidad. Se sentaron en el mueble a platicar. Niall se fue a preparar algo de comer junto a la mamá del castaño. 

— ¿Cómo la han pasado estos días?

Harry entrelazó sus manos con las de Louis y lo miraba atento a todo movimiento.  

— Pues Harold y yo la pasamos de maravilla, un poco preocupados como siempre pero nada de otro mundo. 

— ¿No les han fastidiado más? —preguntó su mejor amigo. 

— Por ahora no. 

Niall llegó con los emparedados, los colocó sobre la mesa y fue a recostarse de Liam. 

— Quisiera hacer algo, algún plan para detenerlos, porque no es justo que vivamos con miedos. O ser invisibles para ser felices sin prejuicios. Pero lo miro, —observó a Harry —y sé que la pesadilla pronto acabara. 

— La verdad es que yo no sé que podemos hacer —articuló el castaño. 

— Quizás no hará nada, a lo mejor se canso —dijo el irlandés tratando de resaltar algo de positivismo. 

— ¿Cómo estás de tus heridas Harry? —preguntó Liam. 

— Ya estoy mucho mejor, Louis me ha cuidado muy bien —dijo sonriéndole a su chico. Louis se agachó un poco y besó su coronilla. 

— Tengo algo que confesarles algo... —mencionó el castaño. Todos lo miraban a la espera. — Creo que estoy enamorado de Zayn pero él no me hace caso, no creo que se me den las cosas —bajó su mirada y el rubio le dio un abrazo reconfortante. — ¿Por qué piensas así?

— Hablamos de ustedes dos —señaló a Harry y Louis — y me dijo que empezaba a aceptar su relación pero que ese tipo de pareja como que no era de su agrado. Con eso me dio a entender que jamás estaría con un chico. 

— Si quieres yo puedo hablar con él —se ofreció el rizado. A sus amigos por poco les caía la quijada al suelo. Louis explayó exageradamente sus orbes. — ¿Estás seguro, bebé? —Harry asintió con una sonrisa. El mayor besó uno de sus hoyuelos. 

— Él no es el mismo desde que conoció a Liam, so pensemos en que hay posibilidad —dijo el rubio alzando las cejas repetidas veces, haciendo que el castaño le diera un manotazo en el brazo. 

Los chicos se decidieron a comer y luego se pusieron a jugar algunos juegos de mesa en unión.

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El hombre compraba un veneno silencioso, con intenciones variadas, mas no sanas. Su plan iba en marcha, la vigilancia cada vez era más constante. Lástima que algunas personas no se percataban, todo iba en su beneficio, pero él tampoco imaginaba que uno de sus "secuaces" se le iba a virar. 

Torture (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now