Hey, Annie
Recuerdo cuando te conocí. Fue el mejor dia de mi vida. Era una tarde de otoño, un aire frío recorria mi cuerpo entrando por mi nariz, que ya estaba congelada desde hacía tiempo. Vi llegar a una dama de cabello rojizo, rostro pecoso, manos huesudas, de las que estaba agarrada una pequeña de cabello rojizo igual que la mujer que la sostenía. Esa pequeñita de cabello rojizo, ojos verdosos, de piel pálida y manos huesudas y suaves, eras tú. Te vi y automáticamente el frío se fue de mi cuerpo, para tomar lugar una cálida sensación de confusión. Tu cabello, tus pequeños e inocentes ojos combinaban tan bien con el otoño, tal vez por eso te conoci en aquella estación. Desde aquella vez no dejé de pensar en ti, me enamoraste rojita. Y no me arrepiento.
-A
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©Cotton Candy
Short Story¿Qué pasa cuando aquel famoso hilo rojo une a dos personas? Unas monedas alumbraban al niño y unos esponjosos dulces rosados iluminaban los ojos de la pequeña. Y compró dos. - Ten.- le dijo con inocencia su apagada voz. Ella le sonrió y le agradeció...