C A P Í T U L O 17

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Ya era mediodía. La noche pasó rápidamente entre algunos sueños y algunos nervios de por medio. Uno de lo más nerviosos era Kevin, ya que tendría una cita con el palomo y la realidad era que nunca había salido con nadie. Fiestas tal vez, pero no a algo que podía llegar a tomar otro rumbo.

Era su primera cita, por lo cual estaba más ansioso cuando siempre él era el más tranquilo en varias situaciones y aunque el palomo lo conocía con el mismo look de hace dos días, quería hacer algo nuevo con su cabello. Ya no sería rubio, cambiaría a su castaño normal.

Siempre era de cambiar looks y esta vez se había cansado del rubio que ya llevaba casi año y medio.

Se lo tinturó y mientras pasaban los minutos, decidió cortarse sus uñas porque estaban horriblemente largas y sucias. Se sorprendió de lo tan descuidado que ha estado consigo mismo al llegar a visitar a su primo. Miró sus pies y era lo mismo, parecían garras.

-Puaj. Que descuidado, Kevin -se dijo a sí mismo y también decidió cortarse las uñas de los pies. Estaba tan concentrado que cuando alguien lo llamó a la puerta, casi se corta un pedazo de carne del dedo, en vez de la garra -. ¡Maldición! ¡Casi me corto el dedo, idiota! -gritó a todo pulmón.

-Ups, lo siento, primito -era el pequeño Dongho.

-Claro, lo siento -dijo sarcástico -. ¿Qué quieres?

-Entrar al baño, obvio.

-¿Qué no hay otro baño?

-¿Lo hay? -preguntó desconcertado de no saber donde estaba el otro baño.

-Por supuesto, al fondo del pasillo.

-¿En serio? No lo había visto.

-Obvio que no, si pasas metido en este baño.

-¿Y por qué no puedo entrar a este baño?

-Porque estoy ocupado -respondió con obviedad e irritado por tanta conversa y menos acción en su cuidado corporal.

-¿Y cuánto te queda?

-Si estás muy urgido, vete al otro baño, ¿ok?

-¿Y si no quiero?

-¡Pequeño demonio, lo que te haré si sigues molestando! -amenazó.

-¡Ok, ya entendí, ya entendí! -se escuchó a lo lejos del baño.

Dongho sabía muy bien como era la actitud maníaca de Kevin cuando se enojaba y no quería sufrir las mismas consecuencias de cuando estaba en Japón. Hasta había sido hospitalizado con un brazo y pierna rota por haber molestado mucho a Kevin. Su primo dijo en su defensa que se había tropezado en la escalera, que estaba resbaloso y no sabía que otras tantas mentiras, que terminaron por creerle y él solo y aburrido en todo el espacio blanco.

Después de eso no quería molestarlo, al menos, no demasiado. Pero le gustaba bromear de vez cuando.

Kevin seguía en sus garras y al finalizar la última, se sintió aliviado. Días anteriores sentía presión en sus zapatos y él ni cuenta de que era y pensó que le había crecido el pie. Miró el reloj y lo minutos pasados, el tinturado estaba listo. Se sacó la bolsa que le envolvía el cabello y lo lavó antes de ducharse.

En otra parte de la casa, se encontraban Kiseop y AJ aún acostados en el sofá.

-Jae, será la una de la tarde y nosotros todavía aquí.

-¿Y de qué te preocupas? Ni que no nos hubieran visto acostados, durmiditos, acurrucaditos... -dijo para luego abrazarlo aún más de lo que estaba y darle besitos en el cuello.

My Only Possession... [2Seop/U-KISS]Where stories live. Discover now