My Only Possession... [2Seop/U-KISS]

C A P Í T U L O 13

-¿Aló?

-Tenemos... -el chico miró para todos lados -. Tenemos que hablar.

-Ahora no puedo -dijo este en voz baja.

-Entonces dime a qué hora.

-Él viene, te diré luego.

-Está bien, pero no me hagas esperar demasiado -y colgó.

Ese día se le había hecho eterno. El otro nunca le devolvió la llamada y no quiso volver a llamarlo para que no tuviera problemas. Ahora era él quien estaba en problemas. ¿Qué le diría a su Amo cuando supiera que él daba la mala información y todo para encubrir al Señor? En verdad lo estaba desesperando. Se debatia en si ser fiel o traicionar. No sabía en que lado le iba a ir mejor. Su Amo no tenía la culpa, ¿pero que debería hacer?

-Seungho -llegó Mir por la mañana. El nombrado saltó del susto -. Al parecer estuviste despierto toda la noche.

-Eh, sí, como siempre.

-Deberías ir a dormir un poco -dijo preocupado.

-Creo que sí -no estaba cansado, estaba acostumbrado a esta rutina. Lo peor es que le contaba todo a Mir. No tenían secretos entre ellos, pero esta vez era diferente.

-¡Vamos, rápido! -animó Mir -. Si quieres te canto una canción de cuna -movió sus pestañas tiernamente.

-¿Estás loco? Con eso no dormiré, tendré pesadillas -bromeó.

-¡YA! Que yo canto hermoso -éste frunció el ceño.

-Lo sé, pequeño, lo sé -elevó su mano y la posó sobre la cabeza del otro, acariciándolo suavemente y suspirando frustrado.

Mir se extrañó un poco. No es que Seungho no tuviera gestos así con él, lo hizo varias veces pero ahora sentía que era distinto.

-¿Pasa algo? -preguntó y esparaba recibir una respuesta convincente.

-Nada. ¿Qué podría pasar? -Seungho se sorprendió por la pregunta. Quería parecer normal y al parecer, no lo había conseguido.

-Estás...

Y Seungho, sabiendo lo que iba a preguntar, contestó rápidamente.

-Cansado. Es todo -se levantó del asiento y caminó hacia la puerta del patio -. Iré a dormir. Nos vemos en unas cuantas horas.

-Ok.

No le dio la respuesta contundente que quería. Sin embargo, debía creer en él. No tenían secretos entre ellos, siempre se contaban todo. ¿Esta vez sería la excepción?

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Mientras tanto, en la mansión de la familia Kim, los dos únicos sirvientes comenzaban a despertar.

Uno sintió mucho frío por la noche y el otro se sintió acalorado, extrañamente acalorado. Se removió en la cama varias veces y el calor no lo dejaba. Salió el primer rayo de sol y justo llegó a sus ojos.

-Mmmhh -automáticamente se tapó los ojos -. Maldita sea -regodió mientras tocaba su cara intentando encontrar algo -. ¿Que no uso antifaz para dormir? -se preguntó extrañado. Comenzó a buscar por la cama con su mano. Sintió algo raro a su lado y lo asustó, pero al levantar las sábanas... -. ¿Qué demo...? -vio a su compañero de cuarto muy acurrucado a una de sus almohadas y con su antifaz -. ¡YA! ¡¿Qué haces en MI cama?! -gritó tan alto que el otro despertó sobresaltado y cayó de espaldas directamente al suelo.

-¡Auch! No deberías gritar tan temprano -recriminó el otro. Se levantó como pudo y comenzó a sobarse el trasero.

-He preguntado que qué haces en MI cama, con MI antifaz -lo miró furioso.