C A P Í T U L O 1

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Kiseop es un chico que tiene veinticuatro años de edad y es estudiante universitario de último año. Su vida era una normal. Terminar su carrera era su prioridad, y trabajar lo era aún más. Creía que iba a seguir con el mismo pensamiento de querer estudiar, trabajar y ayudar a los demás. Pero jamás se le cruzaría por la cabeza el hecho de llegar a tener... a alguien, gustar de alguien.

La vida de éste chico era totalmente común. Preocupaciones comúnes de un chico de su edad. No salía a fiestas por que sabía que se sentiría incómodo, no se acostumbró ni se acostumbraba a este tipo de cosas. Vivía la vida de una forma normal. Normal dentro de lo que él pensaba. Solo se dedicaba a estudiar para sacar sus estudios y se esforzaba al máximo para tener las mejores calificaciones y así poder tener mejores referencias de lo que le gustaba y amaba desde pequeño.

Un día, se dirigía a la universidad como de costumbre. En un bus, que odiaba mucho utilizar por el hecho de que se llenaba a no más poder de gente y donde los cuerpos se juntaban cada vez que una persona más subía a este. «Odio esto... Será mejor que compre una bicibleta pronto», pensó para sí mismo. A él no le importaba, en absoluto, llegar totalmente sudado si con eso evitaba ser casi claustrofóbico.

Lo que no pensó, es que ese día sería diferente, y más, cuando un chico se puso tras de él, siendo empujado bruscamente a la puerta del bus.

—¡Cuidado! —gritó Kiseop, cuando sintió demasiada presión.

—¡Hey! ¡Ten cuidado para la próxima, idiota! —gritó el chico detrás suyo y la otra persona no le quedó más que disculparse —. Lo siento. ¿Estás bien? ¿Te lastimaste?

—Más o menos... pero estoy bien, gracias —agradeció y volteó, encontrándose con ese rostro que le sonreía de oreja a oreja y eso le hizo sonrojarse hasta las orejas —. Ahmmm.. Sí, estoy bien, gracias —dijo, sin darse cuenta que ya lo había dicho, golpeándose mentalmente.

—Si, ya lo has dicho —le sonrió este chico nuevamente.

Kiseop volteó su rostro. ¿Por qué ese chico lo ponía tan inquieto? Siempre pasaba esto y solamente decía gracias. Cuando vio que estaba pronto a llegar, se sintió más aliviado de no soportar esta incomodidad. Tocó el timbre y cuando paró el bus, y estuvo abajo, el chico se despidió alzando la mano, sonriéndole con esos labios y ojos que por momentos parecían como de un gato. Kiseop hizo una reverencia y vio al bus irse.

«Uff... Eso fue raro». Y así se encaminó dentro del campus para ir a sus clases.

Pero lo que no pensaba, es que unos días después lo encontraría de nuevo en el mismo autobus. Lo reconoció pero esperaba que él no lo hiciera. Solo se dispuso a escuchar su música con los audífonos y por suerte había logrado un asiento. Aunque nadie se había sentado a su lado aún.

El chico lo vio al subirse y por un momento se sentía bien al verlo. Observó que al lado de él había un asiento vacío y con rapidez se sentó a su lado, sorprendiéndolo de su vista panorámica por la ventana del bus.

—¡AAHH! —saltó Kiseop del asiento. Casi se le salió el corazón del susto.

—Hola —saludó el chico, sonriendo como la vez anterior.

—Ho-Hola... —respiró agitadamente .

—¿Te he asustado?

—No, por supuesto que no —dijo sarcástico.

El chico rió —. Perdón —levantó sus manos en señal de disculpa.

Kiseop no dijo nada y volvió a ver por la ventana del bus.

—Lo siento, no me he presentado —extendió su mano —. Soy Kim Jaeseop, pero puedes decirme AJ.

—Yo... —dudó unos segundos en darle la mano pero finalmente lo hizo —. Yo soy Kiseop. Lee Kiseop —soltó rápidamente su mano pero AJ no lo hacía. Clavaba con su mirada los ojos de Kiseop y este estaba nervioso —. ¿Podrías devolverme mi mano? —el chico miró su mano, el rostro de Kiseop y su mano de nuevo.

My Only Possession... [2Seop/U-KISS]Where stories live. Discover now