Pero mi monótona vida dará un cambio radical cuando ellallegue a mi vida. Una molestia que conseguirá meterse en mi corazón para quedarse allí. Ella conseguirá cambiar mi mente.

...

Las vacaciones de invierno están por terminar, nos encontramos a pocos meses de terminar el año escolar. Me encontraba ayudando a Naruto a terminar sus deberes, los cuales yo terminé hace tiempo.

—Sasuke, ¿quieres jugar videojuegos?— preguntó mirando con fastidio su tarea.

—Después de que termines tus deberes— respondí sin despegar la vista de mi libro.

—Odio esto— bufó —Ni en vacaciones puedo librarme de la odiosa escuela.

—Eso te pasa por dejar todo para última hora— le recordé.

—Las vacaciones son para divertirse— volvió a quejarse —Pero no, los profesores no pueden dejar que uno disfrute su hermosa juventud.

—Si dejaras de quejarte podríamos jugar videojuegos— lo miré con fastidio a través de mis gafas.

—Está bien, ya no me regañes— volvió su atención a sus deberes, murmurando quién sabe qué.

—Iré por algo de comer— dejé mi libro sobre la mesa y me levanté —¿Quieres algo?

—Lo que traigas para ti— masculló sin prestar atención.

—Hmp— fui a la cocina, tomé unas frituras y unos refrescos.

Le lancé un paquete de frituras en la cabeza, me miró enojado pero no me importó y le tendí el refresco. Después de un par de horas más, por fin acabó con sus deberes.

¡Terminé!— gritó emocionado.

—Ya era hora— cerré mi libro y encendí el televisor.

Jugamos videojuegos hasta que llegó la hora de dormir.

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Las vacaciones de invierno llegaron a su fin. Es lunes, me levanté antes de que salga el sol como de costumbre. Salí a correr como todas las mañanas, sin importarme mucho que estamos a mitad del invierno. Cuando llegué a casa, mi padre ya se había levantado. Estaba leyendo el periódico sentado en el sofá, tomando su café matutino.

—Buenos días, padre— saludé.

—Buenos días, Sasuke— devolvió el saludo, despegando su mirada del periódico —¿A quién le corresponde preparar el desayuno hoy?

Desde que mamá murió, nos turnamos entre los tres para hacer el desayuno y la cena. Solo almorzamos en casa los fines de semana y vacaciones, el resto del tiempo Itachi y yo compramos comida en la escuela, y papá en el trabajo.

—Itachi— contesté.

El mencionado salió del pasillo que lleva a las habitaciones, ya vestido con su uniforme. El cual consiste de un pantalón negro, una camisa blanca, un saco negro con la insignia del instituto y una corbata roja. El color de las corbatas es diferente para cada año, los de primero la usan verde, los de segundo azul y los de tercero roja.

—Buenos días, padre, Sasuke— dijo tapando un bostezo.

—Buenos días, Itachi— dijimos mi padre y yo al unísono.

Itachi fue hasta la cocina para hacer el desayuno.

Caminé hasta mi habitación, Naruto se había quedado a dormir, así que aún seguía durmiendo. Tomé mi uniforme y me fui al baño. Luego de quince minutos ya estaba vestido. Solo me faltaba despertar a Naruto e ir a desayunar.

Change My Mind [SasuSaku]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant