Nathaniel Ferrars, descendiente de una importante familia, ha sido castigado por su arrogancia y prepotencia a ser un maniquí por el resto de su vida. Solo un beso a la medianoche de una luna llena podría salvarlo de su condena.
Kathleen Evans es al...
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El mejor día de mi vida inició con una simple carta. Una carta de parte de la universidad de diseño en Nueva York Parsons. El aire de tensión que hubo en mi casa durante el desayuno mientras leía la carta se esfumó en el momento en que las siguientes palabras salieron de mi boca:
"Estimada Kathleen Evans, a través de la presente Parsons la Nueva Escuela para Diseño le informa que su solicitud de ingreso ha sido aceptada por los directivos de esta honorable institución."
Ni siquiera me molesté en leer las demás palabras, yo estaba dentro. ¡Iría a Parsons!
Hey now.
Hey now
This is what dreams are made of
I've got somewhere I belong
I've got somebody to love
This is what dreams are made of
La mañana solo mejoró para cuando entre a las instalaciones del colegio con una sonrisita en la cara que tal vez me haría ver como el gato de Cheshire. Y esa sonrisa solo se amplió en el momento que Pagan me sorprendió en mi casillero con un papel en su mano.
—Cat... ¡Voy a Columbia! —gritó con emoción.
—¡Yo voy a Parsons! —Grité con la misma emoción.
Brincamos alrededor abrazadas. Nuestros planes se hacían realidad. Desde el momento que el tema de universidad llegó a nuestra mente supimos que queríamos ir al mismo lugar, pero sabíamos que era imposible pues ambas queríamos cosas diferentes. Yo quería diseño de modas y Pagan estaba debatiéndose entre Historia o Astronomía. Así que, si no íbamos a la misma universidad, al menos iríamos a la misma ciudad.
—Tendremos nuestro propio apartamento en la quinta avenida. Será pequeño, pero elegante y cómodo. ¡No puedo esperar!
—Lo dices como si ya lo hubieras comprado o algo así —dijo Pagan riendo.
Resoplé.
—No tengo el dinero para eso, pero lo soñé así que espero que en verdad sea así.
Pagan asintió y volvió a brincar con emoción.
—¡Iremos a Nueva York!
—No más Chicago, Chicaga.
Agarradas de las manos caminamos hacia nuestra primera clase cantando Empire State of Mind. Ella cantaba la parte de Alicia Keys y yo era Jay-Z. Nada podía ser tan brillante como nuestras sonrisas. El mundo parecía lleno de arcoíris y unicornios y más cosas lindas. Y las cosas se pusieron mucho mejor cuando encontré a Liam esperándome después de mi última clase.
