Operación Anaconda

La nota

"¡Vamos Maldito duende! ¡Abre!" Dijeron de afuera.

"¡Eh! Mas respeto" Digo Gold al mismo tiempo que abría la puerta.

Una mujer de avanzada edad se encontraba frente a la camioneta. Tenía la respiración acelerada y traía una muchacha inconsciente en sus brazos.

"¡Granny!" Exclamó Belle al verla "¿Qué ha pasado?"

"La encontramos en una de las habitaciones, estaba esposada a la cama y completamente sedada. Por eso está como está." Explicó Granny, mientras hacía fuerza para poder subir al vehículo con la joven aún en brazos.

"¿Y los otros? ¿Dónde están?" Quiso saber Gold.

"¿Cómo? ¿No han vuelto?"

"No, aún no. Eres la primera que regresa" Dijo Belle ayudándola.

"Nos separamos" dijo Granny "Cuando encontramos a Ruby supusieron que ella también estaría ahí y fueron a buscarla. Yo me vine con ella, pero tardé mas de lo que pensaba. Casi me descubren y tuve que esconderme, por eso creí que ya habrían regresado"

"¿Y...y ella está bien?" preguntó preocupada Belle acariciando el cabello de la muchacha.

"Estará bien, una vez que se le pase el efecto del sedante. Ayúdenme a acomodarla"

Entre los tres acomodaron a la muchacha en un colchón dentro de la camioneta, habían salido preparados para el peor de los panoramas. Granny la tapó con una manta, mientras que el señor Gold cerraba las puertas.

"¿Ahora qué? ¿Solo esperamos?" Preguntó Belle acariciando el cabello de la joven inconsciente.

"No tardarán mucho mas" Dijo Granny con intenciones de tranquilizarla, ocultando su verdadera preocupación.

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"¡Vamos, corre!" gritaba la muchacha de cabello rubio.

La madre de la chica tropezó con algo y cayó al suelo. La joven solo pudo pensar que en esa clase de situaciones, siempre hay alguien que se tropieza como si no hubiera suficiente presión para salir de allí, y su madre era mandada a hacer en esas cosa. El marido de la mujer de cabello oscuro y corto, volvió para ayudarla, se puso en pie y siguieron corriendo.

"Vamos" Dijo mientras la ayudaba "¡No se frenen!"

"¡Alto ahí! ¡Deténganse!" Gritó un guardia "Están invadiendo propiedad privada"

"Bueno ya nos vamos" Dijo el hombre calvo siendo sarcástico mientras corría.

"¡No es tiempo de bromas!" Exclamó la mujer de cabello marrón.

"¡Por aquí, por aquí!" Gritó la madre de la chica señalando un pasillo vacío, que pronto se llenó de guardias que venían desde la otra punta. "Por aquí no, ¡Por aquí no!" Gritó contradiciéndose corriendo en dirección opuesta.

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En la camioneta todos esperaban ansiosos en un silencio sepulcral. Nadie hablaba, apenas algunas miradas fugaces cruzaban en la camioneta, pero no más que eso. Podía oírse a lo lejos la avenida y cerca de donde ellos estaban, algún que otro búho y grillos.

"Me pone de los nervios que tarden tanto" Dijo Gold luego de un rato. "Habíamos acordado que no más de media hora"

"Tranquilo, ya vendrán" Dijo Belle.

"Deben de haberse perdido" supuso la abuelita "Ahí dentro es como un laberinto"

De nuevo se hizo el silencio, Belle seguía acariciando el cabello de Ruby y la señora Lucas había recuperado su ballesta. Luego de otro rato de espera el hombre dijo: "Voy a ir a buscarlos" Pero cuando se dispuso a salir y abrió la puerta, se encontró con la chica de cabello rubio, parada en la puerta a punto de golpear.

"¡Srta. Swan!" Exclamó Gold. "Ya estaba por ir a buscarlos"

"Tardamos más de lo planeado" Dijo Emma.

"Sí, eso lo notamos" le contestó Belle.

"¿Y tú de dónde has salido?" Dijo sin nada de tacto Grumpy.

"Eso no importa Leroy, tenemos que irnos ya. ¡Arranca!" Exclamó Mary Margaret.

Como de costumbre David tomó la iniciativa, se acomodó al volante y comenzó a manejar a una gran velocidad. No sabían si los estaban siguiendo o no, pero sería mejor ser precavidos y alejarse lo antes posible de allí antes de tener tiempo para pensar cómo proseguir. Cuando ya estuvieron lo que consideraron lo suficientemente lejos y a salvo, buscó un lugar donde estacionarse para poder ponerse al tanto todos.

"Pero... ¿Qué fue lo que les ocurrió dentro?" Quiso saber Belle.

"Solo la encontramos a ella" Dijo Mary Margaret señalando a la muchacha inconsciente "Solo estaba Ruby. Luego fuimos a buscarla a ella también, pero nos descubrieron y comenzamos a correr para encontrarla antes que ellos a nosotros."

"¿Y por qué no está con ustedes?"

"Porque no estaba" Dijo Emma enojada y frustrada por el resultado a medias de la operación.

"Ya la habían movido de lugar" añadió David "Ahora no sabemos dónde está"

"¿No había nada que pudiera decir a dónde la llevaron? ¿Algo que dijera lo que ocurrió?" Preguntó Gold "¿Ningún testigo a quién preguntar amablemente?" añadió haciendo énfasis en la última palabra de forma sarcástica.

"No, solo encontramos un papel con nada importante escrito en él" Dijo la mujer de cabello marrón.

"Tal vez Ruby pueda darnos algún dato de utilidad, cuando despierte podrá decirnos lo que sepa, todo lo que haya escuchado será de ayuda" Dijo esperanzada Belle.

El señor Gold se había quedado callado, pensativo y serio. Sentía curiosidad por el papel que habían mencionado. Tenía una única esperanza de saber qué había pasado y por tanto pidió que se lo mostraran.

"¿Y para qué quieres ver eso? Si no sirve de nada" Dijo Grumpy.

"Puede que sí nos sirva, pero necesito verlo para poder saber" Le contestó Gold con cara de pocos amigos.

"Aquí está" Dijo Mary Margaret extendiendo la mano con el rollo de papel en ella.

El hombre lo agarró y lo extendió, se lo quedó examinando por un buen rato, de un lado a otro, de arriba hacia abajo, era como si tratara de ver algo a través de él. Todos lo observaban muy atentos, cada movimiento que hacía, cada expresión que ponía. Estaban a la expectativa de algún descubrimiento.

"¿Y bien?" Dijo impaciente la mujer de cabello marrón.

"Sí, puede que diga algo. Están seguros que esta es su letra, ¿verdad?"

"Sí, es de ella, pero no tiene sentido lo que ha escrito, ¿o sí?"

"Sí que lo tiene, solo que está escrito en código, por eso no lo entienden"

"¿En código?" Exclamaron Belle y Mary Margaret al unísono.

"Sí, en código. Yo le enseñé a hacerlo... y creo que he descifrado este. Si estoy en lo correcto, cuenta lo que le ocurrió"

"¿Dice a dónde han llevado a mi...?" Comenzó a preguntar la mujer de cabello marrón, pero Goldla interrumpió.

"No lo sé, aún no lo traduzco todo" 

"Espera. Si traduces todo, sabremos lo que le ocurrió, ¿es eso lo que estás diciendo?" Corroboró Emma.

"Eso me temo" le contestó Gold.

"Pues ¿qué estás esperando? Quiero saber que han hecho con mi hija" Dijo Cora.

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N.A.: Me parece justo mencionar que, releyendo la historia, hay varias cosas de la redacción que me parecería bueno mejorarlas. Por fidelidad a la original, solo haré algunos pequeños ajustes pero sin modificar nada de lo que ocurre.