▪ Capítulo 32 ▪

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Mamá ya se había ido al trabajo, la casa estaba vacía así que tomé las llaves y salí al instituto. Caminando. Mi móvil comenzó a sonar, lo saqué de la mochila y leí el mensaje de Katherine, diciéndome que quería hablar conmigo. Lo guardé nuevamente y seguí con mi camino.

Llegué al instituto justo a tiempo, iba casi corriendo a clase de anatomía; aún que no estaba muy segura de asistir. Llegué al aula y ya todos estaban en sus asientos. El profesor me miró fijamente.

— Buen día profesor ¿puedo pasar? — pregunté.

Todos me voltearon a ver y se sorprendieron al verme. El profesor me dejó entrar a la clase y de inmediato localicé un lugar disponible, por desgracia Christopher estaba sentado en el asiento de al lado.

— necesitamos hablar — me susurró después de cinco minutos

Lo miré. Sus ojos mostraban melancolía por primera vez. Tenía que ser fuerte a esa tentación, regresé mi mente a lo que me dijo en la fiesta. Me creía una chica estúpida, idiota, patética y cursi. No le contesté y miré al frente para prestar atención a la explicación del profesor.

— necesito hablar contigo — volvió a susurrar.

— ¿De qué quieres hablar conmigo? ¿vas a decirme que hay chicas mejores, a burlarte de mí y ofenderme? — contesté con el mismo tono, sin mirarlo si quiera

— sólo necesito que me entiendas Evelyn...

— No —añadí — me insultas y luego vienes a mi como sin nada... Jódete

— necesito que me escuches y no voy a aceptar otro "No" de tu parte

¿Que? Lo miré seria. Abrí la boca para contestar, pero una tercera voz me interrumpió.

— señorita Adams, señor Gibson pueden seguir hablando en detención — dijo el profesor — la charla debe ser bastante interesante, pero este no es el lugar

«No puedo ir a detención» fue lo primero que pensé. Eso dañaría mi historial académico

— profesor, está todo bien, prestaré atención — dije nerviosa.

A este punto el profesor estaba frente a ambos, cruzado de brazos, mostrando la autoridad correspondiente.

— iré yo en su lugar, fue mi culpa — añadió Christopher — yo la distraje

— dije que ambos irán a detención — contestó el profesor serio y con un tono más fuerte de lo normal.

Me levanté, tomé mis cosas, ignorando las miradas de mis compañeros y salí hacia la sala de detención.

Esto era sumamente vergonzoso y decepcionante.

La sala de detención no era más que un aula con suficientes sillas y semi vacía en cuanto a decoraciones escolares, las ventanas estaban ocultas por cortinas grises y una pizarra verde, de las que se tenían que utilizar tizas blancas. Lo único moderno ahí eran esas horripilantes cámaras.

Entré y no había nadie, estaba vacía. Tomé asiento en un lugar al azar, no era que importara mucho a estas alturas. En la pizarra estaba escrita una plana de "no debo arrojarle un condón usado a mi compañero"

La puerta se abrió y entró Christopher.

Me crucé de brazos y desvié la mirada. Estaba tan molesta ahora...

— no era mi intención meterte en problemas. Lo siento

Me levanté, no quería estar cerca de él, dejé mis cosas en la silla y me coloqué al lado de la puerta. Se acercó a mí y no hice más que poner los ojos en blanco.

Simplemente Mi Chico MaloOnde histórias criam vida. Descubra agora