▪ Capítulo 26 ▪

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¿Pero que estaba haciendo?

Lo alejé rápidamente y me levanté de la cama.

— tengo que irme, seguramente Natalie se debe preguntar porque tardo tanto — me giré lista para salir, cuando me tomó del brazo y me atrajo nuevamente hacia él.

— Chris tengo que ir... — insistí

Inspeccionó mi cara por unos segundos antes de soltarme. Mi corazón todavía latía velozmente. Entré a la habitación de Natalie y ella sonrió al verme, ya estaba lista y se veía espectacular.

En poco tiempo Natalie me tomó del brazo y juntas bajamos las escaleras, cuando llegamos a la sala de estar encontramos a Christopher sentado en el sofá con el móvil en mano.

— Hora de irnos — comentó Natalie con ilusión

Christopher se levantó del sofá y esperó a que Natalie se adelantara a salir. Él iba detrás de mí y sin previo aviso colocó sus manos en mi cintura, se acercó tanto que su respiración me hacía cosquillas en la nuca.

Natalie de repente se volteó y las manos de Christopher apretaron mi cintura más de lo normal y se quedó inmóvil. De inmediato me ruboricé.

— por un carajo... ¿creen que no lo he notado? — añadió con una sonrisa pícara — parecen adolescentes

Christopher soltó un poco el agarre de mi cintura al ver la expresión de su hermana.

— te iras con Natalie — añadió

Le miré confundida. A continuación, Natalie hizo sonar el claxon de un auto. Me giré nuevamente hacia Christopher.

— Nos vemos en la fiesta — sonrió para luego darme un beso en la frente

— está bien

Una vez en el auto con Natalie mire por la ventanilla en busca de Christopher cuando pasó a nuestro lado en la motocicleta y así Natalie se puso en marcha.

Íbamos siguiendo a Christopher por la cuidad y desde aquí se veía más atractivo que nunca, con su chaqueta negra y con sus Jeans negros.

— Es la primera vez que lo pillo — comentó Natalie, sacándome de mis pensamientos.

– ¿Qué? — la voltee a ver curiosa y confundida al mismo tiempo

— ¡Si! Hubieras visto su cara. Esa fue mi parte favorita — soltó una risita

Con razón Christopher se quedó como estatua cuando Natalie lo vio con las manos sobre mi cintura.

— ¿Enserio?

— sí, normalmente siempre lo veo con chicas en fiestas y así, pero jamás había hecho tal cosa... en casa

Traté de ocultar mi sonrisa.

Christopher aparcó frente a un patio de gran tamaño y Natalie aparcó detrás. Algunos chicos estaban charlando en el jardín con vasos color rojo en mano y se podía escuchar algo de música proveniente del interior de la casa.

— es aquí — suspiró Natalie desabrochándose el cinturón de seguridad

Christopher se bajó de la motocicleta y saludó a los chicos que estaban en el jardín, Natalie se bajó del auto junto conmigo. Caminamos juntas hasta encontrarnos con Christopher, los chicos con los que estaba charlando me miraron de pies a cabeza, me sentía extraña y algo incomoda.

— ¡Natalie! — gritó uno de los chicos y la abrazó con euforia.

— ven — me dijo Christopher tomándome de la mano para llevarme dentro de la casa.

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