—¿De que hablas? —dijo Holly con una risa extrañada—. Tú y yo no tenemos nada.

En ese momento Urell tomó el brazo de la chica y apretó los dientes.

—Claro que sí. —dijo el mirando a su amiga.

Melody frunció el ceño pero terminó asintiendo ante eso. Urell arrastró a Holly por los pasillos de la academia y escuchaba cómo ella se quejaba. Finalmente se detuvo en un aula vacía cuando ella le gritó que parara.

—Lo siento, pero Melody no puede escuchar... —dijo Urell.

—¿¡Qué!? —preguntó la chica cruzándose de brazos—. Algo que tu novia no pueda saber.

Urell vio la expresión divertida de su amiga y rodó los ojos.

—Escucha... Gabe le hizo algo a Astrid... —dijo él.

—¿Estás seguro? —preguntó Holly y él asintió.

—Si... No estoy seguro de que, pero si estoy seguro de que algo hizo...

—Tiene sentido, y estoy segura que Harriet también está metida en esto... —dijo Holly con un suspiro— Pero ella no dirá nada. La conozco, no lo hará.

—Entonces hay que averiguar que es... Y pronto. —dijo Urell.

La chica asintió rápidamente.

Tenían que averiguarlo rápido.

***

—¿Amigo, estás bien? —preguntó Jay a Carlos.

Pero este no respondió.

—Carlos. —dijo Dan sacudiendo su mano en frente del chico De Vil.

—Lo estamos perdiendo... —dijo Evie.

—¡Perdimos a Astrid! —Exclamó Mal— ¿Cómo es que pudo aceptar algo así?.

La pelimorada vio a su novio junto a ella y frunció el ceño.

—¡Es tu hermana Ben, dile que no puede hacerlo!.

—Mal, no soy quién para decirle que hacer y que no a mi hermana... —dijo Ben con expresión triste—, créanme, lo sé por experiencia.

—¡Pues dale una orden real de que no vaya a al baile con Gabe! —exclamó Evie— Eres el rey, puedes hacerlo... ¿Puedes, verdad?

—La última vez que le di una orden, el reino casi fue un desastre. —Dijo Ben.

—No interesa... —Evie dio un paso adelante— Cualquier cosa para no ver a Carlos así.

La peliazul señaló con el brazo a su amigo que miraba a la nada sentado en su cama sin decir palabra alguna.

—Haz algo, por favor... —dijo Evie a Ben.

Los dos chicos empezaron a discutir, mientras que Mal y Doug se unían a la discusión, Jay y Dan trataban de hacer que Carlos reaccionara.

El ruido se hizo presente en los oídos del chico y cada vez era más, Carlos apretó los puños y cerró los ojos.

—¡CALLENSE! —Gritó todo los que sus pulmones le dejaron.

Todos los chicos se detuvieron en ese momento dirigiendo su mirada al peliblanco/negro que ahora se había puesto de pie.

—Lo... Lo siento... —dijo Carlos en cuánto se dio cuenta.

—Carlos... —dijeron Evie y Mal al unísono.

—Yo... —Trató de decir él.

—Evie...—la llamó Doug en un murmuró—. Creo que deberíamos posponer la cita para otro día,  Carlos te necesita.

La princesa de Auradon [Descendientes/Carlos De vil] LPDA1जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें