Capitulo 48. "La cita"

11.4K 892 238
                                    

El pelinegro/blanco miró tenso lo que se encontraba en frente de ellos. Carlos recordó que le había pedido a Ben que lo ayudara planear la cita, su amigo aceptó y eso fue lo que hizo. Ben le había dicho a dónde podían ir y que podían hacer, Carlos asintió cuándo él lo dijo y estuvo de acuerdo cuándo Ben le dio ideas, pero al parecer Ben había olvidado comentarle un detalle.

Delante de ellos había un caballo blanco. Pero no era un caballo cualquiera, este caballo tenía un par de alas.

Ben estaba junto al caballo con una sonrisa y los miraba atento.

—¿¡Ben!? —preguntó Astrid extrañada.

—Hola, As —saludó Ben guiñandole un ojo—. Te ves bien.

Carlos vio cómo la princesa se acercaba al caballo y lo empezó a acariciarlo.

—Hola Stormdijo Astrid y Carlos se sobresaltó, ¿ella conocía a ese animal?—. Hace años que no te veía

—Carlos tenía algo especial preparado y pensé que querrían ir con Storm hacía allá. —dijo Ben y Astrid se volvió al él con una sonrisa.

—Sí... —dijo Carlos volviendo sus ojos al animal—. Es un caballo con alas.

Astrid rió.

—Es un Pegaso. Una criatura griega.

—¡Es un caballo con alas!. —exclamó Carlos y los dos hermanos sonrieron.

—Vamos Carlos. —Dijo Astrid acercándose al chico y tomándole la mano para dirigirlo hacia el animal.

—Espera... ¿Vamos a ir en eso? —preguntó Carlos. Astrid y Ben se miraron.

—Sí. —dijeron los dos hermanos al unísono.

—¿Es seguro?

—Claro —dijo Ben—. Hércules tuvo ayuda del primer Pegaso, el padre de Storm, para derrotar a Hades y a los titanes cuando hubo la batalla en el olimpo, ellos están entrenados h dispuestos a llevar a quienes les caen bien.

¿Y qué tal si yo no le caigo bien?. Pensó Carlos

Ben se acercó a la chica y la ayudó a montarse en el animal, ésta acarició al animal de nuevo. Ben se volvió a Carlos y le tendió una mano y Carlos se acercó a él.

—Tranquilo, todo estará bien. —dijo Ben con una elegante y cálida sonrisa. El peliblanco/negro miró a Astrid y vio que ella parecía calmada mientras estaba sobre el animal.

Carlos tomó la mano de Ben y este lo ayudó a montarse detrás de la princesa.

Bien, esto no es tan malo.

—Ni se te ocurra hacerle algo a mi hermana. —susurró Ben al chico con tono serio.

Carlos quiso preguntar a que se podría referir a eso, pero sus palabras se fueron cuándo sintío el animal debajo de él moverse.

Quiso gritar cuándo vio el suelo alejarse más y más de ellos, pero él de pronto vio a Astrid en frente de él y ella sostenía una sonrisa en su rostro. Entonces él se dio cuenta que sobre la criatura no había ninguna silla de montar

—¿¡Acaso sabes manejar uno de éstos!? —preguntó Carlos mientras se elevaban más— ¿¡O has montados uno de éstos antes!?.

—Eh... no, y no —respondió Astrid—. Pero imagino que no es tan difícil, si Hércules puede, ¿Por qué no nosotros?

Carlos asintió nervioso pero este seguía sujetando los costados, Astrid se dio cuenta de esto y rió.

—Sabes, cuando se montan dos personas sobre criaturas cómo ésta usualmente la persona de detrás se aferra es a la persona que se encuentra adelante no a la criatura. —dijo ella y Carlos se sobresaltó.

La princesa de Auradon [Descendientes/Carlos De vil] LPDA1Where stories live. Discover now