Capítulo 21: No traiciones mi confianza

16.8K 1K 227
                                    

Íbamos en la carretera, Alex conducía muy rápido y esto me ponía nervioso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Íbamos en la carretera, Alex conducía muy rápido y esto me ponía nervioso. Aunque siempre conducía como un Toretto, me desacostumbré mucho de su manera loca de hacerlo.

Su celular sonó y él contestó de inmediato.

—¿Qué pasa? —contestó muy confianzudo y a la vez con un semblante serio—. ¿Cuándo?. Ahora estoy ocupado... —rodó los ojos—. Bueno, voy por la carretera así que supongo que llegaré algo tarde... Está bien. No sé si sea buena para ti pero es mi único contacto ¿cuánta vas a querer? —tanto misterio, con sus gestos y silencios prolongados me gustaría saber de qué estaba hablando—. Sí, sí. Tú me pagas cuando este ahí. Pero más te vale que lo hagas.

Colgó.

—¡Iremos a una fiesta! —anunció con su cara de loco convencional.

¿Ir a dónde? Yo debía llegar a casa, ya se me estaba pasando la hora, no, de hecho ya se me había pasado la hora. Larry me mataba si llegaba pasadas las diez.

Me volví a mirarlo con los ojos bien grandes.

—¿Qué? Pero, Alex, no puedo, yo...

—Kyle —me interrumpió—. Cálmate ya, te dije que no te voy a llevar a tu casa aún.

Se mantenía concentrado en el camino.

—¿A qué hora regresaremos?

—A la hora que me de la gana. Ahora, cállate. Empiezas a pegarme tus nervios.

Suspiré fastidiado y me hundí en el asiento. No quería ir a ninguna maldita fiesta, quería llegar a mi casa y terminar de jugar a los mercenarios. Ademas, ya comenzaba a darme sueño.

—¿Y qué vas a llevar? —cuestioné confundido—. ¿Comida?, ¿cerveza?

—Droga.

Mis ojos se abrieron ampliamente.

—¡¿DROGA?! —casi me le subí encima—. ¡¿No puedes dejar tu adicción de lado ni siquiera para no ponerme en peligro?!, ¿y qué tal si nos atrapan con ellas?, ¡iríamos a prisión! —estaba totalmente en pánico, y Alex se mantenía sereno, ignorándome.

De repente comenzó a escribir un mensaje de texto mientras conducía, poniéndome más nervioso.

—¡Alex! ¡Deja de textear qué chocaras! —exclamé llevándome las manos a la cabeza.

—¡Ya...! —Me gritó enfurecido—. ¡Kyle, cállate ya, en serio! Harás que choque más con venir gritándome que yo texteando. No pasa nada, confía en mí, ¿quieres?

Después de que me regañara no dije nada más. También envié un texto, a Larry, avisándole que llegaría más tarde a casa hoy porque saldría a una fiesta con mi amigo, pensé que se iba a molestar porque no hace mucho fui a otra fiesta; pero no, su respuesta fue «Está bien, no bebas mucho».

INFINITY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora