Kyle nunca fue bueno haciendo amigos, pero tras mudarse a Everless se encontrará con muchas personas que le cambiarán la vida. En especial uno, Alex.
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La infancia traumática que tuvo Kyle lo dejó con una marca de por vida, un trastorno de ansied...
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Una de las cosas hermosas de que tu roomie se haya ido de viaje con su novio emo es que puedes hacer lo que tú quieres y necesitas, y no, no me refiero a andar desnudo por toda la casa, no citare a friends aquí, por mucho que me guste el show.
Para mí era mi bien llamado "tiempo de Greg". Era un día en el que podía ir por ahí, en pijama con el cabello lleno de tratamiento y mascarillas en la cara temor a que Alex llegara a molestarme con decirme con su rasposa voz de fumador.... «Greg, parece que alguien se acababa de venir en tu cara diez veces»
Encendía la televisión y veía The Big Bang Theory o algún show de Netflix que estuviera en tendencia y se llevara mi tiempo mientras me dedicaba a mí, y solo a mí.
Estaba en mi paraíso mientras preparaba un saludable pan de avena con moras en el horno, cuando de la nada, una intrusión interrumpía mi momento con su golpeteo en la puerta que no era ya tanto de madera, sino, madera apenas. Debía atender, podría ser Alex, aunque me parecería bastante pronto si aquellos dos pájaros del amor ya estuvieran de regreso.
—Qué hay, Gregy gaga —No puede ser—, ¿Por qué tu hermosa cara luce como si se hubieran venido en ella un millón de veces?
Por supuesto que guardaba los mismos chistes vulgares y de mal gusto de Alex, por algo son amigos.
—Alex no esta.
—Ya lo sé —entro pasándome por un lado—, Leo me dijo que se fue de viaje con el emo a no sé dónde. ¿Cuánto tiempo crees que les falte para casarse? Apuesto que ya tuvieron sexo. Pobre emo, si los rumores de Alex son ciertos, y apuesto que lo son...
—Disculpa, estoy perdido —interrumpí sus desviaciones— ¿Por qué viniste?
—Oh, Gregy baby, no empieces a actuar como si no nos conociéramos, porque tú y yo sabemos que lo hacemos bastante bien —me dijo de una manera bastante aterradora, y vergonzosa, con esa manía tonta suya de alzar las cejas repetidas veces.
Él creía que se veía coqueto.
—¿Disculpa...? —lo empujé—, creí que ambos habíamos acordado en no seguir con esto.
—Dices, como-¿como si nada de esto hubiera pasado?
La expresión de tristeza en su rostro me hizo darme cuenta de lo imbécil que estaba siendo. De repente trataba a Dave como si él fuera este pequeño y sucio secreto mío. Me di cuenta que me convertí en mi ex, y me sentí disgustado hacia mi mismo.
—No Dave, no quise decirlo de esa manera porque obviamente paso algo entre nosotros. Lo siento si sonó de esa forma —dejé caer mi mano sobre su hombro y vi como me sonrió de regreso—. Pero, no podemos seguir teniendo estos encuentros, ya lo habíamos hablado.
—Pero, creí que te gustaba. Digo, el sexo. Era bueno, ¿no? Tú parecías disfrutarlo también.
—Sí. No voy a negar que tenemos una gran química sexual, y que nunca pensé que llegaríamos a eso. Pero, creo que esto es lo mejor para nosotros... y nuestra amistad...
