▪ Capítulo 29 ▪

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Christopher aparcó cerca de la playa.

— Ven — me extendió la mano

Una vez mi mano entrelazada con la suya empezamos a caminar. La brisa hacia volar mi cabello, la linda vista del atardecer me hizo sonreír, recordando la primera vez que lo besé.

Mas adelante divisé un par de toallas tendidas en la arena. Había una pequeña nevera junto a una mesita con un par de copas y leña lista para convertirse en fogata. Al ver mi expresión de sorpresa Christopher no hizo más que soltarme de la mano y dejarme ir a curiosear.

— ¿Te gusta? — preguntó rascándose la nuca con vergüenza e inseguridad mezcladas en una sola expresión

Volví a pasar la mirada por todas esas cosas y asentí con una sonrisa. Me acerqué a él y me paré de puntas para besar su mejilla.

— Gracias, es muy lindo de tu parte

— Me alegro de que te haya gustado — me sonrió

Unos segundos después sacó de la nevera una botella de vino y mis snacks favoritos.

— maldición, olvidé traer comida.... — me miró — ¿tienes hambre? le diré a alguien que la traiga

Negue

— no te preocupes — levanté uno de los snacks — con esto es suficiente

Ambos estábamos sentados en una de las toallas mientras mirábamos el atardecer. A unos cuantos metros, muy lejos de nosotros se estaban bañando unos chicos. El pareció notar mi mirada por que procedió a preguntar.

— ¿Quieres entrar al agua?

— ¿Huh? — lo miré — suena tentador... pero... no traje ropa extra

— No necesitamos ropa extra — se puso de pie y empezó a quitarse la camiseta junto con los jeans

— ¿vas a entrar? — pregunté irónicamente

Christopher asintió y me entregó su camiseta

— póntela, te cubrirá muy bien

Ni si quiera me dio oportunidad para decir algo cuando caminó hacia la orilla del mar. Dios, este tipo estaba de mente, el agua debía estar helada.

— ¡si no vienes conmigo me veré obligado a meterte en mis brazos! — exclamó con un desdén llenó de picardía

Solté una risita y me puse de pie para empezar a quitarme la ropa, quedándome solamente en bragas. La camiseta de Christopher me quedaba holgada así que mis pezones no se notaban tan fácilmente.

Caminé hacia la orilla del mar. ¡El agua estaba fría! Traté de que mis quejidos no fueran tan fuertes mientras entraba al agua para tratar de llegar hasta donde estaba el.

Christopher me miró con una leve sonrisa y cuando me tuvo frente a él se abrazó a mi cintura. Nuestras miradas conectaron justo en ese momento.

— Te vez muy linda con mi camiseta

Sus brazos aun seguían rodeando mi cintura, haciéndome sentir segura, protegida, a salvo. Jamás pensé que una persona me hiciera sentir de esa manera, hasta ahora.

Sonreí y llevé mis brazos alrededor de su cuello.

— ¿Qué ocurre? — dijo con una suave risa

— No pensé que tuvieras un lado... ¿romántico? pensé que odiabas esa basura llena de clichés — me burlé

— Bueno.... digamos que esta es una excepción — entrecerró los ojos — además, tengo que ocultarlo bien, no puedo dejar que arruine mi reputación — sonrió — pero, me gusta que solo tú conozcas este lado mío

Simplemente Mi Chico MaloWhere stories live. Discover now