Reglas Para Ser Amigas ➽ Kaylor

Capitulo 1

Siempre me han catalogado como una chica callada, en eso tal vez tengan razón; pero mi mente es una de las razones por la que mi voz calla y en mi cabeza las voces gritan. Pidiendo contar y recrear historias.

Esta en particular es de dos chicas. Una enamorada de la otra. Dirán qué tiene de emocionante eso... Pues, eso es lo emocionante, solo una esta enamorada.

Estamos terminando el año, Karlie Kloss, una joven recién licenciada de la preparatoria. Comenzando en el mundo de la madurez; iniciando el camino de toda una adulta; el problema es que en su mente; el hecho de ser una mujer adulta, no existe en su diccionario de vida.

Esta segura de lo que quiere, pero no esta segura si es eso lo que los demás quieren para ella. Tal vez toda su vida se ha hecho dependiente de la opinión de su familia; que a todo esto, es inmensa.

Mientras recibe su diploma de Honor por todos los años cursados con éxito. Karlie baja del estrado con una sonrisa que a cualquiera puede cautivar. Su madre, Tracy, intentando secar sus lágrimas que a cada momento amenazaban con hacerla sollozar por el orgullo que sentía. Su pecho se hincha de alegría, al fin podía decir que la primera etapa estaba terminada.

Karlie le da un fuerte abrazo a su madre, se sientan finalmente en las sillas, en esas típicas plegables que colocan para esas típicas ocaciones.

- Estabas tan hermosa ahí arriba.

- Gracias mamá.

Pero Karlie no puede evitar el recuerdo de que alguien más falta en esa ceremonia.

Al cumplir los nueve años, Karlie se entera que sus padres se van a divorciar. De un momento a otro, para una niña, no es fácil comprender en que consiste esa palabra. Menos la entendió con el paso del tiempo ya que, no volvió a ver a su padre desde ese entonces.

...........

Pasó el tiempo, un mes para ser exactos, y se presentó una invitación. Una cena en familia en casa de sus abuelos por parte de madre. Todos los años, se prepara una cena en familiar para reunirse y contar las cosas que han ocurrido en el año, agradecer los triunfos como también los fracasos, es una cena en la que te cuestionan el qué harás con tú vida. Karlie sabía que no quería que llegara ese día.

Esa tarde se reunieron tíos, primos, sobrinos, nietos, bisnietos e inclusive nueras y yernos. Karlie lo único que disfrutaría de aquella cena, sería volver a ver a su prima; que por cierto, no es su prima sanguínea, pero sí, la ama como si lo fuera, más que a sus propias primas de sangre.

- ¡Oh por dios! ¿eres tú? Maldita, me has abandonado, ¡perra! - ok, esa es Liz.

- También te extrañe, Liz.
Se dan un fuerte abrazo en medio del ante jardín. No se habían visto desde que abrieron los regalos para el cumpleaños número 18 de Karlie, y eso fue hace tres meses.

- Supongo que irás a mi casa luego... ¿Verdad? - cuestiona Liz, separándose de Karlie y ubicando su largo cabello oscuro a un lado, sobre su hombro izquierdo. Karlie sonríe y simplemente le asiente.

- ¡Chicas, ya están todos sentados, vamos a servir! - grita desde la casa tía Susan, la hermana número cinco de doce hermanos.

La multitud entra hasta ese gran comedor. Cada uno sabiendo el puesto que le corresponde. Una gran bulla se oye con todos parloteando al mismo tiempo. Los pequeños, Alan, Rocío, Tamara y Thomas, haciendo de las suyas, golpeando la mesa y pidiendo la cena con cierta energía.
Más al lado Tía Andy, controlando a sus hijos para que dejaran el escándalo y se corportaran.

Liz, por supuesto, no dudo en sentarse junto a Karlie en la mesa.

- Estos niños no cambian, creí que sería una cena calmada.