Capítulo 32 - Extra ♥

Comenzar desde el principio
                                    

— ¿Y porque no vuelves con ellos?

—Porque no puedo, ahora trabajo para Bill.

—Yo no trabajo para nadie y aun así no me dejan ver a mi hermana.

—Lo se pequeño Mike, yo me acuerdo de Emily, era la más tímida de la clase y...

—Tú no conoces a mi hermana —le corto.

Jack sonríe con tristeza —lo sé, sé que tú la conoces mucho mejor que yo y es porque eres un gran hermano, pequeño Mike.

Me quedo en silencio, ya no quiero seguir hablando sobre Emily.

La camioneta frena y ambos nos vamos hacia adelante.

— ¡Demonios! —exclama Jack sobándose la frente.

La puerta de la camioneta se abre y me obligan a bajar.

—Hogar, dulce hogar —dice Bill exhalando el aire marino.

Estamos cerca de la playa, estacionaron la camioneta a un lado de un edificio viejo y descascarado.

—Ahora tus amigos serán los peces —dice Bill con burla —no ese maldito gato negro.

—Se llamaba Zac —le respondo molesto.

Jack me toca un hombro, Bill me mira con una ceja levantada y se va hacia la segunda camioneta donde vienen los demás.

—No digas nada —me susurra —Bill anda de buen humor, es mejor no hacerlo enojar.

Jack ayuda a bajar a Roller y baja la silla de ruedas. Roller es un hombre moreno, recibió una bala en una de sus piernas, creo que fue la derecha y tuvieron que amputársela, ahora anda con esa ruidosa silla de ruedas.

—Pequeño Mike —me llama Jack —ven a ayudarme.

Voy donde él y guardo mi muñeco de spider-man en el bolsillo.

—Intenta empujar a Roller al edificio ¿okey?

Tomo la parte de atrás de la silla de ruedas y empujo, Roller pesa demasiado así que hago toda la fuerza posible.

—Gracias —me dice Roller cuando llegamos adentro.

Roller ya no es el mismo tipo rudo sacado de las luchas libres, ahora es mucho más simpático que antes, quizás es porque le falta una pierna, no lo sé.

Todos entramos al edificio y nos dirigimos a la última planta en donde hay un gran balcón.  Roller sube por un viejo ascensor. Hay por lo menos siete hombres de Bill con nosotros, los demás se quedaron en nuestro antiguo edificio, por lo que oí debían vigilar la mercancía, no tengo idea que significa eso.

—Bastardo —me llama Bill.

Jack me hace un gesto para que vaya.

Camino hacia él, está mirando por la ventana, desde aquí se ve el mar.

— ¿Ves eso? —apunta unos cerros lejanos que se ven al fondo, es el bosque que rodea Seattle.

—Ajá —asiento.

—Ese es el hogar de tu hermana, muy bonito ¿no?

Frunzo el ceño y miro los cerros ¿mi hermana? ¿mi hermana está ahí?

—Vete a ayudar a Jack —me indica —y no hagas preguntas.

Me quedo un segundo más mirando por la ventana y me voy donde Jack, este me mira expectante.

—Lo lamento —susurra.

No sé porque Jack siempre se anda disculpando conmigo, si él no tiene la culpa de nada, ni siquiera de cómo me trata Bill.

Mi Telequinesis © [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora