Capítulo 41-B

339 25 0
                                    

—¿Quieres bailar? —Rayner me encaro señalando la sala de Payton que se había convertido en una pista de baile.

—No, más tarde, porque no vamos a la mesa...

—De acuerdo, quédate aquí yo nos traigo algo de beber —Me sonrió antes de darse la vuelta —Ah, intenta socializar —Dijo en voz alta sobre la música. Socializar, claro. Rodee los ojos.

Me adentre a la multitud de gente buscando con la mirada a alguien familiar, en el fondo sabía muy bien a quien estaba buscando, su auto estaba afuera, pero decírmelo a mí misma me hacía sentir mal. Viaje la mirada entre los grupos de personas que reían entre sí.

La música ahogaba cualquier conversación que alguien intentara tener, mi mirada se detuvo en Meredith y Layla quienes bailaban con un par de chicos de la escuela, las salude con la mano antes de apartar la mirada, no quería detenerme a platicar honestamente no tenía mucho entusiasmo en este preciso momento, sabía que compartir un espacio cerrado con Caden en algún lugar después de todo lo ocurrido no era buena idea. Me adentre entre la multitud encontrándome con Deborah, agitaba su cabello por encima de su hombro mientras le sonreía a un chico que no era Caden, no entendía que hacia sin él, sino fuera por él ni siquiera estaría aquí, estaba segura que la había traído para molestarme a mí, porque vamos él sabía que yo estaría con Payton hoy pero lo que no terminaba de comprender era por qué, ¿Por qué quería herirme de esa manera después de todo? Sin embargo ahí estaba yo, buscándolo como si nada más importara, gire sobre mis talones apartando la vista de Deborah, me di cuenta que me había alejado demasiado del lugar donde Rayner me dejo y probablemente no me encontraría. Tal vez podría mentirle diciendo que estaba socializando por ahí.

Me dirigí de nuevo a mi lugar cuando divise una silueta familiar en el marco de la puerta, la tenue luz que Payton se había encargado de poner en toda la casa lo hacía lucir aún más radiante de lo que lucía siempre o quizás yo era exagerada pero de cualquier manera su presencia me hizo vacilar. Sus ojos se encontraron con los míos en un instante y pensé en acercarme a él, quería hablarle, que me sostuviera en sus brazos como aquella noche, justo la última en la que lo había visto, necesitaba agradecerle por salvarme la vida. Era mi pretexto y me aferre a él.

Sin apartar la mirada de sus ojos verdes di un paso hacia su dirección pero no pude llegar lejos, un cuerpo obstruyo mi vista y mi camino haciéndome chocar con él.

—Lo siento me distraje platicando con Ashley —Me tendió un vaso rojo lleno de un líquido claro.

—¿Quién es Ashley? —Tome el vaso de su mano elevando la voz para escucharme. Echando un vistazo por encima de su hombro a la puerta que ahora estaba vacía, me concentre de nuevo en Rayner. Lo de Caden tendría que esperar gracias su maravillosa interrupción.

No tenía ni la mínima idea de quien era Ashley, empezaba a creer que todos tenían razón, es más estaba segura que la mitad de los que estaban aquí era completos desconocidos para mí.

—Estaba en tu clase de ética —Enarco una ceja ante mi silencio y después asintió —Ya veo que sólo existía Caden en esa clase. —Rodee los ojos y olí mi bebida intentando disimular el efecto que tenía en mí la sola mención de su nombre, la puerta donde había estado Caden permanecía vacía. Familiarmente vacía. La mire tanto tiempo para convencerme que realmente no estaba ahí.

—¿Por qué no bailas con ella?

Frunció el ceño —Porque vine contigo

—Vamos estoy segura que no me necesitas ahora, quiero buscar a Payton antes de que beba demasiado —Le di mi mejor sonrisa convincente —¿No te importa cierto? —Necesitaba deshacerme de él y buscarlo, tenía que estar en algún lugar y mis malditos sentimientos me obligaban a hacerlo, sabía que me estaba comportando como una perra pero el sentimiento de estar aquí con la persona equivocada me empujaba.

Try Again ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora