Capítulo 25

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Me encerré en mí cuarto el resto de la tarde, había conseguido dejar de llorar, pero algo en el fondo de mí alma seguía doliendo. Escuche la puerta y a mamá subir por las escaleras, quería correr hacia ella, que me abrazara y me dijera que todo iba a estar bien como solía hacerlo cuando era niña y tenía miedo. Pero mi maldito orgullo era grande y no iba a ser yo la que se disculpara primero.

Enterré la cara en las almohadas cuando la puerta de mi habitación se abrió —Jessica —Dijo despacio. No conteste.

—Jess —Sentí como el colchón se hundía a su peso pero no me moví —Lo siento, ayer no quise hablarte así, solo... lo siento —Repitió acariciando mi cabello.

Yo también lo sentía, era injusta con ella, le dije cosas feas, estuve a punto de irme si no fuera porque rechace el intercambio. El intercambio, ese que deje ir por Caden, las lágrimas volvieron a acumularse en mis ojos cuando lo recordé y me arroje a ella —Lo siento —Dije en un susurro ahogado, realmente lo sentía pero también la necesitaba, necesitaba que me abrazara. Simplemente necesitaba a alguien.

—Está bien —Me apretó en su regazo y me quede ahí, acurrucada como una niña pequeña y me sentía bien, o al menos me sentía "no tan mal".

En algún punto sentí como las lágrimas se detenían, probablemente porque ya no había de donde sacar más pero al menos ya no habían, me separe de ella dándole una sonrisa tensa, no estaba segura de contarle lo que había pasado con Caden, aún no estaba lista para decir en voz alta lo que había pasado.

—¿Quieres cenar?

—No, estoy bien

Suspiro —Siento mucho que no puedas ir a Albuquerque, de verdad...

—Yo también —Ahora más que nunca, porque tenía que quedarme aquí, donde Caden —Pero está bien —Sonreí —Buenas noches mamá

***

Evadí las preguntas de Payton toda la clase y me concentre en lo que el maestro intentaba explicarnos, ayer le había contado un poco lo que había pasado pero no quería decir más, no estaba preparada ni tenía ganas. Cuando la convencí de que no iba a hacer nada estúpido en clase de ética la cual compartía con Caden, se fue a sus demás clases, me di valor a mí misma para lo que sea que viniera, Caden y yo habíamos roto, sonaba tan irreal todavía. Y afortunadamente no se habían desatado rumores.

Hasta ahora.

Cruce la puerta y lo busque disimuladamente en la multitud, ahí estaba, se veía como siempre, solo que algo había cambiado en su mirada, y su lugar también. No estaba sentado en el puesto habitual, estaba a lado de Deborah que me miraba como si hubiera ganado un premio. Idiota.

La clase comenzó y yo intente concentrarme pero no era fácil, Caden no estaba detrás de mí jalándome el cabello o susurrándome que el señor Peters había olvidado peinarse hoy, simplemente no estaba; y era duro siquiera pensar que ya no iba a estar nunca más, no es porque fuera dramática, pero estábamos a unos días de terminar el año.

—El viernes estaré aquí esperando sus trabajos y espero que no falte ninguno, el siguiente martes estaré dándoles su calificación final, así que, por lo que ustedes pueden ver esta es nuestra última clase... —Centre mi mirada en el pizarrón ignorando su discurso de despedida, ya no me importaba, quería irme de aquí no soportaba el entusiasmo que emanaba —...También espero que sus parejas de trabajo y ustedes hayan hecho una buena amistad y que perdure —Casi me rio cuando dijo eso —Los veo el viernes.

Todos empezaron a salir y yo perdí un poco de tiempo guardando mis libretas, tenía que hablar con Caden pero algo en que me volviera a mirar como lo hizo me perturbaba vi cuando él y Deborah salían y me obligue a caminar hacia ellos.

—Caden —Mi voz sonó más tímida de lo que quería —Me miro sin expresión esperando que continuara —Solo, necesito saber si quieres que termine el trabajo o...

—Es demasiado, terminamos hoy ¿Te veo en la biblioteca al final de las clases? —Ahora le preocupaba que fuera demasiado trabajo

—En la biblioteca —Asentí —Seguro —Asintió de vuelta y se fue sin siquiera mirarme.

Me tome un momento para reunir valor y caminar a la cafetería, Payton y Jasón me miraban desde lejos con caras de preocupación y Rayner solo me miraba con duda, quizás preguntándose porque diablos la chica que estaba junto a Caden no era yo.

Yo solo me preguntaba porque tenía que estar aquí él. Sonreí un poco o al menos lo intente —Hola

—Oye Jessica que te parece si después de clases me acompañas a comprar algunas cosas que necesito —Payton preguntó

—No puedo, aun no terminamos lo de ética

—Escuche que Amanda va a rentar "The mint" el karaoke que esta como a diez minutos de aquí como despedida de último curso. Deberíamos ir Caden.

—Yo no canto

—Ni yo pero será divertido, además nosotros nos graduamos el próximo año y podríamos empezar a divertirnos —Deborah jugaba con un mechón oscuro que salía de su cola de caballo

—Supéralo Deborah, seguramente no te admitan ahí.

—Payton —Caden le lanzo una mirada dura. Ella se encogió de hombros con una sonrisa sarcástica

—¿Podemos convivir todos con un poco de madurez?

Me reí —Lo que falta en esta mesa es madurez —Susurre y Rayner soltó una risita

—Tienes razón Jessi, la madurez para entender que ahora todos compartimos esta mesa

—Lamentablemente —Dije. Caden comenzó a protestar pero Payton se adelanto

—Exacto, a nadie aquí le importa lo que digas Deborah, porque mejor no te regresas con tu sequito de amigas y nos dejas ser felices.

—¡Payton basta! —Golpeo la mesa haciéndonos brincar. La estaba defendiendo, ¿Por qué la defendía?

—Deborah está conmigo y no lo hago para molestarte

La mirada de Payton se encontró con la mía y lucía molesta, eso me molesto aún más a mí.

—Tiene razón, no lo hace para molestarte a ti. Lo hace para molestarme a mí —Su mandíbula se tensó y me lanzo una mirada dura, no aparte la mirada, me estaba retando y no le iba a dejar ver que me dolía lo que hacía.

—Vamos por un helado

—¿Qué? —Aparte la mirada de Caden viendo a un Rayner con una sonrisa tensa —Sí, quiero un helado, vamos —Paso las piernas por la banca y me llevo consigo, alejándome de los demás

—¿Qué haces? —Susurre mientras avanzábamos

—Sacándote de aquí —Me miro —Me lo agradecerás

Nos llevó hasta la mesa que estaba detrás de un árbol, desde donde no podían vernos y yo no podía ver hacia la mesa que habíamos dejado aunque lo intentara. No sabía que pretendía Rayner pero ciertamente se lo agradecería.

—Realmente quiero un helado

—Yo no, solo... gracias

—Está bien pero ¿quieres decirme que está pasando?

—Ni yo lo se

Nos quedamos en silencio un momento, puse los codos en la mesa pensando en lo que había pasado, me costaba creer que Caden se comportara así. Simplemente ese no era él.

Me hundí en mis pensamientos que no había notado cuando es que había sonado el timbre pero la cafetería se estaba quedando vacía, me incorpore de nuevo —Gracias Rayner —Le sonreí y comencé a caminar

—Jessica —Me volví a hacia él. Camino hacia mí secando una lagrima que se había escapado.

—No llores, aun puede mejorar

O empeorar. Asentí dándome la media vuelta. Era irónico que Rayner no fuera tan mala persona como creí.




Try Again ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora