Los 6 Elementos ~EDITANDO~ NO LEER HASTA NUEVO AVISO

Capítulo 22 El rescate

   No sé por donde seguir. He caminado por el bosque desde hace más de cinco horas, y mis piernas ya casi no responden. No encontraría a esa maldita aldea aunque quisiera ¿Por qué había decidido huir? ¿Por qué tenía que haber guerra entre todo esto? Y lo más importante ¿Por qué rayos tenía que yo estar tan metida en el problema? 

-Obviamente, mi padre no podría ser de esos padres que siempre están para ti, y que no tienen deseos malvados ¡Claro que no! -me senté en un viejo tronco que había sido talado desde hace tiempo- Este hasta escribe sus planes malévolos en papeles, los cuales podrían ser descubiertos. Aunque, en esa base, todo el mundo le hacía caso a él, así que creo que nadie... Perfecto, ahora estoy divagando sobre estupideces-

-Bien hecho Alice, ahora, podrías parar de hablar, me mareas de tanto habla- dijo una voz femenina a mis espaldas, el vello de mi piel se erizó al igual que un gato cuando se siente amenazado

-¿Qu-quién eres?- pregunté volteándome hacia donde provenía la voz, pero no había nadie ahí, es como si estuviera hablando sola

-Soy Jesse, y sí, ya sé quién eres, la hija del gran mago feroz, poseedora del control del elemento agua, buscada por todos, amigos y enemigos, y bla bla bla... más bla- dijo la voz, seguía sin poder encontrarla, me estaba volviendo loca

-Muéstrate- demandé, con algo de miedo

-Querida, aquí no mandas, este es mi... nuestro territorio. Es más, debería tomarte como rehén, así tu padre nos perdonaría la vida- repuso la voz con autoridad, la escuché más cerca de mí, tenía un pequeño plan para atraparla; dejarla seguir hablando

-Suerte con ello, mi padre no perdonará a ninguna criatura mística, y mucho menos a una que me está amenazando- no todo era verdad, sabía que si Siu y yo estuviéramos a punto de morir, mi padre le salvaría a él en vez de mi. Triste pero cierto- ¿De dónde eres?

-Del bosque... y eso qué te importa, no volverás a regresar a nuestro territorio- la criatura estaba detrás mío, al hablar pude sentir su respiración en mi cuello. 

Me giré con violencia, e intenté atraparla, aún sabiendo que ésta era invisible. Lo logré. Cuando atrapé con mis brazos, no sólo agarré aire, la criatura oponía resistencia, y comenzó a moverse dentro de mi pequeña prisión. Debía actuar rápido, o la criatura podría golpearme y escapar, o peor, llevarme de vuelta con mi padre.

-¡Suéltame!- me gritó- Están cerca...

-¿Quiénes....- pregunté, la criatura desapareció de mis brazos- Oh, mierda

-Dulces sueños, Alice- me susurró al oído, e intentó golpearme con una roca, pero para entonces, ya estaba en otra posición, y la roca cayó ruidosamente a mi lado- ¿Y es que no te puedes quedar quieta?

Construí un escudo a mi alrededor, iríamos a acabar esto de una vez por todas.

-Última oportunidad, muéstrate-

-Mejor vete a la...-

-Jesse De la Rosa, cuida tu vocabulario, y haz lo que dice la chica- dijo un viejo hombre, que mágicamente había aparecido frente a mí, el anciano vestía una toga de hermosos colores invernales, y tenía una larga barba blanca; a mi parecer, se parecía a Dombuldore. Dios Alice, qué ocurre contigo?

-¡Pero abuelo!- protestó la criatura. Dombuldore... perdón, el anciano le miró con cara de reproche, o por lo menos miró a la nada, y la criatura mágica se volvió visible. Era una chica de largo cabellera dorada lacia, su vestimenta era igual a la del anciano, sólo que sus colores se basaban en morado y negro, usaba unas botas hasta la rodilla. No era más alta que yo, y miraba al suelo- Está bien