Capítulo 4 ~ La base

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-¿Seis... elementos? ¿A qué exactamente te refieres?- pregunté en tono de demanda, aún atónita de lo que había acabado de hacer.

-Mira, los seis elementos son fuego, aire, tierra, agua, madera y metal. Cada tantos años sólo hay seis personas que poseen el poder de controlar esos elementos de todas las formas posibles. Nos separaron a cada uno, porque era peligroso que nos vieran juntos las fuerzas oscuras.

"Sin embargo, se ha desatado una guerra entre los engendros y las criaturas mágicas, rompiendo cada uno de los acuerdos. Hace unas semanas atrás los engendros atacaron a las hadas del bosque, en otras palabras, Driades, incinerando todo a su paso. Y más sucesos parecidos han pasado desde hace tres meses a diferentes tribus.

"Nosotros los elementales, que es como nos llaman tenemos que luchar en contra de los engendros. Eiden y yo crecimos juntos, ya que nuestras familias son amigas desde hace generaciones, con el paso del tiempo, encontramos a Bianca quien controla la tierra, luego a Dimitri que controla la madera, y entonces a ti. Sólo nos falta a la persona que controla el metal...

   Sin que lo hubiéramos notado Eiden ya estaba de pie quitándose el polvo de encima, al verlo mejor noté que su ropa estaba seca.

-Vaya eso no lo vi venir- dijo el chico, quien en realidad no parecía molesto, es más, tenía una sonrisa cálida y un brillo en los ojos-. Eres aún mejor de lo que crees. Y bien Carrie, ¿ya la pusiste al día?

-Bueno, estaba en eso, pero tú apareciste de la nada, y me interrumpiste- le respondió, cruzándose de brazos y poniendo todo su peso en la pierna derecha.

-Oh pues lo siento mucho...

   Mientras los veía decirse bromas entre sí como si fueran hermanos, me acordé de Mike. Lo había dejado solo,  cuánto tiempo me había quedado ahí, probablemente él estaba preocupado por mí.

-Ejem, chicos disculpen por interrumpirles pero... me tengo que ir- dije señalando la salida del club con mi pulgar- mi amigo está ahí adentro y creo que está muy preocupado por mí. Adiós.

   Cuando ya me había volteado y caminaba hacia la puerta como si nada, la misma fuerza sobrenatural que había lanzado al engendro contra el muro, me atraía hasta Eiden.

-Alice... no lo entiendes, ahora que te encontramos no te puedes ir. Tienes que entrenar para poder luchar contra los engendros y ese que acabas de ver no es nada comparado con los grandes- dijo Carrie con una triste sonrisa.

   Me estremecí. Ese bicho raro era bastante horroroso, y me decían que habían peores.

-Pero... no puedo dejar a mi amigo sólo, además, no pienso ir a ningún lado con ustedes.

-Mándale un mensaje de texto- propuso Eiden-. Dile que te sentías mal y decidiste ir a tu casa sola, si es tu amigo entenderá tu situación.

-Sí, podría ser...- dejé salir un suspiro levantando la vista hacia el cielo- Antes de tener que mentirle, ¿a dónde rayos me llevarán?

   Con extrema paciencia, Eiden me explicó todo en un tono jovial, y endormecedor. Sus ojos eran capaces de engullirte en un torbellino de emociones.

-Iremos a la base donde damos nuestros entrenamientos al igual que aprendemos y vivimos. Allí nos espera los otros elementales y nuestros entrenadores; Danielle Ward, Adam Stewart, y Robert Russell.

-Aunque el profesor Russell ha estado un poco ocupado estos meses- añadió rápidamente la muchacha, mirando a su compañero de reojo.

   Adquirí la información tan rápido como pude, hasta que oí el nombre de Robert, y preguntas flotaron por mi cabeza.

Los 6 Elementos ~EDITANDO~ NO LEER HASTA NUEVO AVISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora