Capítulo 16- Rostros conocidos

566 41 0
                                    

-¿Hermanita? Sabes muy bien que soy mayor que tú Ed- dijo el hada femenina ofendida

-Rose eres tan... no importa, déjame presentarte- Edmond se giró hacia nosotros- Rose ellos son los famosos elementales, y estos de acá son magos, chicos ella es mi hermana mayor Rose

Cada uno de nosotros nos presentamos, y Rose murmuraba cosas como "Hola", "Mucho gusto" y "Qué tal"

-¿Dónde estamos?- preguntó Bianca

-Esto, pequeña mortal, es el Camino de las Hadas. Cada ser viviente tiene un nombre verdadero, pero los nombres de las hadas son más especiales...

-Ya que cuando utilizas su nombre, el hada tiene que acudir y prestarte ayuda- dijo Mike con entusiasmo interrumpiendo a Rose

-Sí, eso- dijo ésta regalandole una hermosa sonrisa que hizo que mi amigo se sonrojaba, mientras yo soltaba una risita

-Chicos no quiero molestar pero, podrían quitarme las esposas? Son incómodas- dijo Edmond

-Oh sí- repuso Carrie, y con otro chasquido se las quitó

-Gracias- respondió suspirando

-Hey, lo siento amigo, es que en estos tiempos no podemos confiar en nadie- se disculpó Eiden

-Igual si las hadas no pueden mentir, siempre dicen una verdad moderada, no se puede confiar en ellas- murmuró Dimitri más para sí que para nosotros

-Esperen, Eiden Jones disculpándose con un ser místico, eso es nuevo- dijo Bianca, mientras Carrie y yo soltabamos una carcajada

-Aunque no tenga poderes ahora puedo hacer que sus bellos y cuidados cabellos desaparezcan cuando duermen- amenazó el elemental fuego con una pícara mirada

-Ya, sabes que no eres capaz de hacer eso- dijo Cameron

-No lo conocen en nada- repuso Dimitri riendo

-Parad, si os soy sincera estoy cansada de caminar de un lado a otro, así que por favor cerrad vuestras pequeñas bocas mortales, u os juro que se las cierro yo misma- soltó Rose

Todos se pusieron serios, todos menos Samuel, que comenzó a reír al ver nuestros rostros cambiar de emoción en cuestión de segundos.

-¿Sabías que hay un libro que tan sólo habla de ella?- me preguntó Mike en susurros

-Vaya, eso es...- dejé la frase en el aire intentando buscar la palabra correcta

-¿Extraño? Sí, un poco- dijo mi amigo

-En realidad iba a decir interesante- repliqué

-Agarraos bien pequeños mortales, ya vamos a llegar- nos ordenó Rose

-¡Qué pensaban en ir a una fiesta en estos momentos! Justo cuando su misión se desarrollaba tan bien- nos gritó madame Ward-. Casi muero de pena, saben muy bien que les veo como unos hijos, si...

-Está bien Danielle, sé que hablo por todos cuando digo que nos sentimos muy apenados por nuestro comportamiento- le interrumpió Eiden con la cabeza gacha como un perrito avergonzado, su tono podría descongelar el más grande y frío iceberg

Cuando salimos del portal, o mejor dicho el Camino de las Hadas, nos encontramos con los furiosos verdes ojos de Madame Ward a tan sólo un metro de distancia de nosotros. La mujer comenzó a reprochar a los chicos, primero a voz de grito, luego fue bajándolo, teniendo lágrimas en sus verdes y delicados ojos que luchaban por salir.

En esos momentos me recordaba a mi madre cuando una vez que tenía cinco y jugaba con Mike a las escondidas dentro de casa, ya que afuera llovía a cántaros. Era mi turno de esconderme, y opté por meterme en el viejo estudio de mi padre- él se quedaba las noches enteras en ese lugar, y nadie sabía que cosas hacía, o tal vez simplemente no le querían decir a mi yo de cinco años- me escondí bajo el escritorio, desafortunadamente lo hice con tanta prisa que el hermoso jarrón de jade importado de China, que mi abuela le había regalado a mi padre, cayó y se rompió en miles de pedazos. Cuando salí, mi madre me echó la bronca más dura de toda mi vida, desde ese día no volví al estudio de mi padre.

Los 6 Elementos ~EDITANDO~ NO LEER HASTA NUEVO AVISODonde viven las historias. Descúbrelo ahora