Los 6 Elementos ~EDITANDO~ NO LEER HASTA NUEVO AVISO

Capítulo 21 Contando secretos

Base subterránea, día 10 de julio, 8 horas antes de la intervención

-No, Siu, no es así... ¡Sólo sigue las malditas instrucciones!- le grité a mi hermano, mientras sostenía el libro de recetas

-Calla ya, sé como hacer esto- me respondió él, poniendo tres tazas de azúcar en el bol

-¡Va a quedar muy dulce! Chiquillo idiota, quítate, déjame hacerlo yo- le reprendió Margaret, una vieja elfo oscura que había sido hermana de un engendro, pero cuando su hermano tuvo que irse a la base, ella se quedó a su lado, aunque ella no fuera un engendro, hasta el día de su muerte. Sí, muy tierno

-Sí señora- aceptó Siu dándole el bol a Margaret

  Habían pasado los días, y con cada día más me encariñe con mi padre y hermano, e incluso, con algunos engendros. No parecían ser tan malos como nos hacían creer, tenían familias, y también habían sido afectados por nosotros, eran también seres vivos. Sin embargo, seguí con mi investigación, aún con la idea de que estaba mal pedir la eliminación de las criaturas mágicas.

  Una noche, entré en la oficina de mi padre, y encontré un montón de letras, que decían sus planes. Tomé algunas y las llevé a mi habitación para leerlas con atención.

....Con la piedra podré obtener los poderes de todos, terminare con esas criaturas de una vez por todas....

....Debe ser silencioso, barrerlos sin que nadie en el mundo normal lo note....

....La piedra es la clave, robarla será fácil, o mejor dicho, tomarla....

  Ni idea de por qué mi padre escribía sus planes, quiero decir, qué estupidez más grande es esa? ¿Qué tipo de villano escribe sus planes en hojas? ¿Quién hace eso? Obviamente, mi padre el raro.

  Cada noche se me hacía más difícil buscar información, sentía gran aprecio a mi padre y hermano, sentía como si los estuviera traicionando. Pero no podía detener mi búsqueda, no ahora que iba tan bien. Si hubiera guerra, yo estaría en el bando de los buenos.

  En el día antes de la intervención, mi padre nos mandó a Siu, Margaret y a mi, a realizar el banquete para nuestro cumpleaños. Mi padre quería celebrarlo con todos los engendros, elfos oscuros y orcos de la base. No sonaba muy bonito, pero no se podía pedir más.

  Siu y yo decidimos tomar un descanso. Bajamos a la sala de armas, no sin antes haber pasado por la biblioteca a tomar unos libros. Mi hermano empezó a sacarle filo a unas dagas que tenía cerca, mientras yo leía.

-¿Lista para mañana?- me preguntó sin levantar la vista de las armas

-¿Por qué preguntas?- estaba nerviosa, y si me había descubierto justo el día antes del gran momento?

-Digo, es tu... nuestro cumpleaños, estarán aquí como miles de... seres vivos? Quiero decir, es un poco extraño celebrar tu cumpleaños con cosas que no son humanas- me dijo

-Siu, p-puedo hacerte una pregunta?- el chico paró de afilar y me miró con su combinación genética de ojos

-Claro, qué pasa?- tal vez mi hermano no pensaba igual que mi padre, aunque lo dudaba, había sido criado por él

-¿Qué piensas sobre las criaturas mágicas?-

Siu me miró molesto, como si fuera erróneo hablar sobre ello. Luego dulcifico su mirada, pero sólo duró un segundo, fue reemplazada por una mirada indiferente.

-No sé a qué te refieres- se veía desconfiado, bajo la mirada y movía los ojos de un lado a otro, como si alguien los estuviera observando, me susurró- hablemos en mi habitación, tengo que... buscar unas cosas allí